Fue en 1981 cuando se inició la epidemia del SIDA. Desde entonces, más de 25 millones de personas han muerto a causa de esta enfermedad. Sólo el año pasado fueron 2,9 millones de vidas perdidas, de las cuales 530.000 eran niños. En 2006, el número de personas con VIH en todo el mundo fue de 40 millones, según informes de ONUSIDA. Se estima que 4,3 millones de adultos y niños se infectaron en 2006.
Las cifras son devastadoras. Cada día 15.000 personas se infectan por SIDA y 4.000 fallecen. Combatir este virus está en la agenda mundial dentro de los ?Objetivos de Desarrollo del Milenio?. Son muchos los factores que aceleran la propagación del virus. Además, por increíble que parezca, el 90% de las personas infectadas no lo sabe.
Por otro lado, el 95% de las nuevas infecciones se producen en los países en desarrollo. Lamentablemente, las investigaciones estiman que, de acuerdo a cómo se han producido las cifras hasta el momento, para el 2010 más de 80 millones de personas vivirán con VIH. Actualmente, el 60% de las personas que padecen la enfermedad se encuentran en el África subsahariana.
Desarrollo de la vacuna
El SIDA causa muchas más desgracias: aumenta la pobreza, reduce el crecimiento económico, debilita los sistemas educativos y afecta los esfuerzos por controlar la tuberculosis y la malaria. Se calcula que un tercio de las personas con VIH sufre también tuberculosis. La coinfección de malaria empeora la progresión tanto de dicha enfermedad como del VIH.
Una vacuna significaría la disminución notable de las cifras existentes. Asimismo, supondría un avance drástico en la ciencia y en la tecnología. Se calcula que aún siendo eficaz sólo un 50% empleada en un 30% de la población, evitaría 17 millones de nuevas infecciones durante los primeros 15 años tras su introducción.
Actualmente, no hay ninguna vacuna que proteja del VIH. Por ahora, hay más de 30 ensayos clínicos en 24 países de todo el mundo donde se están probando y desarrollando vacunas candidatas. Son dos las que se encuentran en estado avanzado, y se espera tener información decisiva para finales de esta década.
Microbicidas: una alternativa más de prevención
Los microbicidas son productos que tienen como objetivo reducir significativamente el número de contagios de VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual. Aún no existe uno seguro y eficaz que pueda utilizarse, pero los científicos están probando y desarrollando alrededor de 60 compuestos.
Si uno de los compuestos resultara exitoso y hubiera la financiación suficiente, la primera generación de microbicidas podría estar lista a partir de 2010. Se espera que tengan una eficacia del 40-60% frente al VIH, porcentaje menor al 95% de protección que otorga el preservativo masculino cuando se utiliza correctamente. Aun así, se podrían evitar muchas infecciones.
Las vacunas y los microbicidas podrían superar las dificultades relacionadas con los condones. Sería una medida preventiva por excelencia para mujeres que quisieran protegerse aún sin el consentimiento de sus parejas masculinas, puesto que en muchos países los hombres se niegan a usar preservativo. Por ejemplo, los microbicidas suministrados en formulaciones de larga duración o de liberación continua, podrían ser aplicados horas o días antes de las relaciones sexuales.
Hoy en día, el SIDA tiene una cara femenina
Son las palabras de Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas. Las mujeres necesitan urgentemente herramientas de prevención debido a que se encuentran en una situación mayor de vulnerabilidad frente al virus. Biológicamente, son cuatro veces más susceptibles a la infección por VIH que los hombres al exponerse durante un único acto sexual sin protección.
Las mujeres jóvenes están en alto riesgo. Representan el 64% de las personas que viven con VIH entre 15 y 24 años en países en desarrollo. En algunas sociedades, carecen de acceso a la información y a los métodos de prevención. Quienes están infectadas se enfrentan a un riesgo cada vez mayor de ser discriminadas.
Uno de los principales problemas es que hay muchas mujeres que carecen de la autoridad para negociar el uso del condón o de otras medidas de prevención. Hoy en día, se está trabajando en darles educación sexual, accesibilidad a condones tanto masculinos como femeninos y en concienciarlas que no deben de permitir las relaciones sexuales forzadas ni la violencia, debidas en un alto número de ocasiones a presiones económicas y psicológicas.
Unidos por la lucha contra el SIDA
Una de las organizaciones que más colabora en el desarrollo de vacunas contra el SIDA es IAVI (Iniciativa Internacional por una vacuna contra el SIDA).Frans Van den Boom, Vicepresidente de Programas Europeos de IAVI, resalta que la organización lo que intenta es crear un movimiento global por las vacunas del SIDA. No se trata de decir si Kenia o Ruanda necesitan dinero, sino de hacer un esfuerzo conjunto.
Destaca que la prevención de mujeres embarazadas es sin duda uno de los focos de atención más importantes en todo el campo de trabajo. Hay un debate ético respecto a cuándo, cómo y durante cuánto tiempo proporcionar tratamiento profiláctico. Sabemos que a las mujeres embarazadas les reduce extraordinariamente la posibilidad de que el bebe nazca con VIH, afirma Van den Boom.
Esta organización recluta personas que resultan negativas a la prueba del VIH para que participen en ensayos clínicos. También desarrollan actividades de educación y de concienciación frente a sí mismos, frente a sus compañeros sexuales y frente a la familia. Quienes resultan positivos son integrados en fuerzas de trabajo para que se conviertan en agentes de prevención.
Se requiere una solución urgente
Yo no. ?Entonces quién? Hoy no. ?Entonces cuándo?? Es una idea reflexiva de Catherine Hankins, Científica Jefe para Onusida, que explica muy bien el panorama de quien no padece la enfermedad y considera que aún no requiere realizarse la prueba del VIH.
Para resolver el problema del SIDA no basta con el desarrollo de la ciencia. La sociedad debe prevenir la enfermedad. Por otra parte, los medios de comunicación tienen que asumir la responsabilidad de transmitir información oficial, relevante y exacta.