Aprendiendo en el camino
La mayor parte de las personas que dejan de fumar, ya han tenido al menos un intento previo para abandonar el cigarrillo que no tuvo éxito. Sin embargo, no hay que lamentarse por los intentos pasados y verlos como fracasos, sino que son instancias de aprendizaje.Una buena manera de emprender el desafío de abandonar el cigarrillo es conocer los síntomas y efectos que puede haber en nuestro organismo cuando abandonemos la nicotina. Por ejemplo:
Habrá un deseo intenso de nicotina en los primeros días, incluso puede prolongarse algunas semanas o meses.
Aumentan los picos de ansiedad, tensión, impaciencia o frustración.
Puede haber problemas para mantener la concentración.
Dolor de cabeza.
Insomnio, problemas para dormir.
Aumento de peso, incremento del apetito.
Depresión, irritabilidad.
La intensidad de los síntomas está ligada a la cantidad de tiempo que cada persona fumó. Además, la cantidad de cigarrillos que consumía también puede verse reflejada en la intensidad de los síntomas.
Cómo empezar a abandonar el cigarrillo
Para empezar a abandonar el cigarrillo puede resultar útil fijar una fecha para empezar el proceso de dejar el cigarrillo. Antes de la fecha elegida puedes empezar a reducir el consumo de cigarrillos, siempre es importante tener en cuenta que no existe un nivel seguro de consumo de tabáco.Una buena forma de reafirmar la voluntad para dejar el cigarrillo es hacer un listado de los motivos por los cuales usted busca dejar el tabaco. Recuerde diferenciar entre los beneficios a corto plazo y los beneficios a largo plazo. También puede resultar útil detectar los momentos en los que hay mayor propensión a fumar para reducir la tentación.
Otro consejo importante es comunicarle a tus amigos, familiares y compañeros de trabajo que tienes planeado dejar de fumar. Infórmeles en qué fecha va a empezar y cuáles son los posibles síntomas que vaya a atravesar. De esa forma sabrán que esperar en los días venideros.
Una vez detectados los momentos en los que hay mayor propensión a fumar, piense qué va a hacer para reducir la ansiedad. Puede ser eficaz reemplazar algunas rutinas, por ejemplo: si fumaba mientras tomaba una taza de café, puede ser mejor reemplazarla por una taza de té.
Para combatir la ansiedad, hay que encontrar actividades que mantengan ocupadas las manos y la mente. Tampoco es conveniente que sean actividades demasiado exigentes o agotadoras, sino más bien acciones para mantener siempre la mente ocupada. Puede ayudar un juego de computadora, una lectura o hacer crucigramas, por ejemplo. Estos son acercamientos posibles a actividades para dejar de fumar.