¿Es el café bueno para nosotros y nuestra salud? Es algo que nos solemos preguntar a menudo y la cantidad de información que podemos encontrar al respecto no hace más que añadir leña al fuego de la confusión.
La cafeína es la sustancia más conocida del café y que normalmente es la gran odiada, a pesar de encontrarse en un uno o dos por ciento de concentración en los granos de café. Ahora que se están realizando estudios más en profundidad, se está investigando el papel de otros de sus componentes en el metabolismo y la glucosa.
La verdad es que el café, como casi todo en esta vida, nos sienta diferente a cada persona, pero si estás estresado, cansado, deprimido o incluso no comes bien, el café no debería ser tu medicina, por las siguientes razones:
1. Aumenta el estrés y tu nivel de azúcar en sangre, por lo que también puede producir inflamación del cuerpo y hacernos sentir más hinchados.
2. Puede ser perjudicial para nuestra salud cardiovascular. La cafeína dificulta el correcto funcionamiento de las células de nuestro cuerpo para regular los niveles de azúcar en sangre, lo cual puede ser peligroso para nuestro corazón a largo plazo.
3. Aunque tiene muchos antioxidantes, siendo esta una de las principales razones por las que se recomienda en algunas dietas, tiene muchos efectos negativos como el aumento de triglicéridos y colesterol malo.
4. Los alimentos que tienen mucha acidez pueden resultar a veces nocivos para nuestro sistema digestivo y provocar efectos no deseados como indigestión o reflujo. Además también mancha los dientes, por lo que tiene efectos estéticos también bastante incómodos.
5. Bebemos café para estar más despiertos, pero acabamos durmiendo peor precisamente por su culpa y entramos en una cadena difícil de romper.
6. El café como bebida diurética nos hace orinar más veces al día, lo cual hace que nos deshagamos no sólo de toxinas sino de minerales importantes para el correcto funcionamiento de nuestro organismo así como de la serotonina u hormona de la felicidad. El café no te hará más feliz, sino más bien todo lo contrario.
7. Este es probablemente el efecto más llamativo y visible: produce adicción. Si tu cuerpo depende del café para empezar el día y tu humor cambia en función de éste, se debe a que el café es tu droga.
Y si encima te gustan los cafés industriales llenos de caramelo, crema y azúcar, el problema se agrava, porque probablemente no sólo eres adicto al café, sino también al azúcar y toda tu energía mañanera probablemente se deba a este mix, pero también el bajón posterior debido a la necesidad de otra taza de café.
Si crees que el café afecta a tu día a día y dependes de él más de lo que te gustaría reconocerte incluso a ti mismo, abre tu mente a la posibilidad de dejarlo por un tiempo y ver cómo te encuentras.
Durante el tiempo de desintoxicación intenta beber mucha agua, sobre todo por las mañanas y duerme más horas si tu cuerpo te lo pide. Sustituir horas de sueño por café, nunca debió ser la solución.
Una buena idea es tener un diario sobre los efectos que observes en tu cuerpo, al principio parecerá que el lado negativo pesa más en la balanza, pero poco a poco redescubrirás la energía natural que se encuentra dentro de ti.
La mejor manera de inyectar energía a nuestro cuerpo es mediante una dieta sana y equilibrada acompañada de ejercicio.
El consumo moderado de café no es el problema, el problema surge cuando dependemos tanto de él como para adaptar nuestra vida a sus dictados.
Este artículo ha sido escrito por Alexandra Mendoza.