El juego de la vida mediterránea: Que el alimento sea tu medicina

Hoy ha llegado a mis manos un libro tremendamente interesante y que os recomiendo desde ya, El juego de la vida mediterránea de Mauro García Toro. Gracias a él he podido profundizar mi conocimiento sobre el estilo de vida mediterráneo, "un concepto que agrupa una serie de recomendaciones sobre hábitos de vida que se están utilizando cada vez más en la prevención y tratamiento de muchos problemas de salud, físicos y mentales".

Este tema me interesa por diversas razones: primero porque la 'vida sana' se ha convertido casi en una obsesión para mí en los últimos años. Quiero cuidar mi alimentación, comer sano y variado, y hacerlo de la mejor forma posible, sin cometer locuras o seguir dietas milagro que mucho prometen pero poco cumplen, al menos a largo plazo. 

Así, el estilo de vida mediterránea, entendido como "ideal al que tender más que una meta que conseguir", tal y como recomienda García Toro en su libro, se ha convertido en mi paradigma y ejemplo a seguir. 

Quiero que os percatéis de que hasta el momento no he hablado de dieta mediterránea, sino de estilo de vida; y es que El juego de la vida mediterránea nos deja claro que nuestro objetivo no debe centrarse en la pérdida de peso (idea que relacionamos inmediatamente con la palabra 'dieta'). Por el contrario, esta filosofía promueve acabar con "el sedentarismo, el estrés crónico y la pérdida de lazo social", tocando también temas nutricionales, por supuesto, pero no centrándose única y exclusivamente en ellos.



No obstante, y aunque este libro trata muchísimos aspectos de este estilo de vida mediterránea, me interesa especialmente el apartado sobre alimentación concebida como medicina. Y, ahora sí, empezamos a hablar de dieta mediterránea..., cuyo mantra es: 

1. Utilizarás aceite como principal grasa de adición. 

2. Consumirás alimentos de origen vegetal en abundancia. 

3. Incluirás alimentos procedentes de cereales en tu alimentación diaria. 

4. Consumirás diariamente productos lácteos. 

5. Moderarás la ingesta de carne roja, carnes procesadas y huevos. 

6. Fomentarás el consumo de pescado y fruta. 

7. El agua es fuente de vida. 

8. La actividad física es tan importante como el comer. 



Ahora bien, soy española y en los países mediterráneos interiorizamos este mantra casi desde la cuna. ¿Quiere decir esto que cumplo con todas y cada una de las condiciones de un estilo de vida mediterránea ejemplar? La respuesta es simple, NO. Por mucho que me preocupen estos temas, el estilo de vida occidental llama a mi puerta al igual que a la de todos vosotros y cada vez me cuesta más resistir la tentación de hamburguesas, pizzas, dulces, cervezas... ¡Qué delicias :)!

¿Entonces estoy completamente alejada de la dieta mediterránea? 

Mauro García Toro nos propone cumplimentar el test MEDAS. Dicho cuestionario, científicamente avalado, es un popular instrumento de valoración dietética que pretende medir nuestra adherencia a la dieta mediterránea. Procedo a exponerlo a continuación: 

1. ¿Usa usted el aceite de oliva como principal grasa para cocinar?

Sí = 1 punto

2. ¿Cuánto aceite de oliva consume en total al día (incluyendo el usado para freír, el de las comidas fuera de casa, las ensaladas...)?

Dos o más cucharadas = 1 punto

3. ¿Cuántas raciones de verdura u hortalizas consume al día (las guarniciones o acompañamientos contabilizan como 1/2 ración)?

Dos o más al día (al menos una de ellas en ensaladas o crudas) = 1 punto

4. ¿Cuántas piezas de fruta (incluyendo zumo natural) consume al día?

Tres o más al día = 1 punto

5. ¿Cuántas raciones de carnes rojas, hamburguesas, salchichas o embutidos consume al día (una ración equivale a 100-150 gr)?

Menos de una al día = 1 punto

6. ¿Cuántas raciones de mantequilla o nata consume al día (una porción individual equivale a 12 gr)?

Menos de una al día = 1 punto

7. ¿Cuántas bebidas carbonatadas y/o azucaradas (refrescos, colas, tónicas, bitter) consume al día?

Menos de una al día = 1 punto

8. ¿Bebe vino? ¿Cuánto consume a la semana?

Tres o más vasos por semana = 1 punto

9. ¿Cuántas raciones de legumbres consume a la semana (una ración o plato equivale a 150 gr)?

Tres o más por semana = 1 punto

10. ¿Cuántas raciones de pescado o marisco consume a la semana (un plato, pieza o ración equivale a 100-150 gr de pescado o 4-5 piezas de marisco)?

Tres o más por semana = 1 punto

11. ¿Cuántas veces consume repostería comercial (no casera) como galletas, flanes, dulces o pasteles a la semana?

Menos de tres por semana = 1 punto

12. ¿Cuántas veces consume frutos secos a la semana (una ración equivale a 30 gr)?

Una o más por semana = 1 punto 

13. ¿Consume preferentemente carne de pollo, pavo o conejo en vez de ternera, cerdo, hamburguesas o salchichas (carne de pollo: una pieza o ración equivale a 100-150 gr)?

Sí = 1 punto



Se supone que si la puntuación que obtenemos al responder este test supera los 9 puntos estamos de enhorabuena y formamos parte de ese pequeño y restringido club de los que siguen la dieta mediterránea adecuadamente. 

Si la puntuación es de 7, entonces podemos hacerlo mejor, pero no está todo perdido. 

Por debajo de esta cifra, mejor volver al apartado en el que hablaba del mantra de la dieta mediterránea, apuntar sus consejos y seguirlos al pie de la letra... ¡Ánimo, nunca es tarde para cambiar nuestros hábitos!

... Contra todo pronóstico, yo he aprobado con nota, así que de momento me libro de recuperar en septiembre ;) 

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