Hoy en día la ciencia enfrenta nuevos cambios y muchos retos en el estudio del dolor, ello incluye la incorporación de nuevas definiciones, fisiopatologías y tratamientos.
El 14 de diciembre de 2017 fue aceptado por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés), el término: “dolor nociplástico”. A partir de ese momento, se enrumban los esfuerzos que permitirán considerar el dolor crónico, como una enfermedad multisistémica.
De este tema tan controversial, hablaré a solicitud de Arlene, una seguidora de Nebraska. Ella me comentaba, que considera a su suegra como una de sus mejores amigas. De hecho, comparten muchas cosas en común, como la afición por la cocina, el jardín, los paseos y la lectura.
Ella realizó contacto conmigo, porque existe una situación familiar que le preocupa y deseaba escuchar mi opinión. La situación en referencia, parte del hecho de que su suegra ha observado que tanto su esposo y su hijo, es decir el esposo de Arlene, se muestran distantes. Para Arlene esta situación es bastante triste, pues ella supone que está asociada a ciertas dolencias que su suegra experimenta desde hace unos tres años.
Su suegra presenta síndrome de vejiga dolorosa, y en ocasiones su esposo y su hijo no le creen del todo. Tanto es así, que a veces la catalogan como exagerada. Por ello, Arlene, quería manejar mayor información acerca de este tipo de enfermedades.
Al comprender lo que la suegra de Arlene estaba padeciendo, le envié diligentemente información actualizada acerca de algunas tendencias que están ocurriendo en el mundo científico. Este cambio de paradigma, resalta la importancia de considerar un nuevo tipo de dolor, que es real y no imaginario. Dado lo interesante de este tema, decidí compartirlo aquí en mi blog.
Explorando un poco acerca del dolor
Hasta hace poco la ciencia manejaba dos tipos de dolor, el dolor nociceptivo y el neuropático. El dolor nociceptivo, podría catalogarse como un tipo de dolor de alto umbral, mostrando dos variantes, somático y visceral. El dolor somático, se refiere al que se produce en los diversos tejidos que conforman la estructura del cuerpo.
En tanto el otro tipo de dolor, se conoce como neuropático periférico o dolor neuropático crónico, el mismo es producido por daños sobre los nervios periféricos. Dicho deterioro, puede generarse por efecto de procesos infecciosos, toxinas, autoinmunidad, traumatismos, alcoholismo, desequilibrios nutricionales, insuficiencia renal y cáncer.
A partir del 2017 se incorporó un tercer tipo de dolor, denominado nociplástico. Para que el dolor sea catalogado como tal, se deben cumplir ciertas condiciones. Entre ellas destacan:
Duración del dolor como mínimo tres meses consecutivos
Exagerada respuesta neurovegetativa en intensidad y extensión, que desencadena una alteración regional y mantenida en la microcirculación
El dolor que se presenta no posee fundamento ni nociceptivo ni neuropático
Se manifiesta hipersensibilidad al dolor en la zona que se siente afectada.
Explorando un poco los trastornos crónicos
La mayoría de estos trastornos son poco conocidos y afectan a millones de personas en los Estados Unidos y muchos lugares del mundo. Todos estos trastornos son poco conocidos y afectan predominantemente a las mujeres. Vale destacar que, en ocasiones dos o más de estos trastornos afectan a una persona al mismo tiempo. En esos casos estaríamos en presencia del denominado Trastorno de Dolor Crónico Superpuesto.
Dentro de estos dolores, se incluyen:
1. Vulvodinia
Este tipo de dolor crónico se localiza en la zona de la vulva y hasta ahora no posee una causa identificable. Según la Clínica Mayo, el síntoma principal de la vulvodinia es el dolor. Sin embargo, puede estar acompañado de: inflamación, escozor, ardor, paspadura (agrietamiento o escoriación) y sensación punzante. Incluso puede llegar a producir dispareunia (relaciones sexuales dolorosas).
Se ha determinado, que un 7% de las mujeres estadounidenses presentan síntomas compatibles con la vulvodinia a los 40 años. Sin embargo, solo un 1,4% de las mujeres que buscan atención médica, han sido diagnosticadas correctamente.
2. Trastornos temporomandibulares
Este proceso se caracteriza principalmente por la presencia de un dolor a nivel de la mandíbula. Ello incluye además, los músculos y tejidos que le acompañan, produciendo una limitación en el movimiento. Esta anomalía podría llegar a afectar ambas articulaciones de la mandíbula, y en función de la gravedad puede afectar la capacidad para hablar, masticar los alimentos y deglutir.
Según las estadísticas, este trastorno es padecido por unos 35 millones de estadounidenses, siendo mayor su prevalencia en mujeres que en hombres. Se puede presentar a partir de la adolescencia.
3. Encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC)
El FDA describe el EM/SFC como “una enfermedad compleja y debilitante”. Ella se caracteriza por la presencia de una fatiga profunda, que puede perdurar seis meses o más. La mayoría de las personas afectadas experimenten fuertes dolores musculares y en las articulaciones. Incluso, el reposo en cama no ayuda en su mejoría y la actividad física y mental, empeora sus efectos.
Aunque la causa exacta de esta enfermedad es desconocida se descubrió, que estos síntomas crónicos producen un fuerte debilitamiento. Ello incrementa la discapacidad a largo plazo e incrementa la muerte prematura. De acuerdo a los CDC, entre uno y cuatro millones de personas en los Estados Unidos padecen esta enfermedad.
4. Síndrome del intestino irritable (SII)
Este síndrome es denominado también trastorno gastrointestinal funcional y presenta una serie de síntomas, sin que haya evidencias de daños. Dentro de ellos destacan, dolores a nivel abdominal y modificaciones en los patrones de evacuación o deposición.
En los Estados Unidos, la prevalencia general de SII alcanza el 14% de la población. Se sabe además, que las mujeres poseen aproximadamente el doble de probabilidades de padecerla que los hombres.
5. Cistitis intersticial
Esta afección crónica es conocida también como síndrome de vejiga dolorosa y síndrome de dolor vesical. Su característica principal, es que se siente un dolor acompañado de presión o incomodidad a nivel de la vejiga urinaria. Este se presenta en ausencia de procesos infecciosos y afecta a hombres y mujeres.
La sintomatología de la cistitis puede ser variable a lo largo del tiempo, apareciendo por lo general frente a ciertos desencadenantes como permanecer sentado muchas horas, estrés, ejercicios, relaciones sexuales o menstruación. Dentro de los signos y síntomas más frecuentes, se mencionan:
Dolor a nivel del suelo pélvico o perineo en mujeres (zona entre el borde inferior del pubis y el extremo del coxis) en las mujeres
Dolor entre el escroto y el ano en los hombres (zona perineal)
Necesidad constante de orinar, a menudo en pocas cantidades durante el día y la noche (en ocasiones pueden alcanzar hasta las sesenta veces al día)
Dolor pélvico crónico
Esta anomalía, la padecen entre tres y ocho millones de mujeres y de uno a cuatro millones de hombres. Se ha logrado establecer, que se presenta en personas en edad promedio de 40 años.
6. Fibromialgia
Esta enfermedad crónica se caracteriza por la presencia de un dolor generalizado a nivel del sistema musculoesquelético o tejidos blandos. Suele ir acompañado de fatiga, trastornos de sueño, cambios de ánimo y ciertas dificultades cognitivas.
Se ha logrado verificar que en muchas personas los síntomas a menudo comienzan después de un evento. Ellos pueden incluir traumatismo físico, procesos infectivos, procedimientos quirúrgicos, o estrés psicológico o mental prolongado.
Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar fibromialgia. Muchas personas con fibromialgia también tienen dolores de cabeza tensionales, trastornos de la articulación temporomandibular, síndrome de colon irritable, ansiedad y depresión.
Se calcula que la fibromialgia afecta al dos por ciento de la población estadounidense en general. Se ha establecido, que se presenta en una proporción de nueve mujeres por cada hombre, en edades entre 20 y 50 años.
7. Endometriosis
La endometriosis es una enfermedad crónica asociada a distintos sistemas, como el nervioso, endocrino e inmune. Se caracteriza por un crecimiento del tejido endometrial, fuera del útero.
Dentro de los síntomas más comunes destacan: fatiga, dolor al orinar o defecar, diarrea y estreñimiento. Además de ello, es muy frecuente la presencia de dolores antes y después del período menstrual y la actividad sexual.
Según los expertos, este trastorno, es la principal causa de dolor pélvico crónico en las mujeres. Se calcula, que entre el 2 y el 10% de mujeres y niñas en los Estados Unidos, padecen endometriosis.
De acuerdo a los investigadores, aproximadamente el 60% de las mujeres desarrollan los síntomas antes de los veinte años.
8. Dolor de cabeza crónico de tipo tensional
Es conocido además como cefalea tensional crónica y a diferencia de algunas formas de migrañas, este tipo de dolor normalmente no esta asociado con alteraciones visuales, náuseas o vómitos. Se clasifican como crónicas, cuando se presentan durante quince días o más al mes a lo largo de tres meses.
Esta patología se caracteriza por la presencia de un dolor, que oprime la cabeza a manera de una mordaza. El dolor puede irradiarse en ambos lados de la cabeza y de la parte inferior hacia el cuello. Se ha establecido que afecta a un 2,2% de la población general, inicia por lo general en la adolescencia y es más frecuente entre las mujeres que en los hombres.
9. Migraña crónica
Esta dolencia es definida como un trastorno primario de la cefalea, es decir, aquellas que existen independientemente de otro trastorno. Es considerada un trastorno neurovascular, que suele presentar episodios de cefalea de 4 a 72 horas de duración. Por lo general, presenta estos síntomas: dolor unilateral tipo pulsátil, cuya intensidad puede ser moderada o severa.
Se ha estimado que su prevalencia se encuentra entre el 1 y el 3% de la población y afecta mayormente a las mujeres. Suele presentarse entre los 15 y 24años.
10. Lumbalgia crónica
Es definido usualmente como un dolor ubicado en la zona lumbar con una duración superior a los 3 meses. Por lo general, esto se presenta sin que exista una alteración anatómica grave, antecedentes de fractura o indicios constitucionales.
Se produce además, sensación de debilidad en las piernas que puede alcanzar los pies y dolor sordo o agudo en la zona lumbar. Posee una prevalencia a nivel mundial del 39% y puede presentarse desde la adolescencia hasta la tercera edad.
Importancia de que el dolor crónico se considere una enfermedad multifuncional
En la actualidad, todas estas dolencias mencionadas son exploradas por la ciencia. La idea es lograr, que sean consideradas como enfermedades multisistémicas y no producto de la mente, como en muchas ocasiones se ha creído. Muchas de ellas, pueden alterar psicológicamente a quien las padece, dado que su cronicidad afecta en gran medida la cotidianidad.
La tercera clasificación del dolor antes mencionada (dolor nociplástico) es capaz de describir la molestia continua, que exhiben algunas personas sin evidencia de daños a nivel de los tejidos.
Este dolor es causado por la activación de diversos nocirreceptores periféricos. Y de acuerdo a los expertos, estas señales transportadas por el sistema nervioso desde la piel, sistema musculoesquelético y órganos internos, hasta la médula espinal, tienden a incrementar su nivel, empeorando de esta forma el dolor.
De acuerdo a los expertos, esto podría constituir como una especie de reacción alérgica en el sistema del dolor. Esto significa, que el sistema nervioso central adquiere una sensibilidad extrema al estímulo físico. Por ello, se decide actualizar la definición de dolor que había sido aceptada hasta el año 1979.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor propone una nueva definición
El año 2020, el IASP definió el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial, o que se asemeja a él. Y reforzó esta idea con una serie de supuestos o notas claves, que deben ser considerados de ahora en adelante. Entre ellos destacan:
El dolor es siempre una experiencia personal en la que influyen en mayor o menor medida factores biológicos, psicológicos y sociales
El dolor y la nocicepción son fenómenos diferentes
A través de sus experiencias vitales, los individuos aprenden el concepto de dolor
El dolor no puede inferirse únicamente a partir de la actividad de las neuronas sensoriales
Se debe respetar el hecho de que una persona informe de una experiencia como dolor
Aunque el dolor suele cumplir una función adaptativa, puede tener efectos adversos sobre la función y el bienestar social y psicológico
La descripción verbal es sólo uno de los diversos comportamientos para expresar el dolor; la incapacidad para comunicarse no niega la posibilidad de que un ser humano o un animal experimente dolor.
Este nuevo y necesario enfoque del dolor fue producto de una consulta pública realizada desde agosto a septiembre de 2019. Para su realización, se invitó a expertos, comunidades y grupos relacionados con el dolor a nivel mundial a enviar sus comentarios sobre la propuesta de definición del dolor (encuesta vía Internet). Se recibieron respuestas desde 46 países.
Ello incluyó un 58% de participantes vinculados al área de salud: investigadores de ciencias clínicas, médicos, administradores, educadores o estudiantes en formación. El 42% restante de los encuestados, incluyó: personas que viven con dolor o poseen discapacidad a causa del mismo y proveedores de cuidados para personas que sufren dolor crónico.
Beneficios potenciales de esta nueva definición del dolor
La definición surgida gracias a una consulta pública internacional, posee muchas implicaciones en la investigación y la atención al paciente.
La nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que la OMS adoptó en 2019 incluye por primera vez una clasificación del dolor crónico. Se tiene previsto que esta nueva clasificación se adopte en varios países. Esta definición actualizada del dolor es muy oportuna, pues se alinea con otros esfuerzos internacionales.
Todos estos esfuerzos, realizados de forma combinada por parte de la IASP son pasos importantes para reconocer el dolor como una condición de salud importante. Esto permitirá transformar la investigación sobre el dolor y la atención a las personas con dolor en todo el mundo.
Concluyendo
Tal como hemos querido destacar, para mucha gente el dolor es una sensación desagradable, pero de corta duración. En la mayoría de los casos, esto se genera a consecuencia de una enfermedad o una lesión. Sin embargo existen muchas personas (entre ellas un alto porcentaje de mujeres), que experimentan dolores crónicos.
En muchas ocasiones, debido a que estos dolores no están asociados a lesiones observables o cuantificables, se ha llegado a creer que son producto de su imaginación. Los esfuerzos del IASP, han permitido recabar mayor cantidad de pruebas. Lo que ha permitido comprender que se trata de afecciones sistémicas del sistema nervioso central.
Afortunadamente muchos expertos se han dado cuenta que, diversas personas con afecciones crónicas, como lumbalgia, fibromialgia, o endometriosis, no presentan problemas en la zona de donde se experimenta el dolor.
Vale destacar, que cada día se posee mayor certeza de que ciertas dolencias aparentemente diferentes, podrían compartir mecanismos subyacentes comunes. Ello propicia, que una persona que desarrolla una dolencia crónica, esté predispuesta a desarrollar otras.
Para Arlene la información recibida, que es la que aparece en el post, le fue de mucha utilidad. Incluso me confesó, que a ella misma le fue de mucha ayuda para comprender con mayor profundidad el sufrimiento de su suegra.
Me comentó, que todo esto lo compartió con su esposo, su suegro y su suegra. Para su suegra fue reconfortante saber, que sus dolores no eran imaginarios y se ha mostrado menos angustiada, al comprender que su familia acepta su condición. Además de ello, su esposo y su suegro recapacitaron acerca de su actitud, y son actualmente más comprensivos y amables.
“En los últimos 10 años se ha reconocido de forma generalizada que el dolor puede ser una enfermedad en sí misma, y cada vez se entiende mejor que se trata de una enfermedad multisistémica y que hay mecanismos de enfermedad compartidos entre estas afecciones”
Christin Veasley
Directora de la Alianza para la Investigación del Dolor Crónico, Estados Unidos
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6240430/
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https://www.jci.org/articles/view/45178
https://www.iasp-pain.org/PublicationsNews/NewsDetail.aspx?ItemNumber=6862