Azúcar, carbohidratos, insulina y grasa
Cualquier alimento que se ingieren se procesa y se metaboliza en el cuerpo.
La comida se descompone en los diferentes bloques de construcción que el cuerpo necesita, y lo que no puede ser metabolizado o usado es procesado y eliminado por el hígado.
Las proteínas y las grasas se utilizan para el músculo y la regeneración de tejidos y otros procesos en el cuerpo.
Los hidratos de carbono son típicamente un rápido de combustible para el cuerpo, pero cuando se comen más que el cuerpo necesita inmediatamente, deben ser almacenados
Cualquier forma de hidratos de carbono es eventualmente degradado por el cuerpo en glucosa, una forma simple de azúcar.
Mientras que el cuerpo pueda utilizar la glucosa como combustible, los niveles que exceden lo que se necesita son tóxicos para el cuerpo.
En el largo plazo, que un panecillo de trigo integral, taza de mijo, o tazón de avena se convierte en exactamente el mismo que una taza de un refresco, un donut o un puñado de caramelos.
El problema es que la glucosa es realmente tóxico si es sólo circulan por el torrente sanguíneo, por lo que el cuerpo tiene un mecanismo de defensa.
Cualquier glucosa que no se usa inmediatamente se almacena como glucógeno en el hígado y los músculos.
Esto estaría muy bien, excepto que si su cuerpo tiene un número limitado de receptores de glucógeno, cuando éstos están llenos, ya que casi siempre están en este estado en las personas inactivas, el cuerpo sólo tiene una opción y es almacenar el exceso de glucosa en forma de grasas saturadas en el cuerpo.
Para empeorar las cosas para el adicto a los carbohidratos, cuando el cuerpo detecta la glucosa en el torrente sanguíneo, el páncreas libera una hormona llamada insulina que indica al cuerpo que debe almacenar la glucosa en forma de glucógeno.
Si los receptores de glucógeno están llenos y no pueden hacer esto, el cuerpo piensa que las células no reciben el mensaje y libera más insulina.
Cuando esto sucede durante un período de tiempo, las células comienzan a llegar a ser resistentes a la presencia de insulina, causando un círculo vicioso.
El cuerpo produce más insulina, tratando desesperadamente llegar a las células a la absorción de la glucosa tóxica. La presencia de un exceso de insulina en el torrente sanguíneo produce también daños tóxicos y además a los receptores en estas células.
Así que, ahí lo tienen: el exceso de azúcares y carbohidratos aumentan los niveles de insulina, y cuando esto ocurre durante un período de tiempo, se producen aumento de peso y resistencia a la insulina.
Parece bastante simple, ¿verdad? Si sólo fuera … hay otros factores de confusión involucrados.
Los cereales, azúcares y aceites omega-6
Estos tres son el eje del mal en el mundo de la nutrición.
Son todas nuevas introducciones a la dieta humana, especialmente en las formas que más se comen en (harina procesada, el azúcar de mesa y jarabe de fructosa de maíz de alta y aceites vegetales) .
Como ya sabemos, los granos (especialmente en una forma muy elaborada) no sólo elevan los niveles de insulina, también pueden dañar el revestimiento del intestino, incluso en aquellos que no tienen la enfermedad celíaca.
Los granos también causan inflamación en el cuerpo y pueden iniciar una respuesta inmune.
Los azúcares elevan los niveles de insulina, y durante períodos prolongados de tiempo, dañan el páncreas y causan resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes.
La fructosa es el delincuente más importantes del mundo de azúcar, ya que se reconoce como una toxina del cuerpo y no tiene ningún beneficio probado para el cuerpo.
La fructosa llega inmediatamente al hígado, donde se debe procesar, y algunos médicos sugieren ahora que esto puede ser un factor importante en el desarrollo de la enfermedad de hígado graso.
El exceso de azúcar en la sangre también aumenta la liberación de cortisol y adrenalina (más sobre esto en un minuto), se ralentiza la respuesta inmune, reduce los niveles de leptina necesarias y promueve el almacenamiento de grasa.
Hay varios tipos de azúcar y edulcorantes, y mientras todos deben ser limitados, algunos son peores que otros:
La glucosa – Se encuentra en casi todos los hidratos de carbono y es un precursor de glucógeno, que el cuerpo necesita para producir energía. Debe ser limitado, pero está bien con moderación, especialmente para los individuos sanos
La fructosa – Una sustancia tóxica que el cuerpo no necesita en cualquier cantidad. Si se consume, debe ser a base de frutas y no de fuentes como el jarabe de maíz de alta fructosa, lo que aumenta considerablemente el riesgo de los problemas anteriores de azúcar.
Sacarosa – Lo que conocemos como azúcar de mesa. Tiene una proporción de 1: 1 de glucosa a fructosa y crea una respuesta de la insulina en el cuerpo. Debe limitarse o evitarse.
Maíz de alta fructosa Sirope- fructosa altamente concentrado que es peligroso para el cuerpo. Debería ser evitado
Miel, jarabe de arce, Agave, melaza, etc – edulcorantes naturales que todavía contienen altos niveles de fructosa. Deben ser consumidos con moderación por los individuos sanos con buena sensibilidad a la insulina.
Azúcares en la fruta- la fruta contiene una gran cantidad de azúcar natural, y aunque la mayoría están bien con moderación, sus jugos deben evitarse ya que son fuentes concentradas de azúcar y elevan la glucosa en sangre y la insulina. Las mejores fuentes de frutas son aquellos ricos en antioxidantes y comparativamente bajos en azúcares, como las bayas.
Los aceites de Omega 6 de esta categoría incluyen vegetales, de canola, semilla de algodón, soja, maíz, cártamo, girasol, etc.
El consumo de estos aceites aumentó en la década de 1950 cuando fueron promovidos como una alternativa “saludable” a las grasas saturadas (que no lo eran) .
La investigación está mostrando que el consumo de estos aceites aumenta el riesgo de obesidad y puede dañar la función tiroidea.
Contribuyen a la resistencia a la insulina y la inflamación, lo que agrava aún más al pobre páncreas.
¿Cómo lo arreglamos?
Una combinación de los factores anteriores puede ser el catalizador para un caso en toda regla de la diabetes (o una gran cantidad de otras enfermedades).
La mejor cura es una buena prevención, pero ciertas medidas puede ayudar a revertir la diabetes una vez que ha ocurrido.
Por desgracia, la mayoría de las personas no se les da el beneficio de este enfoque.
Cuando se les diagnostica la diabetes, la mayoría de las personas se les dice que evitar el azúcar (buen paso, no la solución).
Si el problema es bastante malo, se les dice que tomar medicamentos para dar la insulina al cuerpo.
El problema es, como hemos visto anteriormente, la diabetes es un problema con la regulación del cuerpo de la insulina, causada por una resistencia a la insulina y la producción excesiva para retirar cantidades tóxicas de la glucosa en el torrente sanguíneo.
La insulina también es peligrosa si se deja circular el la sangre. De alguna manera, el tratamiento de exceso de glucosa circulante y la insulina con más insulina no parece ser el enfoque correcto …
No se trata sólo mantener los niveles de azúcar en la sangre a través de control de la insulina que ayuda a la diabetes, para arreglar el problema real que causa la diabetes.
Dirigiéndose a un solo aspecto del problema (azúcar en la sangre o insulina) ignora todos los otros factores como la mala alimentación, toxinas, estrés, problemas intestinales, problemas inmunológicos, etc.
En cambio, este enfoque en que se centra solo puede contribuir al problema, haciendo resistencia a la insulina y el peor llevando eventualmente a la insulina la diabetes dependiente cuando el páncreas se apaga por completo.
Muchos médicos y expertos en nutrición recomiendan los típicos 6-11 porciones de carbohidratos complejos a partir de fuentes de granos integrales al día, lo que sugiere que la fibra ayuda a mitigar la respuesta a la insulina.
Como he mostrado antes, 6-11 porciones de carbohidratos al día es malo para cualquier persona..
Siete pasos para ayudar a su cuerpo a recuperarse de la Diabetes
La buena noticia (ya era hora!) es que la mayoría de las personas con diabetes de tipo II son capaces de revertir o mitigar de manera espectacular su enfermedad con las medidas adecuadas.
Hace problemas de insulina bajo control – La diabetes se desencadena por resistencia a la insulina y la recuperación de la sensibilidad a la insulina adecuada puede ayudar a revertir el proceso. Limitar el consumo de azúcares, granos y carbohidratos procesados y se centran en proteínas saludables, grasas y vegetales verdes.
Obtener sus grasas en Buen equilibrio – el exceso de grasas omega-6 en la dieta es un factor que contribuye a la diabetes. Prestar atención a la ingesta de grasas omega-3 y omega-6 y tratar de acercarlos a una proporción de 1: 1. . Evitar Omega-6 aceites de semillas y sus fuentes (estos se utilizan en casi todos los restaurantes). Coma los pescados grasos como el salmón y las sardinas de los omega-3.
Cuidar su obesidad – No es la panza de cerveza, sus intestinos. Los granos y las toxinas causan daños en el revestimiento intestinal y facilitan el síndrome de intestino permeable . El agotamiento de las bacterias beneficiosas en el intestino causada por la mala alimentación, el uso de antibióticos. Quitar los granos, evitar las toxinas siempre que sea posible y tomar un probiótico de alta calidad para ayudar a sanar los intestinos. .
Ejercicio – Incluso la comunidad médica convencional reconoce la ventaja del ejercicio, ya que aumenta la capacidad de los músculos para utilizar la insulina y con el tiempo puede ayudar a solucionar la resistencia a la insulina. Todo el ejercicio no son iguales sin embargo y afortunadamente, se ha demostrado que pequeñas cantidades de ejercicio de alta intensidad para tener un mejor efecto sobre los niveles de insulina (y pérdida de peso) .: “Un par de estudios realizados en la Universidad de McMaster encontró que” 6-minutos de ejercicio puro, duro una vez a la semana podrían ser tan eficaz como una hora de actividad moderada diaria “
Perder exceso de peso – La obesidad y la diabetes a menudo van de la mano, y mientras el debate aún continúa sobre si uno causa el otro, los estudios demuestran que la pérdida de peso puede ayudar a mitigar la diabetes, y también reduce el riesgo de contraerla, para empezar. Ciertas mejoras en la dieta y estilo de vida pueden ayudar a perder peso y son beneficiosos para la diabetes.
Reducir el estrés – El estrés aumenta el cortisol y puede conducir a un desequilibrio hormonal generando problemas de insulina y aumenta el riesgo de ciertos tipos de enfermedades. Trabajar para reducir sus fuentes de estrés por falta de sueño, exposición a toxinas, las fuentes mentales y emocionales y la mala alimentación. Obtención de la calidad del sueño cada noche puede ayudar a reducir los niveles de la hormona del estrés y es ideal para el azúcar en sangre .
Suplemento – Los suplementos pueden ayudar a su cuerpo a curarse de la diabetes, especialmente mientras su cuerpo trabaja para obtener una reacción correcta de insulina de nuevo. Suplementos a menudo asociados con la ayuda síntomas de la diabetes y la mejora de la enfermedad tales como canela, grasos omega-3, ácido alfa lipoico, cromo, coenzima Q10, el ajo y el magnesio
¿Y que dieta seguir?
Te dejo un enlace a la dieta mediterránea para diabéticos, y de suma importancia también para personas no diabéticas, pincha AQUÍ.
Recuerda que aunque tengas una dieta saludable, debes limitar la cantidad que ingieres pues también se trata de controlar el peso..
IMPORTANTE: Yo no soy médico, me limito a contrastar información de revistas científicas internacionales. Antes de seguir ninguna pauta, consulta a tu médico y en ningún caso abandones la medicación sin la supervisión de él.
Fuente: wellnessmama
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