Ventajas de jugar al fútbol
1. Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el fútbol es un deporte que fomenta el compañerismo necesario en el trabajo en equipo. Las victorias y las derrotas se asumen de forma compartida. Surge una colaboración constante para ganar cada partido.
2. El fútbol es un deporte muy divertido y una rutina perfecta para mantener el peso bajo control evitando los kilos de más. En cada partido quemarás una buena dosis de calorías.
3. A través de la práctica del fútbol también mejoras tu inteligencia deportiva y desarrollas tu posición en el espacio y el control del movimiento.
4. Si juegas de un modo regular al fútbol notarás cómo se tonifican los músculos de tus piernas.
5. Gracias a esta práctica de ejercicio físico habitual, también se disminuye el riesgo de sufrir diabetes y colesterol. Todo ello, acompañado de una alimentación basada en los valores de la dieta mediterránea, reforzando el tesoro de los platos con verduras y frutas de la temporada.
6. A través de la práctica del fútbol también mejora tu sentido del equilibrio y tu salud ósea.
7. Una mejor resistencia cardiovascular a través de la práctica de entrenamientos y carreras. Notarás una mejoría en tu función respiratoria.
8. Mayor flexibilidad corporal gracias a un deporte que no solo requiere habilidades físicas sino también, concentración mental para dar el máximo en el terreno de juego.
9. Mejora el estado de ánimo, refuerza el pensamiento positivo y eleva el contacto con el presente a través de la magia de un deporte que produce muchas emociones agradables.
Inconvenientes de jugar al fútbol
El fútbol tiene muchas ventajas pero también tiene algunos inconvenientes. Uno de los más notables es el riesgo de sufrir lesión. Las accidentes musculares y los esguinces de tobillo, son algunos de los casos más habituales. A partir de los 45 años, es recomendable que el jugador se realice un examen cardíaco realizado de forma periódica. Pero además, el fútbol también es un deporte de amistad puesto que muchos grupos potencian el hábito de quedar cada fin de semana para jugar un partido.
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