Cuando hablamos del objetivo de perder peso, todos estamos de acuerdo en que es una gran idea incorporar frutas y verduras frescas. Los alimentos cultivados orgánicamente son abundantes en nutrientes y sirven a menudo como una merienda rápida y saludable.
El problema recae en el hecho de que para matar el hambre solemos decantarnos mucho más por una manzana, una naranja o un melocotón, antes que por un apio, una zanahoria o un brócoli. Es algo comprensible teniendo en cuenta que la fruta tiene es más dulce y más satisfactoria para el paladar. Pero con esa dulzura viene el azúcar.
La fruta contiene azúcar, y demasiada azúcar puede echar al garete todos los esfuerzos realizados para perder peso.
Estas son las razones:
La ingesta en exceso de azúcar hace que los niveles de insulina aumenten provocando a su vez que el organismo inicie la formación de grasa. Tener los niveles de insulina fuera de control es algo que te interesa evitar si quieres adelgazar, porque provoca que el cuerpo acumule más grasa en lugar de deshacerse de ella.
Cuando los niveles de insulina se disparan, se crean las condiciones para que aparezcan enfermedades como el síndrome del ovario poliquístico. Esto afecta a las hormonas de las mujeres y puede crear problemas para deshacerse de esos quilos no deseados.
Esto no significa que debas dejar de comer fruta por temor a cómo afectará a tu cintura. Simplemente se trata de ser conscientes de qué objetivo queremos alcanzar cuando se trata de tomar un tentempié y de evaluar la cantidad de azúcar que estamos consumiendo. Por ejemplo, si en tu dieta incluyes mucha fruta pero pocos vegetales o proteínas, quizás es hora de hacer un cambio que ayude a satisfacer las demandas del organismo.
Las frutas no son suficientes
Nuestro cuerpo necesita algo más que azúcar. Las fuentes de proteínas como los frutos secos o las alubias son una gran alternativa a la fruta. Hacer este sencillo cambio puede resolver tus problemas con el azúcar por tres razones:
Las verduras son nutricionalmente tan densas como las frutas.
El azúcar que contiene la fruta es ligeramente superior al que se encuentra en las verduras.
Los frutos secos proporcionan ácidos grasos omega cruciales que ayudan a estimular la pérdida de grasa.
Por estas razones, si quieres quitarte algunos de esos quilos que te sobran alcanzarás antes tus objetivos evitando comer demasiada fruta y sustituyendo el azúcar. Asegurarte de que tu dieta no incluye demasiado azúcar es un gran paso en la optimización de tu plan de salud y te ayudará a perder peso más rápidamente.
Verduras y más verduras
Para mucha gente, comer verduras no es tan apetecible como comer fruta. Si eres de esas personas aquí tienes un consejo para convertir las verduras en un manjar mucho más apetecible:
Hacer un batido de tus verduras favoritas puede ser una manera rápida de ingerir una gran cantidad de nutrientes de una sola vez. Utilizar zanahorias, tomates o apios para hacer un batido puede puede servir para hacer un refrescante batido vegetariano que también funcione como un impulso de energía.
¿Entonces es malo comer frutas?
Por supuesto que no, pero hay que tener presente que el concepto “exceso de fruta” también existe. Con los esfuerzos que a veces hacemos para mantener el peso y estar más saludables, no hay que ignorar que comer demasiada fruta (y en consecuencia demasiado azúcar) puede significar dar pasos atrás en el objetivo final.
Simplemente haciendo algunos cambios e incorporando otros alimentos como verduras o frutos secos, puede ayudarnos a resolver el problema de no rebajar el peso al ritmo que nos gustaría.
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