En mi opinión, la convivencia entre lo espiritual y lo mundano, lo divino y lo cotidiano, todo ello dentro de la misma persona –que es algo que cuesta aceptar- y en este mundo y en las circunstancias en las que cada uno está, es una tarea difícil de compaginar.
Pero no hay otra opción.
Hemos de seguir viviendo con lo que se nos presenta en nuestro día a día y, sin negarlo ni abandonarlo, hemos de atender a nuestra espiritualidad, a nuestro Desarrollo Personal, a la evolución como especie humana, y al proceso de religar nuestras partes dispersas y volver a formar un Todo: lo que somos en esencia.
VIVIR REQUIERE VERDAD. No es adecuado fundar algo sobre la base de una mentira, ya que su destino quedaría condenado al fracaso, y EL AUTOENGAÑO ES UN GRAVE ERROR Y UN PECADO IMPERDONABLE. Uno no puede aspirar a la verdad en su vida, y menos aún a la Gran Verdad, si vive en la mentira. UNO NO PUEDE VER LA LUZ SI SIGUE VIVIENDO EN LAS TINIEBLAS Y NO HACE LO NECESARIO POR SALIR DE ELLAS.
Uno ha de tener la valentía de mirar las cosas cara a cara y querer de ellas nada más que la verdad, y ha de eludir el conformismo con aquello que interesa aunque no sea cierto, con lo que resulta fácil o cómodo, con quedarse en lo ilusorio, o con las mentiras que hacen más llevaderas las situaciones complicadas, porque sólo lo real es real y no es real aquello que simplemente lo aparenta.
ES MALA LA IGNORANCIA, PERO ES PEOR CONFORMARSE CON QUEDARSE EN ELLA.
Conviene más la sinceridad en la búsqueda, y conviene tener claro qué es lo que uno está buscando, para no perder el tiempo con lo que no interesa. ¿Para qué correr mucho si uno corre en la dirección equivocada?, ¿Para qué buscar conocimientos externos si lo que uno desea es su propia Sabiduría Interna?, ¿Para qué quedarse en la superficialidad de las cosas si lo que uno desea es profundizar en ellas o en uno mismo para alcanzar el Uno Mismo?
Buscarse no es embarcarse en cualquier actividad que aparente ser lo que buscamos o sugiera que es el camino adecuado. Uno se busca a sí mismo, y ese Sí Mismo es espíritu, o alma, o divinidad, así que conviene buscarse desde esa esencia que se busca a sí misma, y no desde la intelectualidad que busca explicaciones razonables para engordar el currículum.
Buscarse es una tarea del corazón, de los sentimientos internos, de la intuición, del alma que se busca, y no un asunto del estómago que busca llenarse con cualquier cosa que le sacie el hambre de conocimiento.
EL ALMA NO BUSCA CONOCER, BUSCA CONOCERSE.
Y eso se hace desde otro plano que no es el intelectual.
Para VIVIR la propia vida se requiere separarse de este mundo mientras se sigue en este mundo.
En muchas ocasiones, parece que uno es el protagonista principal del mundo y que la Tierra gira alrededor de uno mismo. Uno se sumerge excesivamente en la vivencia de lo cotidiano mientras olvida SU VIDA. Uno se deja arrastrar y engullir por lo acostumbrado mientras aplaza una y otra vez encontrar el Sentido de su Vida.
VIVIR ES MUCHO MÁS QUE ESTAR VIVO.
Uno ha de lograr estar en el mundo pero sin ser esclavo del mundo y las cosas mundanas. Usar el mundo y la vida como lo que son: el lugar y la circunstancia donde desarrollarse. DONDE DESARROLLARSE. No simplemente donde estar.
Ese Desarrollo Personal, que implica obligatoria e inseparablemente un Desarrollo Espiritual, requiere una atención distinta, casi exclusiva, de modo que el mundo y lo que pasa en el mundo queden en un segundo plano.
Si uno es consciente, vive, está aquí, pero lo cotidiano se difumina y pierde intensidad, y lo que sobresale –que es lo que ha de convertirse en el objetivo principal- es el darse cuenta de que la vida no es lo primordial sino que es el campo donde desarrollar la espiritualidad o la divinidad.
Uno necesita la vida para expandirse -que es más que vivir-, para llegar a ser realmente, y para parir el potencial que ya se encuentra en lo superior del interior.
Por eso es recomendable que abandones tu vida –la que está llena de cotidianidad, de desatención, de vacíos, de frustraciones internas, de desperdicio de tiempo y vida- para que comiences a VIVIR TU VIDA –la que se completa con la espiritualidad, con el contacto con la propia divinidad, con la trascendencia, y con todo eso que nuestra intuición sabe y nos presenta de vez en cuando-.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
“Oír o leer sin reflexionar es una tarea inútil”. (Confucio)
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