En el siguiente post, queremos descubrirte la importancia de tener una buena calidad de sueño y ver de qué manera puede verse afectado sin que seamos conscientes de ello.
El sueño es un proceso fisiológico muy importante para la salud total de las personas, especialmente para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Para estar sanos es muy importante una buena calidad de sueño y alimentación ya que son factores que intervienen en la reparación de los tejidos, la consolidación de la memoria, el crecimiento y el aprendizaje. La dificultad crónica para conciliar el sueño puede desembocar en problemas serios como déficit cognitivo, ansiedad, depresión, hipertensión y diabetes.
La alimentación que llevamos a cabo influye mucho a la hora de conciliar el sueño. Expertos de FIAB- InfoAlimenta señalan, por ejemplo, que las cenas excesivamente calóricas y el consumo de estimulantes durante las últimas horas del día dificultan la conciliación. Por su parte, elementos como el triptófano, el magnesio y el zinc lo favorecen, ya que, liberan serotonina.
Pero no es el único factor que afecta a nuestra calidad de sueño. Ciertos hábitos pueden contribuir igualmente a mejorarla. Es el caso del ejercicio físico que, al liberar endorfinas, facilita el sueño. El mejor momento para realizarlo es a última hora de la tarde, dos o tres horas antes de acostarnos. De esta forma, no estaremos muy activos a la hora de irnos a dormir.
Pero hay muchos más factores que resultan influyentes. Te dejamos aquí unos consejos para que consigas un buen descanso.
1. Dormir entre siete y ocho horas por la noche, aunque los niños y adolescentes necesitan más.
2. Moderar la ingesta de estimulantes por sus efectos y la permanencia que tienen en nuestro organismo.
3. Evitar las cenas copiosas y terminar la cena 2-3 horas antes de dormir.
4. Dormir en una habitación con una atmósfera tranquila, oscura y relajante.
5. Mantén alejados los teléfonos móviles, ordenadores, televisión y material de trabajo.
6. Acuéstate cuando estés cansado de verdad.
7. Evitar siestas largas, solo de 10-30 minutos y antes de las 17:00 horas.
8. Dejar de realizar ejercicio tres horas antes de dormir.
9. Realiza ejercicios de meditación o respiración simples para relajarte.
Y recuerda, dormir adecuadamente es sinónimo de positividad y buena salud.