Descubren un posible mecanismo para frenar la progresión del Parkinson
Según un estudio publicado por la revista Molecular Biology (que no puedo enlazar porque no encuentro online), la proteína priónica conocida como PrPc es la clave para frenar la evolución de la enfermedad del Parkinson. El hallazgo se lo debemos, entre otros, a la Universidad de Barcelona y la IBEC, ya que uno de sus equipos de investigación han sido los que han dado en el clavo para descubrir esta proteína que permitiría frenar la progresión de esta enfermedad degenerativa. Se trata del equipo de científicos del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC).
Hay que decir que han habido otros centros y grupos de estudio que han formado parte de la investigación y a los cuales también cabría nombrar como son los grupos de investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona y del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED).
En la enfermedad del Parkinson intervienen unos agregados anómalos conocidos como cuerpos de Lewy, los cuales se generan dentro de las neuronas mediante una alteración de la proteína alfa-sinucleína. Esta proteína la encontramos en gran cantidad en el citoplasma de las neuronas.
La PrPc no es más que una proteína específica que puede servir como diana terapéutica para evitar el progreso de ciertas enfermedades nuerodegenerativas, entre las cuales destaca el Parkinson.
José Antonio del Río, catedrático del Departamento y del Instituto mencionados e investigador principal del Grupo de Neurobiología Molecular y Celular del IBEC y también coordinador de la investigación señaló que:
“la PrPc es una pieza clave para la propagación los cuerpos de Lewy. Si pudiéramos evitar que se formaran y se propagaran estas acumulaciones defectuosas, podríamos detener la progresión de la muerte neuronal en enfermedades como el Parkinson “.
Laura Urrea, compañera e investigadora de este estudio que forma parte del grupo de investigación del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Facultad de Biología, del IBEC y del instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona dijo:
“Hemos visto claramente como la alfa-sinucleína es capaz de viajar de una región cerebral a otros, dejando a su paso un número muy alto de neuronas muertas y otras moribundas”.
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