No sé si también os pasa a vosotr@s, pero muchas veces cuando voy hacer la compra me fijo en los carritos de la gente que me rodea y me doy cuenta de lo aburridos y clónicos que somos nutricionalmente hablando, cada carrito lleva más o menos los mismos alimentos: patata, tomate, ensalada, ternera, merluza, galletas, leche... Pero que aburrimiento por favor!
Hay tantos sabores sin explorar, tantos pequeños secretos que es una pena perdérselos!! Si somos capaces de innovar a la hora de comprar prendas de ropa que duran años, ¿porqué no lo hacemos también con nuestra alimentación? Así nuestra alimentación sería más completa y nuestra salud notaría la diferencia.
Como soy consciente de que los cambios son in crescendo hoy os traigo un pequeñín que tiene mucho que dar: EL SÉSAMO NEGRO
Muchos probablemente jamás hayáis oido hablar de él pero nunca es tarde si la dicha es buena! Estas semillas tan pequeñitas tienen un alto contenido en fibra, mucho más que el sésamo blanco, por lo que es un amigo indispensable para todas aquellas personas con digestiones lentas, pesadas, problemas de estreñimiento...
Aparte es rico en calcio, por lo tanto es un alimento perfecto para nuestros mayores en su lucha contra la osteoporosis, nuestros niños que están creciendo y las futuras mamis. También es muy rico en hierro siendo fundamental en la gestación y lactancia, asi como para personas anémicas. Y tiene un alto contenido en proteínas vegetales asi que al combinarlo con cereales y leguminosas lograremos la tan codiciada proteína perfecta rica en los aminoácidos esenciales, esos que tanto nos cuesta encontrar de manera habitual y que nuestro cuerpo no sintetiza por sí mismo.
Y todo esto así dicho queda preciosísimo lo sé, pero ahora me preguntaréis y esto... ¿cómo me lo como yo bonita? Pues es mucho más fácil de lo que creéis: una cucharadita mezclada con yogur, en ensaladas, en pescados, con los cereales por la mañana, en galletas, bizcochos... Son sólo dos cucharaditas de postre al día que pueden ayudar a mejorar nuestro tránsito intestinal, fortalecer nuestros huesos, reponer nuestras reservas de hierro, disminuir el colesterol y fortalecer nuestros músculos. Merece la pena probar ¿no creéis?
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