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El mundo entero se aparta cuando ve pasar
a un hombre que sabe a dónde va….
Antoine de Saint-Exupery
¿Será que es lo mismo decidir y elegir?
Desde el punto de vista de los conceptos y definiciones, elegir se asocia a escoger o preferir, y decidir a resolver, osar, animarse a, entre algunas otras palabras.
Hoy compartiré contigo algunas ideas sobre estas dos palabras que tanta influencia tienen en nuestras vidas.
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Lo que ocurre primero…
El título del post es un buen ejercicio para pensar sobre este tema.
Es el equivalente a preguntarnos: ¿Qué fue primero? ¿El huevo o la gallina?
Quizás después de pensarlo detenidamente por un rato, cada uno elija lo que cree que ocurre primero: si tomas la decisión cuando ya has elegido o si decides primero y con ella marcas tu elección.
Te propongo algo:
Piensa en alguna situación en que hayas tenido que elegir y decidir qué hacer.
Puede ser algo que viviste recientemente. Revisa con tu memoria lo ocurrido.
¿Qué hiciste primero? Elegiste una alternativa y actuaste en función de eso? o
Sólo actuaste (decidiste) sin evaluar las alternativas ni escoger conscientemente alguna de ellas?
Como quiera que sea, tanto si eliges primero la opción que prefieres y luego decides ir en esa dirección o sólo te lanzas en dirección de una alternativa determinada, estarás aplicando elección y decisión en forma simultánea.
Este proceso puede darse en forma consciente o no. Es consciente si primero revisas las alternativas y eliges alguna de ellas y luego decides actuar de acuerdo a eso que elegiste. Será inconsciente o, más bien, casi en automático, cuando sólo decidas hacer algo sin detenerte mucho a revisar opciones.
Ahora, es posible que elijas algo pero no necesariamente decidas ir en esa dirección. ¿Te ha pasado alguna vez?
Hacer conciencia del valor y la importancia de lo que elegimos y decidimos hacer con nuestras elecciones determinará el futuro que tendremos.
Desde dónde elegimos y decidimos?…
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El que nuestras elecciones y decisiones sean acertadas o no, dependerá de la raíz o anclaje de donde provengan.
Si cuando elegimos una opción, lo hacemos desde la dupla corazón-mente, la garantía de éxito, de que nos vaya o nos salga bien, será de un alto porcentaje.
Pero, si elegimos y decidimos actuar en algo sobre lo que hay dentro de nosotros un desacuerdo entre el corazón (lo que sentimos) y la mente (lo que pensamos), no nos podemos quejar después de obtener consecuencias desagradables.
Así que, más que enfocarse en las opciones a elegir para decidir el camino a seguir, lo primero es prestar atención al origen desde donde estamos eligiendo y decidiendo.
La esencia de un frondoso árbol está en la raíz que lo contiene y que no se ve…
Y el mundo entero se aparta…
Cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va.
Es aquí donde cobra fuerza y poder la capacidad de elegir y decidir que tenemos.
Las elecciones que hacemos y decidimos llevar a cabo nos conducirán a logros positivos o negativos según sea la calidad y procedencia de esas elecciones.
Igual, el empuje por llevar a cabo nuestra elección tendrá mayor o menor fuerza porque también provendrá de esa parte de nosotros que no se ve, pensamientos-sentimientos y que representamos físicamente con el cerebro y el corazón.
Nos conviene prestar atención a este enorme poder que tenemos para modelar nuestro presente y proyectar el futuro.
Me despido por hoy dejándote este video de la canción "Si tuviera que elegir" de Ricardo Montaner tomado del canal youtube de Dañelytha Reyes… te gustará…
Te deseo una semana de elecciones y decisiones acertadas para ti…
Un gran abrazo… nos leemos en el próximo post.