De acuerdo a las estadísticas, 2.000 millones de personas poseen anemia a causa de la carencia de hierro. En ocasiones quienes la padecen, no logran asociar los síntomas con una deficiencia de este importante mineral.
De este tema hablaré a solicitud de Alice, una seguidora de Vermont. Ella es una joven muy activa, que practica ciclismo de montaña de forma regular, pero desde hace poco tiempo comenzó a tener síntomas de cansancio, fatiga, manos y pies fríos, además al mirarse al espejo, su cutis está pálido. Por otra parte ha visto como ahora sus uñas se quiebran fácilmente. Ella se comunicó conmigo pues quería saber cual era el origen de ese cansancio y esa fatiga.
Yo le comenté, que esto posiblemente ´puede ser deficiencia de hierro, pero era importante realizar un examen hematológico completo. Además de ello, le envié información sobre la importancia del hierro en nuestro organismo y como se manifiestan sus deficiencias.
Posiblemente algunas personas posean algunos síntomas poco frecuentes que pueden indicar carencias de hierro. Por ello, decidí compartir este artículo en mi página.
Algunos elementos generales acerca del hierro
A pesar de que la abundancia del hierro terrestre es elevada, no se puede decir lo mismo de su disponibilidad. Así, las principales fuentes de hierro metabolizable por el organismo, se presentan bajo la forma de hierro hemo y hierro no hemo.
De acuerdo a los estudios se sabe que, el hierro hemo posee una alta biodisponibilidad (15 al 35%). Sus principales fuentes son la hemoglobina y la mioglobina, presentes en alimentos de origen animal, como pescados, aves y carnes.
A su vez, las principales fuentes del hierro no hemo son las verduras, frutas, cereales y legumbres. Para los expertos, este tipo de hierro posee una menor absorción (2 al 20%). Ello se debe a que no emplea las mismas vías que el hierro hemo, es decir los mismos transportadores.
Además, la absorción del hierro no hemo está influenciada por ciertos componentes de la dieta, que pueden actuar como inhibidores. Entre ellos destacan, el ácido fítico, calcio, proteínas parcialmente digeridas y polifenoles.
Es importante mencionar, que existen ciertos mecanismos que pueden actuar como potenciadores de la absorción del hierro no hemo. Entre ellos destacan el ácido ascórbico (vitamina C) y tejido muscular.
El hierro en el cuerpo humano
De acuerdo a los estudiosos, dado que el hierro biológicamente disponible es escaso nuestro cuerpo posee mecanismos que compensan este efecto. El mecanismo principal para lograrlo, es mediante la conservación y el reciclaje eficiente del hierro.
La mayor cantidad de hierro se encuentra en la hemoglobina. Esto equivale a unos dos gramos de hierro, el cual es reciclado por células especializadas, una vez que el glóbulo rojo envejece.
Dichas células (macrófagos recicladores de hierro), constituyen junto a las células del hígado el mayor lugar de almacenamiento de hierro.
Se sabe, que el resto de las células de nuestro cuerpo poseen menores cantidades de hierro. La suplencia de las necesidades diarias de hierro, permiten apoyar principalmente la producción de glóbulos rojos.
Se estima que este proceso, además de la síntesis de otros componentes celulares, requiere de 20 a 25 mg de hierro. Cabe destacar, que entre uno a dos mg de hierro son incorporados mediante la absorción de los alimentos.
Esta cantidad equilibra la pérdida no regulada de hierro (1 a 2 mg) que ocurre debido a la descamación del epitelio y sangramientos (heridas y menstruación).
El epitelio incluye la capa de células, que recubren los diversos sistemas corporales. A saber los sistemas urinario, reproductivo, digestivo, respiratorio y circulatorio.
Funciones del hierro en nuestro cuerpo
El hierro forma parte del proceso de eritropoyesis o formación de glóbulos rojos y hemoglobina. La ciencia conoce hace tiempo, que el hierro es un componente esencial de la hemoglobina.
Esta proteína presente en los glóbulos rojos se encarga de transportar el oxígeno desde los pulmones a los tejidos corporales. Este proceso permite mantener las funciones vitales básicas, incluyendo además las que realiza el cerebro
A su vez el hierro forma parte de la mioglobina, una proteína localizada en los músculos. Su función principal consiste en suministrar oxígeno, favoreciendo la satisfacción de las demandas de energía.
Cabe destacar, que el hierro además participa en el proceso de división celular.
De esta forma, el hierro permite:
Incrementar la producción de energía
Disminuir la fatiga corporal
Optimizar la función cognitiva
Apoyar el fortalecimiento del sistema inmunitario
Realizar el transporte de oxígeno en nuestro organismo
Producir glóbulos rojos
Promover la formación de nuevas células.
¿Cuáles son las posibles causas de bajos niveles de hierro en el cuerpo?
Es oportuno recordar que casi la totalidad de los 3 a 4 gramos de hierro presentes en una persona adulta sana se almacenan en la hemoglobina. A su vez, la mayoría del hierro restante se ubica a nivel del bazo, médula ósea e hígado.
Cabe destacar, que un inadecuado consumo de hierro o la pérdida del mismo acarrearán el desarrollo de anemia ferropénica.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan la ingesta de 18 mg de hierro al día para las mujeres de 19 a 50 años y 8 mg al día para los hombres y mujeres de 51 años en adelante.
Asimismo, quienes practican deporte necesitan mayores niveles de hierro debido a la pérdida experimentada por el desgaste y sudor.
Así, las causas de la anemia ferropénica o bajo niveles de hierro son:
Pérdida de sangre
Como ya se ha mencionado, la mayor cantidad de hierro se encuentra almacenada en los glóbulos rojos. Por ello, cualquier pérdida de sangre implicaría una disminución considerable de los niveles de hierro.
Se ha determinado, que las mujeres con menstruaciones abundantes pueden presentar anemia ferropénica, debido a la cantidad de sangre perdida.
También, pérdidas de sangre crónicas ocasionadas por úlcera péptica, pólipos intestinales, hernia hiatal o cáncer colorrectal podrían generar anemia ferropénica.
De hecho, las hemorragias gastrointestinales podrían producirse por el empleo frecuente de ciertos analgésicos tales como la aspirina.
Niveles inadecuados de hierro en la dieta
Por lo general el organismo suple las necesidades de hierro a partir de los alimentos consumidos. Si la ingesta de hierro es insuficiente, a la larga se presenta una deficiencia de este mineral.
Según los expertos podemos destacar, que existen alimentos con altos niveles de hierro. Dentro de los que resaltan: verduras de hoja verde, huevos, carne y alimentos enriquecidos con hierro.
Para un crecimiento y desarrollo adecuados, los bebés y niños también necesitan hierro en su dieta.
La ingesta diaria recomendada (IDR) a partir de siete meses, son de 11 mg diarios. Esto se relaciona con el crecimiento y desarrollo cerebral, lo cual implica un mayor suministro de sangre.
A su vez, entre 1 y 3 años, la IDR, es de 7 mg diarios. Posteriormente entre 4 a 8 años, el suministro recomendado es de 10 mg diarios de hierro.
Disminución de la capacidad intestinal para absorber el hierro
Se sabe, que el ácido clorhídrico estomacal posee un rol fundamental en la absorción del hierro, principalmente el no hemo. Este ácido favorece la liberación del hierro de los alimentos, produciendo sustancias que se absorben más fácilmente.
Aun así, la anemia perniciosa, los medicamentos para la acidez y el bypass gástrico, pueden limitar su absorción intestinal.
Cabe destacar, que cualquier enfermedad que pueda dañar el recubrimiento del intestino delgado pone en riesgo la absorción de hierro.
Así, muchas enfermedades inflamatorias, incluyendo la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, pueden provocar deficiencias de este mineral.
Incluso, las personas con enfermedad celíaca, también suelen presentar problemas de absorción de hierro.
Embarazo
Se ha determinado, que cerca del 40% de las mujeres inician su embarazo con reservas de hierro bajas o inexistentes.
De acuerdo a la OMS, la prevalencia mundial de la anemia entre mujeres embarazadas es del 55,9%. Debido a esta realidad, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda que las mujeres embarazadas ingieran suplementos de hierro.
Esto permitirá el incremento del volumen de sangre corporal, además como fuente para proveer hemoglobina al bebé en crecimiento.
¿Cuáles son las señales de que podrías tener una deficiencia de hierro?
Según los especialistas, la carencia de hierro es el déficit nutricional más frecuente a nivel mundial. Cuando los niveles de hierro se encuentran por debajo de los niveles requeridos se produce lo que se denomina anemia ferropénica.
Este tipo de anemia puede corregirse mediante el empleo de suplementos de hierro. En ocasiones los especialistas sugieren la realización de pruebas como la endoscopia, cuando sospechan que existen hemorragias internas.
Presencia de fatiga y sensación de cansancio
Los procesos de cansancio o agotamiento extremos pueden indicar muchos tipos de patologías. Sin embargo, cuando esta sensación se ha tenido por cierto tiempo es importante realizar un diagnóstico de los niveles de hierro.
El agotamiento extremo puede ser señal de muchas dolencias y afecciones diferentes. Por ello, se deben comprobar los niveles de hierro si existe agotamiento durante periodos de tiempo prolongados.
El Instituto Nacional del Corazón los Pulmones y la Sangre, afirma que la fatiga es el síntoma más común por falta de hierro. Según ellos, esto se produce porque el cuerpo no puede transportar de forma eficiente el oxígeno a la sangre.
Así, al no contar con suficiente oxígeno por la falta de hemoglobina, se produce letargo y debilidad.
Pérdida de cabello notoria
Posiblemente muchas personas no asocian este signo con una deficiencia de hierro, sin embargo, la ciencia ha comprobado su relación. Así, según los especialistas cuando el folículo piloso no recibe suficiente cantidad de oxígeno, entran en fase de reposo.
Este cambio de fase, produce que el cabello se caiga. Se ha comprobado, que el cabello deja de crecer hasta que se produzca una mejoría de la suplencia de oxígeno. Es decir, se logre superar el efecto de la anemia ferropénica.
Debilitamiento del sistema inmunológico
De acuerdo a los especialistas, cuando existe algún tipo de deficiencia nutricional ocurre un agotamiento del sistema inmunológico. La ciencia ha detectado que cuando existen bajos niveles de hemoglobina no se realiza una oxigenación adecuada en el bazo.
La importancia del bazo se sustenta en su efecto sobre el combate de las infecciones, dado su rol de producir glóbulos blancos. De hecho, la mayoría de las funciones de este órgano se vinculan con el sistema inmunitario o el flujo sanguíneo.
Vale destacar, que de acuerdo a un estudio publicado en Frontiers in Immunology el 2020, se pudo determinar la importancia del hierro sobre el sistema inmunológico.
Según este estudio, realizado en lactantes de Kenia, se observó la importancia de corregir deficiencias de hierro antes de la colocación de vacunas. De esta forma se corroboró que la suplementación de hierro incrementó la respuesta primaria a la vacuna del sarampión.
Desequilibrios en el funcionamiento del sistema cardiovascular
De acuerdo a los especialistas del Centro Médico de la Universidad de Maryland, la taquicardia es frecuente en la anemia. Especialmente la anemia ferropénica causada por un déficit de hierro.
Ello ocurre porque el corazón debe bombear más rápido para suplir la deficiencia de oxígeno en tejidos y órganos.
Además del incremento de la frecuencia cardíaca en estado de reposo, la anemia ferropénica origina una frecuencia cardíaca prolongada. Se ha observado, que esta frecuencia se dispara cuando se realiza ejercicio.
Se ha detectado además, que la deficiencia de hierro prolongada provoca una disminución del suministro de oxígeno. Esto podría ocasionar efectos negativos cardiovasculares y cerebrales.
A su vez, este efecto puede conllevar al daño a diversos órganos del cuerpo, pudiendo en algunos casos, ocasionar la muerte.
Palidez
Cuando se menciona el término palidez, se refiere a que la piel se ve más clara de lo habitual. Esto puede presentarse en personas de cualquier tono de piel.
Por lo general, la hemoglobina contribuye a que las personas de piel más clara, luzcan tonalidades rosadas. Sin embargo, una forma sencilla de observar la deficiencia de hemoglobina, asociada a la carencia de hierro, es observando la parte interna del párpado inferior. Si se observa rojo, es probable que no tengas deficiencias de hierro.
De acuerdo a los investigadores, cuando existen deficiencias de hierro, los glóbulos rojos disminuyen de tamaño y tienden a verse más pálidos.
Cuando realizas ejercicio y se presentan tonos azulados (cianosis), se debe a la baja cantidad de oxígeno en la sangre. La palidez o colores más claros de lo habitual, se perciben también en la esclerótica o parte blanca del ojo.
También, estos cambios se pueden observar en el interior de la boca y en las uñas de pies y manos.
Concluyendo
El hierro es capaz de jugar un papel vital en muchas funciones corporales. Su principal aporte a nuestro metabolismo es el de facilitar el trasporte de oxígeno a todas las células del cuerpo. Esto es posible, gracias a la presencia de una proteína fundamental denominada hemoglobina.
El hierro presente en la hemoglobina produce una serie de beneficios. Entre ellos: mejora de la velocidad de curación, mantiene saludables el cabello, la piel y optimiza el desarrollo cerebral.
Asimismo, incrementa los niveles de energía y el apetito, refuerza el desempeño del sistema musculoesquelético y promueve un embarazo saludable. Y algo muy importante, contribuye en el adecuado funcionamiento del sistema inmunológico.
El hierro que se consume en la dieta, proviene de dos fuentes diferentes: las plantas y los animales. Cuando los niveles de consumo de hierro no son adecuados, o existen condiciones que impiden su absorción, se producen deficiencias.
Estas deficiencias generan una serie de signos y síntomas que son perceptibles. Entre ellos destacan, la palidez, desequilibrios cardiovasculares, bajo nivel de las defensas, fatiga generalizada y pérdida notoria de cabello.
Para Alice la información recibida, que es la misma que comparto en el post, fue muy aleccionadora. Cuando ella la leyó, se comunicó conmigo y mencionó que ya sabía con exactitud, lo que había generado la fatiga.
Además de ello, al estar practicando su deporte preferido, tomaba barras energéticas, lo que ocasiono que saltara algunas comidas. Cuando acudió al laboratorio sus exámenes salieron muy bien, pues, había ingerido alimentos con alto contenido de hierro días previos. Para ella fue una buena lección, pues conoce un poco mejor la importancia del hierro para la salud integral.
“Las principales consecuencias para la salud de la anemia incluyen un mayor riesgo de mortalidad materna e infantil, deterioro del desarrollo cognitivo y físico en los niños, reducción del rendimiento físico y la productividad laboral en los adultos y deterioro cognitivo en los ancianos”
Dra. Jodie L. Babitt, MD
Centro de Biología de Sistemas, Hospital General de Massachusetts
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3999603/
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https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/iron-deficiency-anemia/symptoms-causes/syc-20355034