Beber abundante agua, no menos de cuatro vasos diarios, ayudan a la efectividad de la mayoría de tratamientos de belleza de la piel así como las tisanas.
Para este remedio necesitamos un vaso de aceite de oliva, azúcar, sal, un vaso pequeño de miel, un limón, un cazo pequeño, una cazuela, 25 gramos de cera de abeja, un gel de baño suave, una infusión de flores de violeta.
1.En un recipiente grande vertemos un vaso mediano de aceite de oliva y un vaso mediano de agua y le añadimos una cucharada sopera de azúcar y dos de sal.
2.En un vaso pequeño ponemos miel, a la que le echaremos el jugo de un limón, estos ingredientes son muy buenos para la piel.
3.Colocamos 25 gramos de cera en el cazo pequeño y ponemos dentro de una cazuela con agua fría. Después calentamos la cazuela a fuego lento, al baño María, mientras removemos con una cuchara para deshacer la cera.
4.Apagamos el fuego cuando la cera esté bien derretida, y debemos tener cuidado que no se hagan grumos ni se pegue. Añadimos el vaso preparado antes con agua y aceite de oliva y el vaso de miel con limón. Removemos bien todo y lo vertemos en un cuenco de barro preferiblemente.
6.Nuestro preparado irá haciendo su efecto durante media hora y es recomendable estar relajad@s sobre una toalla y no acostarnos sobre la cama, el sofá o el sillón, ya que el preparado mancharía.
7.Tras la media hora nos damos una ducha y nos enjugamos bien todo el cuerpo. Con esto nos hemos aplicado correctamente nuestro remedio de rejuvenecimiento de la piel. Lo repetiremos dos veces por semana durante un mes.
Nota: Si acompañamos al remedio con infusiones o tisanas de flores de violeta, bien caliente y 4 gramos por taza de agua hirviendo, aumentaremos la efectividad del remedio.
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