Aprendiendo de nuestra Ira

¿ Quién no ha sentido dentro de si mismo ese fuego arrasador que recorre veloz todo el cuerpo, tensa nuestros músculos, acelera el ritmo de nuestro corazón y nos predispone a la acción agresiva?

La Ira es una emoción primaria, ha sido fundamental para la supervivencia de nuestra especie y nuestro organismo, está diseñado para que forme parte de nuestras respuestas automáticas.

Ahora bien…. nuestra especie ha evolucionado lo suficiente como para no seguir arreglándolo todo a garrotazos, fundamentalmente porque así, ya no arreglamos nada,más bien nos perjudicamos.

El mal uso de la Ira daña nuestras relaciones interpersonales y en ocasiones, dependiendo de la intensidad de esta emoción, nos produce un desgaste energético brutal.

En este post vamos a examinar la Ira desde diferentes perspectivas, para ver qué nos aporta ( qué es muchísimo más de lo que a priori imaginamos) y cómo convertirla en nuestra aliada.

Tu Ira no es mi Ira

A pesar de ser una emoción primaria y universal, (somos capaces de reconocerla en cualquier persona), varía mucho en cuanto a la intensidad y frecuencia de su manifestación, en función de nuestras diferencias interpersonales: Ni nos cabrean las mismas cosas, ni expresamos nuestro enfado de igual manera…

Todos hemos escuchado que alguien tiene ” mucho temperamento” para referirse a que se enoja a menudo muy virulentamente. En realidad, no es que tenga ni mucho ni poco, es que tiene un temperamento determinado, que no determinista… El temperamento, el carácter, la personalidad, no determina nuestras respuestas, sólo nos predispone a activar unas u otras de forma automática, pero todos tenemos la capacidad de elegir una respuesta que nos beneficie más, aunque “de serie” vengamos con la opción predeterminada: “si te ves amenazado, garrotazo…”

En la mayoría de clasificaciones de personalidad, el porcentaje de agresividad que mostramos es clave para pertenecer a un tipo u otro. Entre los más “afectados” por la ira, encontramos:

Personalidad Tipo A

Temperamento Colérico

Eneatipos 1 y 8 ( aunque el primero maneje la Ira hacia adentro mientras que el tipo 8 tenga muestras constantes de ella)

Signos zodiacales de fuego: Aries, Leo, Sagitario
Independientemente de nuestra personalidad, TODOS, sentimos Ira en un momento determinado y todos podemos aprender de ella.

Os dejo el trailer de la película “El hombre más enfadado de Brooklyn”, donde en clave de humor podemos aprender mucho sobre la Ira


¿Cómo es mi Ira?

El proceso de Ira sigue una secuencia básica igual para todos, si en el cine o la literatura tenemos el clásico ” Introducción, Nudo y Desenlace” en la Ira tendríamos algo así como:“Algo o alguien me enoja, la lío y desencadeno unas consecuencias, por lo general, nefastas”

Si conseguimos identificar en nosotros mismos estos elementos seremos capaces de cambiar nuestro propio guión de vida y darle el happy end que merece.

Si hay una característica fundamental en la Ira es la activación fisiológica que produce. La Ira funciona como el elemento fuego, siempre se comporta de la misma manera, y dependerá muy mucho de las condiciones contextuales, lo que tarde en prender y la velocidad con la que se convierta en algo incontrolable. Así que lo primero que hay que tener en cuenta, es que si nuestro organismo ya está encendido ( por el estress, el cansancio, las preocupaciones, incluso porque hayamos visto una película de miedo) más rápida será la combustión y menos margen tendremos para controlar sus efectos.

Vamos pues a identificar nuestra Ira, te aconsejo lápiz y papel porque tienes en tu mano una poderosa arma de auto conocimiento y crecimiento personal.

Lo que me cabrea:

Venga, es el momento, desahógate, escribe sin tapujos todas esas situaciones y personas que te enfadan, todo lo que se te ocurra, desde que no haya cerrojo en los baños públicos a tu relación más conflictiva, incluso cosas tan inconfesables como el sonido de la voz de tu suegra…. Lo fundamental es que seas sincer@ contigo mism@.

¿ Cómo me cabrea?

Se trata de descubrir cómo tu cuerpo te avisa de que se está preparando para protegerte… ( y no se va andar por las ramas, sí entiende que tiene que defenderte va a ir a muerte…. y no queremos muertes…)

Identifica esas señales de alarma: Tensión en determinadas partes del cuerpo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, sudoración… y en cuanto se produzcan ( salvo que efectivamente la situación sea de vida o muerte, nos queremos vivos…) contrólalas con técnicas fisiológicas. No sirve de nada PENSAR tengo que calmar mi respiración, hay que RESPIRAR más despacio…se trata de ganar tiempo a la activación.

Pienso, luego….Me cabreo

Si pensamos en la teoría de los cuatro elementos: Tierra, fuego, aire y agua, y tenemos claro que la Ira sin duda pertenecería al elemento Fuego, y que el fuego necesita irremediablemente del AIRE para alimentarse, ¿ adivináis en qué categoría están nuestros pensamientos y creencias? Efectivamente, son aire.

Podemos dividir esta parte en dos columnas:

PENSAMIENTOS CALIENTES: Son los que te vienen a la mente en el momento conflictivo, del tipo: ” Qué estúpido es”. “Me estás vacilando”, ” te ríes de mí”, ” qué desconsiderado”…

Anota todos los que recuerdes ante los estímulos que te cabreaban.

Si te fijas, todos ellos, mientras se están produciendo van elevando el fuego de tu ira..

CREENCIAS ERRÓNEAS: Las creencias tienen un poder muy potente a la hora de guiarnos en dar una respuesta u otra, para saber más sobre ello puedes pinchar aquí

Estas son algunas creencias erróneas sobre la Ira: ” No puedo controlarla, es algo genético”, ” si no dejo salir la ira explotaré”, “la ira me protege del los que se intentan aprovechar de mí”

Encontrar nuestras creencias es más complicado que identificar los pensamientos ya que la mayoría de ellas funcionan a nivel inconsciente, pero como todo, se va haciendo más fácil con la practica, anota las que encuentres porque te darán muchas claves.

Así me comporto cuando me cabreo

Y ahora que el fuego ha tomado el control, ¿qué haces? Anota todas las conductas que la ira precipita en ti: ¿ Gritas, te diriges amenazante hacia tu presa sin perder el contacto ocular utilizando tu índice de forma amenazadora, tensas tus puños, insultas, agredes a personas, animales o cosas…?

Aunque ya veremos que el comportamiento es el nivel menos duradero para cambiar una conducta, es fundamental, en el caso de la Ira, tomarnos muy en serio nuestras conductas agresivas, porque hacemos y nos hacemos mucho daño.

Así que anótalos, haz un ejercicio de creatividad e imagina alternativas a esas conductas intentando ponerlas en práctica. Para no seguir alimentando el fuego será fundamental utilizar alguna técnica del estilo ” parada de pensamiento” que consiste básicamente en gritarte un STOP interno en cuanto los identifiques, piensa en otra cosa, lee una revista o pon la tele, pero deja de pensar ¡ya!. Ya analizaras la situación cuando no estés en Ira.

Respecto a la parte fisiológica si la adrenalina ya fluye a todo tren por tu organismo, busca una conducta que no implique la agresión, ( recuerda que la Ira te prepara para la agresión pero también para la huida) yo acostumbro a dar vueltas a la manzana a toda velocidad para utilizarla sin dañar a nadie, te invito a que busques la manera que mejor se adapte a ti.

En el test sobre la Ira que encontrarás aquí, hallarás ejemplos de todo esto

La intención positiva de la Ira

Y vamos llegando a la joya de la corona…  La Programación Neurolingüistica nos aporta dos presuposiciones muy interesantes para trabajar con la Ira:

Todo comportamiento es útil en determinado contexto. Lo que implica que no lo es en todos…Busquemos en qué contextos la Ira ( que no su expresión agresiva) nos resulta útil. En primer lugar nos informa de qué algo nos está molestando, y si en la distancia nos paramos a reflexionar porqué nos molesta tanto, seguramente descubriremos algo mucho más profundo. Por ejemplo el hecho de que nos moleste tanto las carcajadas de una persona concreta quizá, y sólo quizá, nos informe de que en realidad estamos muy enfadados con nosotros mismos por no ser capaces de dejarnos llevar más por la alegría de la vida… y si consigues llegar a ese nivel… a saber realmente que en la inmensa mayoría de las ocasiones, la Ira se desencadena por enfados con nosotros mismos,,,, entonces si que estarás muy cerca de escribir tú sol@ el guión de tu vida.
Nos proporciona activación, el enojo que te produce la descalificación de alguien puede llevarte a superarte a ti mismo, como los deportistas de élite cuya Ira tras un fallo, suele ir seguida de una mayor concentración, un mayor esfuerzo y un mejor resultado.

Todo comportamiento tiene una intención positiva. Y este es un aspecto muy personal que nos va a ayudar mucho a entendernos mejor y a buscar alternativas para satisfacer esa intención positiva con comportamientos más deseables. Dicen los psicólogos que dos de las variables de personalidad que más influyen en la Ira son La baja tolerancia a la frustración y las amenazas a la autoestima. Es decir, entramos en ira  cuando nos sentimos frustrados o cuando vemos amenazada nuestra autoestima, con lo que cabe esperar que la intención positiva de la Ira sea la de protegernos de la frustración y de la humillación.
Ciceron dijo: “Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos”

Si no somos asertivos, quizá la única forma que encontramos de decirle al otro que deje de amenazarnos, es entrando en Ira. Vemos claramente aquí la intención positiva de la Ira, hacernos velar por nuestros derechos, ahora ya sabes como cambiar eso, buscaremos un comportamiento que nos sirva para hacer valer nuestros derechos sin la necesidad de recurrir a la Ira.

Aquí tenéis un enlace a un post sobre técnicas asertivas.

Investiga en la intención positiva que se esconde detrás de tus comportamientos de Ira, ¿ qué otros comportamientos puedes ejecutar que te sigan aportando eso?

Niveles Neurológicos de la Ira

Niveles neurológicos, pharodelogos


Esta es una herramienta muy útil para sacar lo mejor de nuestra Ira. Si consideramos que operamos en diversos niveles, que los externos o conscientes son los niveles de nuestro entorno y nuestro comportamiento y los internos e inconscientes, y por ello mucho más poderosos, son en este orden, nuestras capacidades, creencias, valores, identidad, y lo transpersonal, veremos todo lo que podemos hacer…

Si sólo cambiamos nuestro entorno y nuestros comportamientos, sólo realizaremos cambios remediativos, es decir, sólo pondremos tiritas a la situación, mientras que cambios en niveles más profundos suponen cambios más reales y duraderos. Veamos un ejemplo.

Si hay alguien que me hace entrar en Ira, es mi jefe.

Podemos cambiar de trabajo, no escucharle, imaginárnoslo desnudo… lo que se os ocurra a nivel de entorno y comportamiento. Y efectivamente habremos encontrado un Remiendo, que no viene mal para empezar… lo que ocurre es que pasado mañana nos encontraremos con otra persona que actúe como él y vuelva a despertar mi Ira…. Tendremos que ir más abajo en el Iceberg para generar cambios.

Pregúntate a qué valores compromete la actitud que tiene tu jefe y tanto te hace enfadar, si tú CREES que vulnera tu honestidad ( un VALOR muy importante para tí ) y que NO TIENES LA CAPACIDAD para cambiar esa situación, es normal que se active tu Ira, y se activará ante todas las personas que actúen así. Pero si en cambio, CREES que no se ha dado cuenta de su error y no busca dañarte, y que TIENES LA CAPACIDAD de encontrar la manera de hacérselo ver, habrás generado cambios en tus propias capacidades para resolver satisfactoriamente ese tipo de conflictos.

Y en los niveles más profundos nos encontramos con la Identidad y con lo Transpersonal, con lo que va más allá de mi mismo, y aquí todo tiene más fuerza. La mayor indignación, el mayor enfado, nos lo ocasionan los ataques a nuestra Identidad o, por ejemplo, cuando vemos las barbaries cometidas sobre otros de nuestra especie, como genocidios, maltrato infantil…

Si tú ERES honest@, capaz, amable…. si realmente lo ERES y así lo crees, será así como te comportes,si además de todo ello, contribuyes a que el mundo sea un lugar mejor, habrás realizado un gran cambio evolutivo.

Un poco de música y psicomagia para terminar

Inspirándome en los actos de psicomagia que realiza Jodorowsky, os propongo un ejercicio final para integrar todo eso que vuestra Ira os ha regalado, os propongo que escribáis una carta a vuestra Ira con vuestras reflexiones. Una especie de carta de despedida, agradeciéndole su intención positiva, diciéndole que ya no la necesitáis para determinadas situaciones… dejaros llevar.

Después, dobladla y quemadla en un platito. Podéis apagar la llama con agua, y si volvemos a los elementos, os diré que el agua se relaciona con los sentimientos, así que verted el agua con sentimientos de amor, gratitud y perdón a todo lo que esa Ira ha significado en vuestra vida.

Por último una canción que retrata muy bien la Ira, de Héroes del Silencio


Fuente: este post proviene de Pharo de Logos, donde puedes consultar el contenido original.
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