El consumo de leche fresca puede ser un riesgo para la salud si no se toma de la forma adecuada…
La nueva moda foodie, originaria de Estados Unidos, ha llegado a Europa y promueve la venta de leche cruda.¿Por qué está teniendo éxito esta moda? Porque beber la leche directamente del animal mantiene el sabor auténtico, natural e intenso de esta. En este artículo os explicaré qué diferencia hay entre la leche fresca y la leche pasteurizada y si realmente es recomendable su consumo.
La principal diferencia entre la leche fresca y la leche pasteurizada es que la leche primera no ha sido tratada térmicamente. Se obtiene directamente de la vaca, comportando la presencia de microorganismos patógenos que son un riesgo para la salud. En cambio la leche pasteurizada está sometida a un tratamiento térmico en el que se eliminan los microorganismos patógenos. Es decir, es una leche segura y se mantiene su composición nutricional.
En la mayoría de países europeos, España incluida, no está permitido el suministro directo. No se puede vender leche sin pasteurizar al consumidor final o en establecimientos al por menor. Hay que remarcar la importancia de mantener la seguridad alimentaria, teniendo en cuenta los 3 procesos clave en el tratamiento de la leche, la higiene, la cadena de frío y la pasteurización, Según informa la EFSA:
“La leche cruda es aquella que proviene de las vacas, ovejas o cabras y que no ha pasado por un proceso de pasteurización para matar las bacterias dañinas. Puede contener bacterias peligrosas como Salmonella, E. coli y Listeria, que son las responsables de causar NUMEROSAS enfermedades transmitidas por los alimentos “.
¿Qué riesgos tiene para la salud?
Uno de los posibles riesgos que tiene la ingesta de leche directa del animal es la intoxicación por Salmonella, Campylobacter jejuni, E. coli, Listeria y otros microorganismos patógenos que podemos encontrar en la leche que no ha sido tratada térmicamente. Es por ello que hay que concienciar a la población de los riesgos que conlleva para la salud, sobre todo la población más vulnerable, los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos.
Por lo tanto, la leche fresca desde el punto de vista nutricional no es mejor, ni es recomendable su consumo. Aunque su venta pueda ser autorizada, el producto deberá estar correctamente envasado e indicar en el recipiente que se trata de leche cruda y que se debe hervir antes de consumir, además de conservar el producto a una temperatura entre 1-4 ° C. Nunca se debe consumir directamente de la vaca o la oveja.
La venta de leche fresca va en aumento, pero recordemos que debemos tratarla como es debido:
Leche fresca directa al consumidor por AgenciaEFE
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