La idea principal de una buena afeitada o el ejercicio de afeitarse, nada tiene que ver con la propia salud del hombre: es más bien una mera cuestión estética o de belleza.
Aunque, una vez desarrollada la tarea, y también cuando la misma está llegando a su fin. Sí hay muchos puntos de enlace entre afeitarse y cuidar nuestro organismo: es necesario hidratar la piel, proteger nuestra barbilla y responder de forma práctica y sana ante esos siempre posibles accidentes, principalmente las cortaduras.
El hombre y una buena afeitada
Afeitarse implica una doble transformación: la del hombre con barba hacia un sujeto lampiño y la de la actividad meramente estética, hacia otra ciertamente más importante en la cual el físico del hombre también desempeña un rol importante.
Es justamente por ello que debemos entender la noción de “una buena afeitada”, no solo como un truco publicitario para “lograr una afeitada más al ras”; sino también como un modelo para saber responder ante ciertas circunstancias que atentan contra nuestro físico.
A continuación, presentamos algunos concejos, trucos y recomendaciones para una afeitada práctica, útil pero también muy saludable.
Afeitarse antes o luego de la ducha
Es un gran beneficio, afeitarse durante o después de la ducha. Las razones son simples: tanto el agua caliente como el vapor funcionan de forma excelente para abrir los poros y, al producirse ese efecto, se logra que el vello se ablande. De esta manera, no nos veremos obligados a forzar la hoja de afeitar sobre nuestra piel, con demasiada fuerza.
Mantener mojada la piel y la cuchilla
Mantener la cuchilla tan mojada como la piel, es un detalle que muchos olvidan. Es importante, claro, que nuestra piel no esté seca durante el proceso de afeitarse, pero es igual de trascendental que tampoco la cuchilla lo éste. Con esto lograremos que la hoja de afeitar se deslice mejor y cause menos daño.
Cuando nos afeitamos, debemos hacer el siguiente manejo del agua fría y caliente de acuerdo a este orden: usa agua caliente durante el afeitado y agua fría luego del mismo para cerrar los poros, refrescar la piel y evitar el sangrado si hubo algún corte. Tan sencillo como eso.
Prefiere una máquina eléctrica
Opta por una máquina de afeitar eléctrica. Aquí entramos en un terreno que, por supuesto, no es indispensable, pero si recomendable. Las nuevas tecnologías han transformado el proceso de afeitarse, en un ejercicio casi perfecto: con las máquinas de afeitar podemos regular la velocidad y llegar a las zonas más complicadas, sin necesidad de apretar la herramienta contra el rostro.
Además, ahorra mucho tiempo y representa menos peligros a la hora de los cortes. Más que una buena opción.
Otros consejos para una afeitada perfecta
Otro gran truco a la hora de sacar la barba, es no hacerlo en contra de la dirección de crecimiento del vello. Si bien proporciona un mejor acabado, daña la piel que, sin duda, es más importante que cualquier look tendencia.
Atender a los cortes de forma rápida y eficaz es un requisito indispensable. Es necesario usar material descartable (toallas solo en el caso de que, luego, las lavemos al instante sin que tengan contacto con otra persona).
Es posible lucir un rostro con una perfecta afeitada y saludable. Sólo sigue estos consejos sencillos.