La definición de codependencia, abarca conductas dañinas, en las que la persona sufre una adicción al otro, ya sea transformandose en su rescatador, en su “terapeuta”, en hacerse indispensable para poder sentirse apreciado.
Lo más peligroso es cuando la persona empieza a permitir cosas, tratos, acciones que muchas veces son formas de maltrato, y tristemente muy en el fondo se sabe que no es bueno, ya sea por sus valores, creencias y personalidad que en otras circunstancias jamás aceptaria, pero termina cediendo por el miedo a perder o a ser abandonado.
Lo que puedo decirte con mi experiencia de vida y profesional, es que no necesitas sacrificar nada ni esforzarte para que otro te quiera. Me costó mucho comprender que las personas que en verdad te quieren no te exigirán algo que tu no quieras. Los problemas que tengas con ellas se resuelven para mejorar sin fines egoístas y manipulaciones. Que no puedes ir por la vida exigiendote demás solo para que los demás estén bien y tu siempre con la sensación de vacío, que te aseguro, nadie llenará más que tu, cuando estés listo para dejar de una vez por todas de atender a otros para no voltear a verte a ti.
Lo positivo de todo es que es posible vivir de otra forma. No te garantiza la vida sin problemas, pero si que se aprende a resolverlos de una forma sana. Obviamente esto requiere cambios, desde nuestra forma de pensar y comportarnos, y muchas veces, requerimos sanar nuestras heridas, reforzar o recuperar nuestra Autoestima. Reconectarnos y volver a descubrir la grandeza e importancia de lo que somos, a pesar de nuestros puntos débiles, potenciando nuestras capacidades.
Porque tu valor no te lo da lo que otros te den o hagan por ti.