Presta atención a cómo tiene lugar en tu mente el proceso de memorizar, y quizá descubras qué es lo que está fallando.
El proceso de memorizar discurre en tres fases:
1º.- Percibimos: la información nos llega del exterior; observamos, atendemos... la captamos, a través de los sentidos
2º.- Codificamos: agrupamos esa información y la clasificamos
3º.- Almacenamos: guardamos de forma ordenada esa información, cada cosa en su sitio.
Recordar es recuperar esos datos que hemos archivado, de manera que, al igual que en nuestras casas, cuanto más ordenados seamos a la hora de guardar la información, más fácil nos resultará luego encontrar esa información.
Y sí, es verdad que con los años la memoria nos va fallando a todos, incluso a los más "ordenados", pero es posible ralentizar ese declive. De hecho, a menudo el volvernos más olvidadizos se debe precisamente a que no ejercitamos la memoria, a que no sometemos a nuestro cerebro a suficientes desafíos.
Así, por ejemplo, dedicar muchas horas a ocupaciones pasivas como ver la televisión, o a tareas muy rutinarias, hacen que nuestro cerebro se vuelva cada vez más vago, más "sedentario"?
¿Cómo mejorar nuestra memoria?
En primer lugar, de la misma manera que para mejorar la salud de nuestro cuerpo se nos aconseja hacer algo de ejercicio o practicar algún deporte, también debemos hacer ejercicio con nuestro cerebro.
Nuestro cerebro tiende a volverse perezoso y a hacer las cosas de la manera que ya conoce porque así se cansa menos y gasta menos energía. Por eso es recomendable hacer cosas tan sencillas como resolver crucigramas, sudokus, puzzles?
¡ Lo que nos cuesta a veces montar los juguetes de nuestros niños, o esas famosas estanterías suecas...!
Ocupemos parte de nuestro tiempo en hacer cosas creativas, tareas que obliguen a nuestra mente a crear nuevas conexiones neuronales y, además, mejoren nuestra capacidad para concentrarnos.
En segundo lugar, también debemos moderar el consumo de alcohol y el tabaco, y procurar (sí, es fácil decirlo) mantener a raya el estrés, uno de los peores enemigos de la memoria.
En tercer lugar, tendremos que habituarnos a poner en práctica algunas estrategias para almacenar y recuperar mejor la información, como son la de asociar y la de agrupar.
¿En qué consiste cada una?
ASOCIAMOS conceptos cuando asignamos un significado a aquello que queremos recordar, es decir, cuando asimilamos lo que quiere decir cada cosa; el concepto.
AGRUPAMOS cuando reunimos distintos conceptos en base a una característica común, formando lotes.
Lo veremos mejor con un caso práctico: la lista de la compra
¡Demoremos la mala costumbre de salir de casa con todo anotado en un papel!
¿Tú también eres de los que se resisten a hacerlo pero luego te encuentras con que te has olvidado dos o tres cosas, a veces incluso las más importantes?
¿Quizá el error que cometes es ir repitiendo mentalmente una y otra vez por orden lo que tienes que comprar?
Porque yo... en fin, vale, lo confieso: yo lo hago y efectivamente, siempre olvido algo...
¿Cómo aplicar la primera estrategia, la de asociar conceptos?
Asignando a cada artículo que vayas a comprar el significado, la utilidad que tiene en ese momento para ti: "esto lo necesito para el desayuno, esto paraesa receta nueva que voy a probar, o esto otro para la fiesta de cumpleaños de mañana?"
¿Cómo aplicar la segunda estrategia, la de agrupar?
Clasificando los artículos en función, por ejemplo, de la sección del supermercado en que podrás encontrarlos: tantos productos en la sección de lácteos, tantos en la de conservas, tantos en la frutería?
Así, podemos trazar una especie de mapa mental, un recorrido virtual del supermercado, y trazarnos una ruta a seguir en función de eso que hemos de coger en cada sección.
Casi? ¡como en un videojuego!
No te pierdas nuestro próximo post, "La memoria... ¿por qué a veces parece ir por libre? "
ilustración creada por Adarve Photocollage, retoque fotográfico
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