Existen dos categorías dentro de este mismo trastorno. La hiperhidrosis focal es la más frecuente y afecta a pies, palmas y axilas, pudiendo aparecer también en la cara.
Dentro de este grupo podemos incluir la hiperhidrosis gustatoria, que aparece en la cara tras la ingesta de alimentos. El tratamiento con botox está indicado para esta categoría. La hiperhidrosis generalizada afecta a todo el cuerpo, es menos frecuente y suele estar provocada por otras enfermedades como puede ser una infección, la diabetes o trastornos del tiroides.
¿Por qué yo?
Según el doctor José Luis López Estebaranz, médico dermatólogo de Dermomedic, este problema afecta a más del 1% de la población y “generalmente comienza en la adolescencia y en veinteañeros”. Las causas de su aparición son desconocidas, aunque es posible que existan factores genéticos.Las personas con hiperhidrosis sudan en situaciones en las que otras personas lo hacen, pero, al producir una gran cantidad de sudor, la zona queda húmeda constantemente, dificultando sus actividades normales e incluso sus relaciones sociales. Sin embargo, según indica el especialista, “la hiperhidrosis no causa mal olor corporal. Ésta puede estar provocada por las bacterias que pueden aparecer si el sudor permanece en la piel durante largo tiempo”.
López Estebaranz nos da algunas recomendaciones para las personas que sufren este problema. Algunas de ellas son: usar prendas frescas, preferentemente de fibras sintéticas porque repelen el sudor, mantener el ambiente fresco y bien ventilado, evitar las bebidas y alimentos que facilitan el sudor, reducir el estrés así como la tensión o ansiedad y mantener una buena higiene corporal.
El botox como solución
A través de pequeñas inyecciones de botox en la piel, se puede conseguir paliar el exceso de sudoración en los casos de hiperhidrosis localizada. Según explica el experto, esta sustancia “bloquea la acción de las terminaciones nerviosas que inervan las glándulas sudoríparas ecrínas evitando que produzcan sudor”. Pasadas varias semanas, crecen nuevas terminaciones nerviosas, de forma que el efecto de botox es transitorio, durando varios meses.La aplicación consiste en inyectar el botox en las zonas afectadas en pinchazos espaciados entre 1 y 2 cm del área afectada. En las axilas el tratamiento es prácticamente indoloro. “En las palmas y plantas de manos y pies se administra una hora antes una crema anestésica u otros procedimientos anestésicos locales”, afirma el doctor. El tratamiento dura 15 minutos.
“Dentro de la primera semana de tratamiento ya es notoria la mejoría en la sudoración” afirma el especialista. Los resultados varían en función de cada persona. “En distintos estudios clínicos se ha constatado la reducción de más del 83% de la sudoración a la semana de realizar el tratamiento”, añade López Estebaranz. Un segundo tratamiento es necesario cuando se empiece a notar una vuelta a la sudoración excesiva. Esto suele ocurrir pasados 4-9 meses.
Los límites del botox
Sin embargo, como ocurre normalmente en todos los tratamientos, pueden existir efectos secundarios. El experto apunta que “existe un pequeño riesgo de que aparezcan leves síntomas del tipo de la gripe que suelen desaparecer en pocos días. También se puede experimentar leve dolor en los lugares de inyección”. Ante cualquier síntoma, lo mejor es acudir a su médico lo antes posible.El botox, además, no es una sustancia apta para cualquier tipo de personas, sino que está contraindicado para los que son alérgicos a él, para las embarazadas, también durante la lactancia, para los enfermos neuromusculares, los usuarios de antibióticos o fármacos relajantes y los que usan medicamentos que afectan a la coagulación.
Aunque como cualquier sustancia tenga limitaciones, los beneficios que presenta para aquéllos que la toleran son amplios, por lo que con un sencillo tratamiento, las personas que padecen este problema pueden disfrutar de una vida normal sin preocuparse por el sudor.
Agradecimientos al doctor José Luis López Estebaranz, Responsable del Servicio de Dermatología en la Fundación Hospital Alcorcón y dermatólogo de Dermomedic.