Es importante, antes de comenzar a analizar estos consejos, que se entienda que hay veces en las que nada puede solucionar una diferencia o problema en la familia. En esos momentos, y siempre antes de recurrir a la violencia, es preferible alejarse, tomar distancia y poder analizar desde la lejanía lo que sucede. Es preferible una familia donde los padres están separados a una pareja que se fuerza a seguir junta simplemente “por los hijos”. Lo importante es buscar la salud mental y proteger el equilibrio para todos los miembros de la familia. Dicho esto, analicemos qué opciones hay que pueden ayudar a solucionar problemas de convivencia.
1. Dedicar tiempo a la familia
Es muy importante generar un clima de convivencia agradable donde todos los integrantes de la familia se interesen los unos por los otros. Por eso, es fundamental que los hermanos se apoyen entre sí en sus actividades, y también los padres. De esta manera se generan vínculos que van más allá del mero hecho de ser familia. Mostrar interés y compartir tiempo juntos es clave para que la convivencia sea más positiva.
2. Almorzar y cenar en familia
El momento de la comida es fundamental compartirlo con toda la familia. Así se pueden estrechar los vínculos y conversar de diferentes temas de manera más relajada. En caso de tener una agenda muy ocupada que no permita almorzar o cenar todos juntos, se recmienda aendar un día y acordar que siempre se coma en familia en ese momento. Así se le da un valor específico a lo que hacemos y demostramos que hay interés y deseos de solucionar los conflictos.
3. Espontaneidad
Si bien organizarse a veces resulta difícil para los adultos, es recomendable que el vínculo familiar se desarrolle de forma espontánea. Viendo una película, creando juegos o simplemente pasando el rato en familia. De esta forma, los más pequeños no sentirán que se trata de una obligación. La convivencia en casa debe tener muy en cuenta los sentimientos de cada integrante para lograr un espacio de comunicación y diversión conjunta.
Cuando hablamos de la convivencia en el hogar, es muy importante resaltar el afecto y la atención que se brindan entre padres e hijos. Hay que prestar el oído, saber escuchar y aconsejar, prestar el hombro para los momentos en los que se necesita descargar una situación triste o de enojo, y así ir tejiendo una relación mucho más sana y sincera entre todos los miembros de la familia.