Lucir unas piernas libres de celulitis y eliminar la piel naranja es algo facil de lograr si sabemos como. Hoy les traemos remedios y soluciones caseras para alcanzar ese objetivo.
¿Qué es la celulitis?
La celulitis o piel de naranja es uno de los problemas estéticos que a más mujeres afecta y preocupa en todo el mundo. Este trastorno tan común se da por la acumulación excesiva de grasa y toxinas en áreas claves del cuerpo, destacando la zona de los muslos y los glúteos. Existen numerosos remedios para reducir notablemente la celulitis, por más que sea difícil, se puede reducir notablemente de una manera fácil y natural. Toma nota de las siguientes soluciones que te proponemos para ponerlas en práctica.
Mascarillas caseras contra la celulitis
Las mascarillas caseras refuerzan la acción de otros tratamientos contra la celulitis, como las cremas o masajes específicos, convirtiéndose en el complemento ideal para acabar con la piel de naranja en poco tiempo; son además muy fáciles de preparar y altamente efectivas:
Mascarilla de café y almendras
Las almendras son ricas en vitaminas, minerales y ácidos grasos, nutrientes esenciales para la piel y la salud. Por otro lado, la cafeína contenida en el café nos ayuda a acelerar el metabolismo, mejorar la circulación y quemar las grasas acumuladas, contribuyendo así a combatir eficazmente la celulitis.
Coloca en un recipiente 1 cucharada y media de aceite de almendras y 1 de granos molidos de café. Remueve con ayuda de un tenedor hasta integrar bien los dos ingredientes y aplica la pasta resultante sobre la zona a tratar mediante masajes circulares. Cubre con papel transparente la zona tratada y retira pasados 30 minutos con agua fría.
Mascarilla de arcilla y limón
La arcilla es rica en minerales y posee excelentes propiedades para la piel. Uniéndole el poder nutritivo y exfoliante del germen de trigo y la gran cualidad astringente del limón, obtenemos una de las más completas soluciones caseras contra la celulitis.
Vierte en un recipiente el zumo de medio limón exprimido, 100 gramos de arcilla, una cucharada de germen de trigo y dos más de agua. Remueve hasta integrar todos los ingredientes.
Con ayuda de un guante de crin y agua exfolia la zona donde vas a aplicarte la mascarilla. Una vez se haya secado, aplícala masajeando circularmente y cubre la zona con papel transparente. Pasados 30 minutos retira con agua fría.
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