En condiciones normales, el flujo vaginal es de color blanco o claro, acuoso y exento de olores; sin embargo, se pueden observar algunas alteraciones en su apariencia, como el flujo amarillo con olor y es cuando debes prestar atención, ya que generalmente se trata de señales que evidencian alguna condición anómala que puede estar afectando tu sistema reproductivo.
El flujo amarillo con un olor desagradable, generalmente es señal de que existe una infección vaginal. Una de las más comunes es la vaginosis bacteriana, una enfermedad que se produce por el crecimiento descontrolado de la bacteria Gardnerella. Entre sus síntomas más representativos además del flujo amarillo con olor, se encuentran otros síntomas que indican la prevalencia de una infección, como picazón, dolor, inflamación, etc.
Otra condición patógena muy frecuente es la enfermedad llamada tricomoniasis; se transmite comúnmente a través del contacto sexual sin protección con una persona infectada; esta enfermedad es causada por un organismo llamado Trichomonas vaginalis. Entre los síntomas que provoca en la persona que padece esta común enfermedad, se encuentra el flujo amarillo con olor, además de otras molestias como picazón, ardor o irritación.
El tratamiento más común para estas condiciones es el uso de antibióticos. Por lo general, los pacientes que presentan el flujo amarillo con olor son capaces de recuperarse en cuestión de semanas. Aparte del uso de estos medicamentos, hay ciertas medidas que se deben tomar a fin de eliminar la secreción anormal, esto incluye la práctica estricta de una disciplina de higiene personal y una dieta rica en probióticos y vitaminas; de la misma manera se deben tomar medidas para tener relaciones sexuales de manera segura y evitar el contagio o la propagación de infecciones.
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