Síntomas
Dolor. Obviamente, el dolor es un síntoma de primer orden. Te dolerá el abdomen y de forma súbita y aumentará con el movimiento y la tos, o al palpar la zona.
Respiración rápida. La respiración tiende a ser más rápida y frecuente y se realiza con la parte superior del tórax, pero sin que apenas haya movimiento del diafragma o del abdomen.
Vientre en tabla. Otro síntoma típico es el llamado “vientre en tabla”, es decir hay una contractura muscular abdominal. Ante este síntoma, el primer diagnóstico que se plantea es el de peritonitis.
Vómitos. Se producen de forma sucesiva y refleja, expulsando alimentos o líquidos de retención intestinal.
Estreñimiento y diarrea. El tránsito intestinal se detiene, no se pueden evacuar gases o por el contrario puede haber diarrea.
Silencio abdominal. Se produce distensión abdominal y cuando se ausculta el abdomen el médico no oye ningún ruido interno que normalmente sí se produce.
Fiebre y escalofríos. Se pueden producir fiebre y escalofríos, aunque no siempre se presentará. Hay que tomar la temperatura con mucha frecuencia.
Taquicardia e hipotensión. La tensión arterial baja y se produce aceleración del pulso.
Sed y deshidratación. La sed excesiva es otro signo que, unido al dolor y otros síntomas que aquí se describen, indican un comienzo de peritonitis. La sed se debe a la deshidratación causada por los vómitos y a la desaparición de líquidos en el peritoneo y el tracto digestivo. A la vez se reduce el volumen de orina excretada.
Anemia, En ocasiones se pueden producir pérdidas de sangre y en consecuencia, anemia, cuando la causa de la peritonitis es una úlcera gastroduodenal, cáncer de colon, colopatía diverticular, etc. Esta situación evidentemente cursa a la vez con cansancio y fatiga en los actos de la vida cotidiana.
Aspecto tóxico. Un primer síntoma de posible aparición de una peritonitis aguda es que se suele presentar un aspecto enfermizo, con la piel de color terroso, la nariz afilada, sudor frío o depresión psicológica.
Causas
Infección por ascitis, es decir, por acumulación anormal de liquido en el abdomen.Lesión o herida en el abdomen.
Perforación del apéndice.
Úlcera gástroduodenal perforada.
Perforación del colon.
Diverticulitis (inflamaciones en puntos de la pared del colon).
Pancreatitis.
Cirrosis y otras enfermedades del hígado.
Infección de la vesícula biliar, intestinal o en la sangre.
Enfermedad pélvica inflamatoria en mujeres.
Enfermedad de Crohn.
Presencia de cuerpos o sustancias extrañas o indebidas. Pueden ser gasas, talco, almidón, o sangre, bilis, orina, que por diversos motivos han llegado a estar dentro de la cavidad peritoneal.
Ciertos tratamientos médicos: en diálsis peritoneal, se puede inflamar el punto de inserción del catéter, lo que se manifestará en turbiedad del líquido usado para esa diálisis; infecciones postquirúrgicas; infecciones en el uso de sondas gástricas.
Consejos ante una peritonits aguda
Después de leer este artículo también es aconsejable que vayas a la sección de Salud Gastrointestinal de doncomos.com donde quizás también encuentras información útil ante tu dolor. Es imprescindible actuar urgentemente si alguno de los síntomas, como el dolor abdominal, se presenta, y que sea el médico quien diagnostique si hay una peritonitis en curso o es otra la causa del dolor o del resto de síntomas.
Hay que recordar que sin tratamiento inmediato, la peritonitis se complica con rapidez, lo que a su vez extiende velozmente la infección a otros órganos del abdomen, lo que suele acabar con la muerte del enfermo en pocos días.
La temperatura debe tomarse en la boca o en el recto, pues en la axila no se refleja la situación real de la posible peritonitis.
En diálisis o en postoperatorios o cuando haya cicatrices en proceso de curación en la zona abdominal, es fundamental la observación de una higiene rigurosa y constante.