por Natalia Serber | La práctica del yoga durante el embarazo nos brinda la posibilidad de trabajar nuestro cuerpo, mente y espíritu; además nos permite reducir la ansiedad y conectarnos con la experiencia de estar embarazadas. Es un aprendizaje que nos lleva a lograr una conexión plena, desde el útero, con nuestros bebés.
Mediante ejercicios de respiración logramos calmarnos y maximizar nuestro flujo de oxígeno. Con cada práctica nos volvemos más conscientes de nuestro cuerpo y comprendemos nuestras necesidades y limitaciones.
Clase a clase adquirimos distintas herramientas a través de las distintas asanas (posturas de yoga) y trabajos de respiración conciente que nos va a facilitar, no sólo durante el embarazo, sino también en el momento del parto, al alcanzar una flexibilidad que nos permita transitar el trabajo de parto en mejores condiciones.
El estiramiento muscular y mejoramiento de la postura, mediante asanas, nos ayuda a transitar el embarazo con menos dolores en la espalda, sobre todo los relacionados con el nervio ciático; el trabajo para fortalecer los músculos del suelo pélvico sirve para evitar complicaciones en el post-parto.
Otro beneficio del yoga es que nos permite mejorar la circulación durante el embarazo disminuyendo la posibilidad de retención de líquido.
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El uso de fisiobalones (llamados también pelota de pilates) ayuda a trabajar el equilibrio. Al recostarse sobre estas esferas se estira toda la espalda, logrando un descanso y sensación de alivio. Además de trabajar nuestra concentración, los fisiobalones estimulan nuestra capacidad lúdica: subidos a la pelota volvemos a ser niños con ganas de movernos y jugar.
Todos estos beneficios se obtienen de la práctica. Cada semana del proceso del embarazo nuestro cuerpo se transforma y mantener la práctica durante todo este tiempo nos va ayudando a adaptarnos de la mejor manera a cada nuevo desafío que se va presentando.
Es importante utilizar los recursos de yoga para mantener nuestro cuerpo en forma y con buenas sensaciones. Pero también lo es mantener un estado de ánimo positivo para que el ambiente en el que se va desarrollando nuestro bebé sea agradable desde la gestación.
Natalia Serber
Profesora de Yoga
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