Este invierno gripes y resfriados no se te van a acercar... ¿El secreto? una sabia combinación de alimentos que pondrán a tope tus defensas.
Una dieta variada, sin excluir-porque note gusten- alimentos imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. La preparación de los alimentos influyen en la asimilación de esos nutrientes por parte del organismo: ni muy hecho, ni crudo; mejor poco cocido o a la plancha, evitando usar el microondas y recalentar.
Alimentos que interesan consumir a nivel inmunitario:
Los ácidos grasos omega-3 (que las encontramos en el pescado azul, almendras, nuecesen nueces).
Hierro (huevos, carne roja, espinacas,..).
Zinc (en marisco, carne, pescado, legumbres, etc.)
Selenio (en pipas de girasol, huevos...)
Ácido fólico (en verduras de hoja verde, fruta...). Si estás embarazada es indispensable tomar un suplemento (que te recomendará tu médico) para la completa formación de tu bebé.
Vitamina C (naranjas, tomates, perejil...).
Vitamina E (en frutos secos, espinacas, etc.)
Vitamina B 6 (en nueces, aguacates, carnes, pescados, etc.)
Vitamina B-6, para el sistema nervioso y el inmunitario. En carnes, vísceras, frutos secos, levadura, yema de huevo, pescado, etc. El carecer de estos nutrientes provocara una anemia, cansancio, náuseas, vómitos, etc. Cuidado con ellos porque se destruyen fácilmente con la congelación, el calor y la luz.
Si tu dieta es pobre en estos nutrientes quizás necesites un suplemento vitamínico pautado por el especialista. No lo compres porque le vaya bien a otra persona. Nunca te automediques.
Estos suplementos en una cantidad adecuada, tienen efecto beneficioso para la salud.
No vale cualquier cosa. Deben cumplir unos parámetros determinados por los organismos sanitarios competentes, entre otros, potenciar las defensas inmunitarias.
Los más utilizados pertenecen a Lactobacilos y Bifidobacterias, aunque también se usan Saccharomyces cerevisiae y algunas especies de Bacillus, La industria ha buscado diferentes formas de introducirlos en el mercado:
Alimentos que los incluyen (en poca cantidad, como el yogur).
Suplementos alimenticios, nutracéuticos o probióticos encapsulados, con efecto preventivo, pero no curativo.
Es importante: diferenciarlos de otros componentes que se suelen asociar, pero que tienen una funcionalidad diferente, como los prebióticos (que se utilizan en alimentos como galletas, lacteos, cereales, chocolate, etc, el más reconocido es oligofructosa, la inulina, etc.) o los simbióticos (que contienen pre y probióticos como ocurre con la combinación de olígofructosa y bifidobacterias).
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