Actualmente nos encontramos en una sociedad que dispone de información muy variada al momento. Solo necesitamos entrar en un buscador y parece que se nos abra un nuevo mundo de definiciones o situaciones.
Podemos encontrar un gran listado de fobias, algunas más comunes, como la fobia a volar (aerofobia), pero también algunas que nos pueden resultar curiosas o extrañas como al dolor (algofobia o odinofobia), a las mentiras (mitofobia), a los sonidos (acusticofobia), a los agujeros (tripofobia), etc.
Aún habiendo esta gran variedad, todas tienen elementos en común. Vamos por tanto a ver a que nos referimos cuando hablamos de fobias y cómo se pueden tratar.
¿Qué es una Fobia?
Cuando los profesionales de la salud mental hablamos de fobia nos referimos a un miedo irracional ante un determinado estímulo que afecta de manera significativa en la vida de la persona. Es decir, se trata de un miedo intenso y exagerado ante situaciones o estímulos que no suponen un peligro real para la persona. Por lo tanto, los 3 puntos clave de la definición son:El miedo se valora como desproporcionado y no justificado que provoca una serie de síntomas de ansiedad de elevada intensidad.
Ha de haber un estímulo que provoque nuestra reacción o respuesta de ansiedad
Provoca interferencias en la vida de la persona ya sea por las conductas evitativas como por las conductas compensatorias.
¿Qué síntomas tiene una fobia?
Primero de todo, las fobias tienen una base ansiosa por lo que al activarse el miedo se inicia todo un proceso que responde a la psicofisiología de la ansiedad proporcionando síntomas físicos como: sudores, temblores, escalofríos, boca seca, falta de respiración, taquicardia,…Por otro lado, existe una parte cognitiva que acompaña a las fobias por lo que los pensamientos de esos momentos también presentan una connotación negativa que permiten aumentar el miedo.
Para acabar, ante dichas respuestas físicas y cognitivas, reaccionamos de una determinada manera llevando a cabo conductas mayormente de evitación para alejarnos o evitar el estímulo desagradable. Estas conductas, en general, promueven y mantienen los miedos tanto a corto como a largo plazo.
¿Cómo se tratan las fobias en terapia?
Teniendo en cuenta la triada que acabamos de comentar (psicofisiología, pensamientos y conductas) la intervención que ha mostrado resultados más eficaces es la terapia cognitivo-conductual. En ella, se trabaja de manera gradual sobre los miedos introduciendo recursos que disminuyan los síntomas físicos de ansiedad así como modificando las conductas y los pensamientos.El objetivo final de la intervención es que la persona pueda tener una vida más agradable, libre de interferencias por causa de las fobias.
Por ello, se trabaja para que la persona pueda exponerse a las situaciones fóbicas y las supere, respetando siempre el ritmo que cada persona considere oportuno.
Un buen profesional puede ayudarte a superar el miedo.