Una persona de unos cincuenta o sesenta años, que desarrolle una actividad limitada, sin someterse a excesivos esfuerzos físicos, puede adoptar una dieta de 1.000 calorías diarias. Teniendo en cuenta que normalmente necesitaría unas 1.800 ó 2.000 calorías, el desgaste de 800 a 1.000 calorías diarias es perfectamente tolerado por el organismo.
Desayuno: 1 taza de café con leche descremada, con una cucharada pequeña de azúcar y 1 tostada.
Comida: 1 plato de sopa ligera ; 1 tajada pequeña de carne asada con acompañamiento de judías o verdura de la estación, condimentadas con limón o vinagre; 25 g de pan y 1 fruta.
Cena: 100 g de queso magro, o un huevo pasado por agua con 100 g de verdura, aliñada con limón o vinagre; 25 g de pan ; 50 g de frutillas con limón, con 2 cucharadas pequeñas de azúcar, o una manzana al horno espolvoreada con azúcar.
Beber solamente agua y, a ser posible, fuera de las comidas. Quien prefiera el vino debe tener presente que 1 vaso de vino contiene unas 130 calorías, aproximadamente.
CONSEJOS PARA LA DIETA DE 1.000 CALORÍAS
Es una diestra bastante estricta y no deberías continuarla más allá de las dos semanas – 20 días.
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