En esta ocasión hablaré de las emociones, tremendamente contagiosas, apropiadas en su faceta positiva, pero cuando es todo lo contrario...ahí radica el problema.
Desde que nacemos somos imitadores natos, estamos diseñados geneticamente para que surga la imitación espontánea de forma natural, está escrito.
Un bebé imita y copia los gestos de sus progenitores, los mira, observa y actúa.
Imitamos para sobrervivir, es el ejemplo de una manada de lobos, todos acuden a la llamada de la comida, pero si en algún momento uno de ellos, sale de la manada, todos copiaran su gesto sin pensar dos veces.
La manada les da protección, si son más aumentará la probabilidad de superviviencia.
En las personas sucede lo mismo.
El ser humano necesita de forma vital pertenecer a un grupo, imitar sus gestos, sus actitudes, su forma de enfrentarse al mundo.
El cerebro está programado, en su formato más ancestral, que necesitamos pensar como el resto para sobrevivir, y si esto no ocurre, genera una señal de alerta, para indicarnos que algo no va bien.
Y ahora viene la parte que cobra más fuerza dentro de las emociones, las más intensas y fuertes, como son la ira, la tristeza, el desprecio, se contagian muy rápidamente, son virus esperando atacar nuestro cuerpo de una forma despiadada.
Ahí es donde tengo que actuar, como me protego ante estos virus???
Mi técnica personal, que he adquirido mediante formación dentro de la materia en Psicología Contemporánea, me ha dado las herramientas para saber gestionar este tipo de emociones, canalizando y flitrando todo aquello que pueda darñarme directa o indirectamente.
-En primer lugar, y muy importante, puedes escuchar emociones, prestar atención a aquellos que reclamen tu atención, pero nunca formar parte del problema, es decir, escuchar, pero nunca asumir, ni heredar problemas ajenos.
-Si por el contrario, es uno mismo el que tiene el día gris, activa tus contactos del buen humor.
Come chocolate, eso que tanto nos gusta, haz deporte, baila, sal con los amigos, ve al cine....
-Elimina de un plumazo lo que te desgasta, te agota. Esas personas que han hecho de la negatividad su forma de vida, de diálogos elaborados a base de críticas destructivas, virus andantes, capaces de contagiar su epidemia en segundos.
Reemplaza todo eso por personas positivas, que darán un giro a tu vida, que te aportaran alegría a raudales.
El cerebro por regla general, pone toda su atención en aquello que es negativo.
Pues nada, hay que echar un pulso a esta materia gris, que viene programada desde nuestros ancestros, y cambiar el camino establecido por uno nuevo recién elaborado.
Centra tu atención en aquello que te guste, que saque una sonrisa en tí, que te cause placer, POSITIVIDAD A RAUDALES.
Y para terminar este pequeño recordatorio, de nuestro diario, de esta parte de la psicología tan nuestra y tan desconocida, un apunte muy importante;
"Antes de generar un mensaje negativo o hacer una crítica con signos envenenados, piensa que igual que las emociones positivas y alegres se contagian, las negativas lo hacen aún más, no seamos esos pequeños virus que pueden transformar la vida, esta vida tan estupenda, tan intensa y tan fugaz, en algo NEGATIVO"
Generar emociones positivas hay algo mejor?????
Un abrazo y hasta pronto!!!