El cambio como impulso
Dicen que los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida. La actitud que tomemos frente al cambio depende de nosotros mismos. Nadie puede quitarnos el amargor de la situación, pero podemos convertir la crisis en oportunidad.Vivimos en un mundo donde es difícil parar por voluntad propia. Estamos rodeados de obligaciones y tareas que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo. Hay épocas de nuestra vida en la que vivimos por inercia, sin pararnos a pensar si lo que estamos haciendo es lo que queremos realmente.
El confinamiento y las consecuencias del Coronavirus nos ha obligado a parar. ¿Y si es el momento de aprovechar y pensar qué es lo que queremos en nuestra vida? A nivel profesional, cuando comenzamos a trabajar muchas veces entramos en una dinámica de la que nos cuesta salir. Nos acomodamos a un trabajo, un lugar, unas responsabilidades que quizá nos hicieron feliz antes, pero no es lo que nos gustaría dedicarnos el resto de nuestra vida.
Es el momento de tomar este “bache” como impulso, de redirigir nuestra vida profesional.
Quiero redirigir mi vida Pero ¿cómo?
Trabajemos la paciencia, los cambios requieren tiempo
En primer lugar, es necesario tener en cuenta que los cambios necesitan de un tiempo para poder conseguirlo. Habrá veces que el tiempo sea menor, otras veces se alargue más, pero es fundamental mantener una actitud de constancia, paciencia y no caer en la desesperación.Practica la autoobservación
La autoobservación nos permite conocernos a nosotros mismos. A través de ella podemos descubrir cosas de las que no éramos conscientes, detectar nuestros miedos y nuestros deseos.Conocernos a nosotros mismos tiene, además, un carácter motivador. Ser conscientes de lo que queremos nos orienta al cambio, nos motiva a realizar aquellas conductas que nos acercan a lo que deseamos.
Toma decisiones: toma las riendas de tu vida
Tomar decisiones suele provocarnos una sensación agridulce. La toma de decisiones supone hacer frente a la incertidumbre, al miedo a lo desconocido, algo que nos desagrada. Sin embargo, tomar decisiones nos acerca a la libertad. Cuando hablamos de sentirnos libres nos referimos a la capacidad de decidir por nosotros mismos, de ser autónomos respecto a nuestro futuro y nuestras acciones, de ser los dueños de nuestra vida.Tomar decisiones supone estar más cerca de lo que deseamos, de lo que queremos ser y, por tanto, de nuestra felicidad.
A continuación, te proponemos una técnica con seis pasos para que el momento de decidir sea un poco más sencillo:
Lluvia de ideas
Haz una lista con todas las opciones que se te ocurran. No importa que parezcan simples o difíciles de realizar. Nuestro cerebro actúa por conexiones, es posible que de una tontería se nos pueda ocurrir una gran idea.
Anota los pros y los contras que detectas de cada opción
Es importante analizar los pros y contras tanto a corto plazo como a largo plazo.
Añade un valor a cada pro y contra
Los pros y los contras no suelen tener el mismo peso y valor. Da un valor del 1 al 10 a cada uno.
Elige la opción que consideres más acertada
Redacta los pasos y acciones que te lleven a la opción tomada
Pon el plan en marcha ¡Es hora de actuar!
Comunícate con tu entorno y no temas al miedo
Aunque la decisión dependa de ti, es importante comunicar las diferentes opciones e ideas con tus seres queridos.Compartir las ideas con otras personas puede darnos una visión diferente de ellas o generarnos ideas nuevas que no hemos contemplado. Además, contar con el apoyo de las personas de nuestro alrededor en los momentos de cambio es fundamental para superar de mejor manera los baches que se nos puedan presentar durante el proceso.
No olvides que el proceso de cambio requiere tiempo y constancia. Podemos a veces sentir miedo y querer volver a lo conocido. Esta emoción, aunque es natural, puede jugarnos una mala pasada y bloquearnos. Sin embargo, superar ese miedo es necesario para disfrutar de una vida plena y como realmente queremos.
Recuerda también que las decisiones tomadas no son inamovibles. Quizá tengamos que redirigir nuestro camino varias veces antes de llegar a la meta y probar diferentes alternativas. Lo importante es mantener una visión clara de nuestro objetivo y encaminarnos hacia él.
Si tomar decisiones te genera más malestar de lo habitual o el miedo al cambio te impide actuar, es recomendable acudir a ayuda profesional. Desde Psicólogos Málaga PsicoAbreu podemos orientarte y ayudarte a poner en marcha los cambios que deseas. Te acompañaremos en el camino hacia tus metas.
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