Autoestima alta o baja: cosas que debes saber

El mundo está cada vez más cambiante, los procesos se aceleran y simplifican y hay una vertiginosa producción de información, además, internet se ha convertido en un mundo paralelo que muchos nos hemos visto seducidos a habitar.

Los cambios experimentados en la sociedad a fines del siglo pasado y ahora en este siglo XXI, como son los grandes adelantos tecnológicos, las profesiones emergentes, las nuevas formas de pensamiento y la constante competencia en todos los sectores, hacen que el mundo laboral signifique un gran desafío personal.

Todo esto hace, que hoy más que nunca, necesitemos que nuestra autoestima nos respalde para fiarnos y sentirnos capaces de poder enfrentar los desafíos y retos a los que nos enfrentamos.

¿Por qué la autoestima?

Porque cuando una persona tiene una buena autoestima está preparda para enfrentar los desafíos de la vida y para reconocer y usar su gran potencial, tiene una lectura más acertada de la realidad, sabe apoyarse en sus valores, trabaja su superación personal y, le es más fácil relacionarse y trabajar en equipo. Todos, factores necesarios para el desarrollo de la autonomía personal y profesional.

Una persona que no ha conseguido un buen nivel de autoestima, se sentirá inadecuada, incapaz insegura, indefensa y sin valor.  Tener una autoestima positiva es de suma importancia para la vida personal, profesional y social de la persona.

Un buen nivel de autoestima influirá en el rendimiento y motivación del quehacer de una persona y, es fundamental para la salud y equilibrio psíquico.

Nathaniel Branden psicoterapeuta y escritor canadiense dice: “Tener una autoestima baja es sentirse inútil para la vida; errado, no con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado como persona. Tener un término medio de autoestima es fluctuar entre sentirse apto e inútil, acertado y equivocado y manifestar estas incoherencias en la conducta (actuar a veces con sensatez, a veces tontamente), es reforzar la inseguridad”.

Según Branden la autoestima tiene dos componentes primordiales y están interrelacionados: la EFICACIA PERSONAL y el RESPETO A UNO MISMO. Define la eficacia personal como la confianza en uno mismo y el uso adecuado de nuestra mente para pensar, entender, elegir, aprender y tomar decisiones. El respetarse a uno mismo como el hecho de saber reconocer la valía personal, reafirmar los deseos, necesidades y los pensamientos y tener una actitud positiva hacia el derecho de vivir y ser feliz.

Una autoestima alta y equilibrada es una autoestima saludable, te hace fuerte y segura ante los cambios y, a su vez, flexible para que puedas adaptarte a las situaciones y que puedas relacionarte con éxito. Aquí, también es importante reconocer que es una falsa autoestima, porque puedes creer que no necesitas trabajar en mejorarla, cuando solo se trata de una máscara.

Una autoestima baja y herida, puede manifestarse a través de una exagerada autoestima, se esconde bajo múltiples máscaras para ocultar aquello de lo que carece. Una falsa autoestima se manifiesta en cuatro apariencias: la belleza exterior, la de las posesiones materiales, la del éxito profesional y la del ego abultado.

4 Apariencias de una falsa autoestima (autoestima baja)

1.- Belleza exterior: No vamos a decir que todas las personas guapas son inseguras, pero si esta solo ve su valía a través de su exterior y no se valora por lo que realmente es, por su interior, estará usando una máscara para ocultar su sentimiento de inseguridad.

Estas personas siempre están muy arregladas porque creen que perderán todo su valor si las ven sin arreglar, hasta pueden pecar de exageradas, cualquier imperfección es todo un drama, porque les hace perder su autoconfianza y, muchas veces piensan, que su belleza solo se debe a que saben arreglarse, es decir que aunque sean bellas, no se consideran así.

2.- Posesiones materiales: Estas personas basan su valía en lo que tienen, les gusta presumir y necesitan que los demás les admiren y alaguen por lo que poseen. Su autoestima depende de sus posesiones, entonces, cuanto más tienen y ostentan más valiosas se sienten. Son personas que siempre están ostentando y hablando de sus posesiones materiales, cosa que les hace mostrarse muy seguros y hacen todo lo posible por destacar a través de sus bienes.

3.- Éxito profesional: Son personas que solo viven para su trabajo, para ellas toda su valía está en su área profesional, se desviven por conseguir los mejores puestos y no les importa pisar a quien se ponga delante. Todo su tiempo está dedicado a su vida profesional y es a la que realmente le dan importancia. Siempre están presumiendo y son prepotentes porque se sienten superiores, aunque en realidad, son mecanismos de defensa para contrarrestar su baja autoestima.

4.- Ego abultado: Las personas con el ego muy abultado creen que son mejores que los demás, sienten desdén por todo lo que consideran de poco valor y manifiestan un gran egoísmo, siempre se priorizan a sí mismos antes que los demás.  Estas personas suelen tener dificultades para relacionarse porque no empatizan y creen que solo ellas tienen la razón de su parte.

Estas personas que son de apariencia segura suelen sufrir mucho, porque cualquier fallo en su máscara las desestabiliza totalmente y pueden llegar al extremo de la depresión.

¿Qué factores definen una autoestima equilibrada? (autoestima alta)

1.- Aceptación de uno mismo: Se trata de saber identificar tus puntos fuertes para usarlos en tu beneficio y, los débiles para estar dispuesta a corregirlos o aceptarlos de forma positiva.  Somos un equilibrio y lo perfecto no existe, compararnos con otros no tiene sentido, cada persona es única, lo que hay que buscar es la mejora de uno mismo, de expandir nuestras capacidades y la búsqueda de nuevas posibilidades. La confianza en ti misma te abrirá nuevas posibilidades y hará que estés abierta a adquirir nuevos conocimientos. La gran cantidad de información disponible  que existe a través de diferentes medios, sobre todo en Internet, motiva al autoaprendizaje y este es uno de los factores esenciales de esta nueva era para tu crecimiento personal. Demuestra respeto por ti misma: conocerte y aceptarte son dos condicionantes para que cada día puedas mejorar y estés preparada para los cambios.

 2.- Responsabilidad: Ser responsable de tus decisiones y sus consecuencias. Es cierto que hasta cierta edad estás influenciado por las personas que te educaron, pero a partir de que tienes uso de razón para decidir, todo de lo que tienes control en tu vida, es solo tu responsabilidad y eso es un indicador de tu madurez.

Ser responsable es tener el control de tu vida para ser feliz y tomar las decisiones más acertadas:

De como usas tu tiempo

De cómo respetas y haces respetar tus derechos

De saber comunicarte con asertividad

De tu crecimiento personal

De los cambios que surjan en tu vida

3.- Enfoque en la acción: Lo que determina el nivel de tu autoestima es lo que haces. Se trata de todas las acciones que haces frente a los desafíos de la vida, de como enfrentas los acontecimientos de tu día a día y, de cómo te desenvuelves ante los retos grandes y pequeños.

Enfocarte en la acción es llevar a cabo tus planes, sueños y objetivos; porque tener sueños maravillosos para el futuro sin ninguna acción en el presente, son solo sueños sin valor. Saber actuar es tener un esquema y un planteamiento que seguir, es saber dar los pasos necesarios para avanzar hacia su consecución. Actuar es salir de tu zona de confort y crear los hábitos necesarios para hacer realidad tus pensamientos y anhelos.

Actuar es encaminarte hacia los resultados más óptimos para lo cual necesitas trazar un plan y objetivos de excelencia, es decir, no buscar lo fácil, sino más bien estrategias que te conduzcan a vencer retos que te hagan crecer y avanzar. Esta forma de actuar se llama eficacia personal y es una característica necesaria de toda persona que busca su desarrollo personal y profesional.

4.- Cuerpo, espíritu y mente. Cuidar estos tres aspectos de ti misma es tu tesoro más preciado para conseguir el equilibrio necesario de tu desarrollo. Es difícil tener un cuerpo sano cuando la mente o el espíritu están enfermos o viceversa, entender la conexión entre estos tres ejes es fundamental para tener una sana autoestima.

El cuerpo. Es como el recipiente de nuestro ser, a través de los cinco sentidos tenemos contacto con el mundo y con las cosas físicas. Es a través de nuestro cuerpo que la mente y el espíritu pueden obrar y, a su vez, influirán en la salud de nuestro cuerpo. Si tu mente o espiritu están enfermos tu cuerpo lo manifestará Cuidarlo es nuestra obligación. Las tres reglas basicas son: alimentación sana, ejercicio constante y metódico y, descanso suficiente.

El espíritu. Es lo que nos acerca a nuestra verdadera identidad, a nuestra esencia y a los valores que necesitamos para vivir. Desarrollar nuestra parte espiritual nos hace sentirnos valiosos e incentiva nuestra necesidad de dejar un aporte en este mundo, es el camino para llegar a sentirnos más felices. La falta de espiritualidad hace que nos sintamos vacíos. A menudo las personas que no cuidan su parte espiritual llenan este espacio con cosas que no le son sanas, como las adicciones y las conductas adictivas.La espiritualidad podemos practicarla a través de la amabilidad, del altruismo, la generosidad, la solidaridad, el voluntariado, y de estimular la esperanza, el amor y el bienestar del mundo, buscando el verdadero propósito de nuestra existencia.

La mente. Es la que dirige tu vida y es importante reconocer el gran poder que tiene en tu existencia. En la mente se producen nuestros pensamientos y estos a la vez condicionan nuestras emociones y nuestros actos. La calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestros pensamientos y, estos a su vez de la forma cómo percibes la vida, cuanto más real sea esa percepción más certera será la valoración que le des a los acontecimientos y vivencias. Se trata de aprender a ser lo más objetiva posible, de aprender de los errores y convertirlos en aprendizajes y, también, de celebar los aciertos. Deberás desarrollar tu capacidad analítica, para saber evaluar los problemas y poder encontrar las soluciones más acertadas.

Tu mente tiene un gran poder y dependerá de ti que lo uses para tu desarrollo personal, como dice  el Dr. Joe Dispenza,  en su libro Desarrolla tu cerebro: La ciencia de cambiar tu mente:

 “Lo que pensamos reiteradamente y en lo que enfocamos nuestra atención es aquello en lo que nos convertimos”.

Tu puedes ser la creadora de tu realidad, todo depende de donde pongas tu foco de atención. Si llenas tu mente de pensamientos negativos sobre ti misma y del mundo que te rodea, conseguirás esa negatividad para tu vida.

Debes tomar conciencia del poder de tu mente, incluso, se ha demostrado que muchas de nuestras enfermedades tienen su orígen mental y una de las más conocidas es el estrés, llamada la enfermedad psicosomática del siglo XXI y es una tarea urgente saber gestionarlo.

Conclusiones

Los retos del siglo XXI hacen que necesites tener una autoestima a prueba de grandes y acelerados cambios. La autoestima, es esa herramienta que todos necesitamos para resistir los desafíos en nuestra vida personal y profesional. La influencia de la tecnología, en especial internet, han desarrollado unas nuevas formas de relacionarnos, de pensar, de comunicar y de trabajar.

Elevar el nivel de tu autoestima y estar atenta para corregir los fallos que puedan afectarla, es una tarea de todas las personas que quieren vivir de forma plena y feliz. Una persona con una sana autoestima se sentirá capaz de afrontar cualquier situación, por difícil que parezca, o por lo menos, estará preparada ante cualquier fracaso, porque lo verá como una nueva experiencia y aprendizaje.

Evalúa tu autoestima sobre la base de los cuatro factores que definen una autoestima equilibrada y corrige cuanto antes cualquier deficiencia, también, toma en cuenta las 4 apariencias o máscaras de la falsa autoestima; solo así, estarás preparada para sentirte segura ante los acontecimientos que se te presenten en tu día a día.

Recuerda que la eficacia personal y el respeto a una misma son dos características que definen una sana autoestima. Trabaja la confianza en ti misma y tu valía personal y no olvides, que una sana autoestima es la base para conseguir una vida plena y feliz.

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Fuente: este post proviene de Angélica Sánchez Moreno, donde puedes consultar el contenido original.
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