El cuerpo siempre nos presenta señales, más de las que pensamos, y más todavía cuando se trata de hablar de ciertos problemas que pudiesen estar vinculados con niveles altos de colesterol o azúcar. Date cuenta si tienes altos niveles de azúcar en la sangre gracias a estas señales ya que podrían ser determinantes para acudir al médico y así recibir un diagnóstico temprano.
Lo que pasa es que asociamos los niveles altos de azúcar en la sangre con enfermedades como la diabetes, pero la verdad es que no necesariamente tiene que ser así. Cualquier persona podría sufrir de este problema y ni siquiera notarlo en un largo tiempo. Así pues, si crees posible que pueda ser tu situación, toma nota de las siguientes señales que te envía tu organismo.
Azúcar en la sangre: Tener hambre a todas horas
Esto representa un problema que les sucede a muchas personas, en realidad más de lo que creemos, pero lamentablemente lo cierto es que tener hambre a cada rato podría significar que algo no va bien del todo bien. Si contenemos un alto nivel de Azúcar en la sangre esto impedirá que la glucosa se libere en las células. Como consecuencia, el cuerpo no obtendrá la energía que necesita y se optara por seguir pidiendo comida, lo que generará una concurrente sensación de hambre.
Azúcar en la sangre: Estar muy cansado
Cuando notamos que estamos muy cansados siempre pensamos que se debe a un exceso de trabajo, o incluso a otros factores como la anemia. No obstante, también se podría tratar de un nivel alto de azúcar.
Y es que cuando sufrimos este problema, nuestro organismo no tiene la capacidad de retener e integrar la glucosa.
Y de esta manera la energía no es aprovechada de forma eficiente y las células del organismo no acataran la cantidad de alimento necesaria. El resultado, en efecto, al final, la persona se sentirá fatigada y cansada, incluso sin un motivo concreto para estarlo.
Azúcar en la sangre: Necesidad de orinar cada muy poco tiempo
La frecuente necesidad de ir a orinar es otro de los síntomas de este problema. Si presentamos un nivel de azúcar demasiado alto, los riñones se ven atareados y hacen un esfuerzo por equilibrar la concentración de glucosa en la sangre y en las células, por lo que ayudan a su manera. Es decir, que se termina provocando la disolución de la sangre con el líquido intracelular.
De esta manera intenta que el de azúcar en tu organismo vuelva a estar en sus niveles más normales, y por esa razón la persona tendrá ganas de ir al baño de un modo más frecuente de lo normal.
Azúcar en la sangre: Bajar de peso en poco tiempo
Pérdida incontrolada de peso y descontrol de mismo podría significar mucho. Si tienes un nivel de azúcar alto, yendo en contra de aquello que puedas pensar, tu organismo podría bajar mucho peso en un periodo de tiempo muy corto. Esto podría suceder incluso si comes en abundancia y el alimento se encuentra rico en calorías y es que resulta posible gracias a una importante cantidad de razones.
Al evacuar una cantidad significativa de líquidos por la micción de manera muy regular tu cuerpo no absorberá absolutamente casi nada de líquido y eso hará que tu peso vaya en declive. Una gran concentración de orina con un alto nivel de glucosa traerá como consecuencia que tu organismo gaste más calorías de las que cresos. Todo ello provocará que el organismo intente librarse del exceso que pueda presentar con respecto a la glucosa. Además, si el nivel de insulina no es el normal para el metabolismo, tu cuerpo se mantendrá concentrado en quemar grasa.
Azúcar en la sangre: Visión borrosa
Si en algún momento sientes que tu visión se vuelve borrosa, no solo puede ser por problemas oculares también puede ser porque tengas un nivel alto de azúcar en tu sangre. En este escenario, el problema vendría por medio de la deshidratación que provoca el incremento de azúcar en la sangre.
Y supongo que ya te podrías haber dado cuenta que cuando estos niveles suben todo nuestro organismo sufre por ello, incluyendo las células de nuestros ojos que, como efecto, se deforman y pierden la habilidad de enfocar correctamente.
La entrada se publicó primero en Los Mejores Remedios Caseros .