Seguro que más de una vez has venido del súper y te han asaltado las dudas a la hora de guardar los alimentos dentro o fuera de la nevera. Hay muchos que sabemos bien donde deben ir, pero otros que podemos no tenerlo tan claro, o simplemente, damos por hecho que deben estar refrigerados, aunque tal vez no sea la mejor la opción.
Aunque pienses que los alimentos siempre se conservarán mejor en la nevera al resguardo de las temperaturas bajas, lo cierto es que el refrigerador puede causar más perjuicio que beneficioso en muchos de ellos, haciendo no sólo que se estropeen antes, sino cambiándoles el sabor y alterando sus propiedades nutricionales. En el artículo de hoy vamos a conocer cuáles de ellos no deberías guardar nunca dentro de la nevera:
Cítricos
Llegan a su estado óptimo de maduración a temperatura ambiente. Guardados en la nevera no sólo pierden su olor, sino también su sabor característico. Colócalos en un frutero y siempre que sea posible intercalando entre ellos otra fruta, ya que los cítricos en contacto con otros cítricos aceleran la aparición de moho en su piel.
Sandía
Tal vez la sorpresa de esta lista, ya que no conozco a nadie que no la guarde en el frigorífico. Una fruta deliciosa y muy refrescante que a todos nos gusta comer fresca, sin embargo, ¿estaba refrigerada cuando la compraste? Seguramente la respuesta sea no, y es que el frío puede alterar sus propiedades nutricionales, afectando principal a los carotenoides, unos poderosos antioxidantes naturales que nos protegen frente al cáncer y que le aportan su característico color rojo.
Plátanos y bananas
Estas frutas son tropicales y aguantan bien las altas temperaturas. Cuando las guardamos en la nevera, el frío afectará a su proceso natural de maduración y hará que se oxiden más rápidamente, transformando el color de su piel en marrón muy oscuro.
Tomates
El frío de la nevera altera su sabor y perjudica el proceso natural de maduración, dañando la piel interna del tomate y haciendo que se pongan blandos y acuosos en muy poco tiempo.
Perejil, albahaca y otras plantas aromáticas
Si las guardas en la nevera verás como al día siguiente ya han perdido gran parte de su olor, sabor y estarán más blandas de lo debido. La mejor opción para mantenerlas sanas por más tiempo es introducirlas en un recipiente con agua, y sólo en el caso de que sea muy necesario guardarlas en la nevera, cubrirlas siempre con papel de aluminio para evitar que el frío afecte sus propiedades.
Latas abiertas
Ya sea de fruta en almíbar, aceitunas o atún, no guardes nunca las latas abiertas en la nevera, ya que en contacto con el frío y la humedad, los metales pueden filtrarse a los alimentos que contengan, alterando su composición. Siempre que tengas que guardar el contenido de una lata abierta, pásalo antes a un bote de vidrio con tapa.
Patatas (papas)
El frío del refrigerador favorece la conversión del almidón de la patata en azúcares, algo que afecta directamente a su sabor y propiedades nutricionales. Es mejor conservarlas en un lugar fresco y seco alejado de la luz del sol.
Cebollas
Al igual que las patatas, al guardarlas en la nevera la humedad acelera su descomposición. Guárdalas en un lugar fresco, seco y bien ventilado pero alejadas de los ajos, otro de los alimentos a conservar fuera del refrigerador pero que en contacto con las cebollas pueden acelerar su putrefacción.
Café
El café absorbe muy bien la humedad y los olores, razón por la cual es una magnífica idea usarlo para eliminar los malos olores de la nevera, pero no para conservar el que vamos a utilizar para su consumo.
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