El decálogo, creado por la Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica (ADEA) y cinco expertos internacionales, busca dar soluciones y ayudar a los padres a tratar a sus hijos con la mayor efectividad posible para el tratamiento de la dermatitis.
1.-Hay que evitar el rascado ya que, una vez que el niño comienza, no puede parar. Esto le puede llevar a la evolución de la dermatitis o la aparición de infecciones u otros problemas dermatológicos.
2.-La ropa puede ser la culpable del desencadenamiento de un brote. Llevarla muy ajustada o el roce con determinadas etiquetas puede provocar una reacción en la piel del niño.
3.-Asimismo, la comida puede ser culpable también. La leche, los huevos o el chocolate son los alimentos más problemáticos.
4.-Escribir un diario puede resultar muy útil para ir anotando en qué momentos se produce un brote y dónde. Esto ayudará al médico a la hora de comenzar un tratamiento o una exploración.
5.-Hay que informar a los profesores de la afección que tiene el niño. En ocasiones la dermatitis les puede ocasionar falta de sueño y es aconsejable que sus tutores en el colegio conozcan el por qué de esto.
6.-Los niños también deben de ser conscientes de su problema para que aprendan a llevar una rutina de higiene e hidratación desde pequeños.
7.-La dermatitis en un problema que todavía no tiene cura pero que es fácilmente tratable. Hay que perder el miedo a los corticoides ya que, en caso de brote, la simple hidratación puede resultar perjudicial.
8.-A la hora del baño el agua debe estar tibia y el niño no debe permanecer demasiado tiempo en ella, es aconsejable una ducha más que un baño. El secado con la toalla tiene que realizarse progresivamente y a golpecitos.
9.-La hidratación es la base del tratamiento a seguir, exceptuando los momentos de brotes como hemos explicado anteriormente. La crema es buena para que la piel no se le seque y se le cuarteé produciéndole heridas.
10.-El papel de los pediatras en el tratamiento de la dermatitis atópica es muy importante, asegúrate que el tuyo está cualificado para llevar adelante un tratamiento.