En realidad, hay dos conceptos claves. El primero, que estamos hablando de entrenar en ayunas, recién levantadas. De aquí deriva el segundo, ¿podemos someter a nuestro cuerpo ese esfuerzo y recibir beneficios a cambio?
Así, si tenemos algún problema de salud, como diabetes, o problemas vasculares, no es muy recomendable que adoptes esta rutina. Recordemos que el nutriente principal de nuestro cuerpo es la glucosa, un azúcar; toda condición médica que dificulte que la glucosa llegue a nuestras células debería tenerse en cuenta antes de cualquier rutina de ejercicio.
Si entrenamos por las mañanas, veríamos beneficios en nuestra salud bastante pronto.
En ayunas, recién levantadas, nuestras reservas de glucosa están bastante bajas. Es normal, han pasado varias horas desde nuestra última comida. Si exigimos a nuestro cuerpo que se ponga en marcha sin haber comido, éste deberá obtener su “combustible” de algún lado. Parte podría venir de los almacenes de glucógeno localizados en el hígado, pero seguramente estén ya algo resentidos a esas horas después de mantener los niveles adecuados de glucosa en sangre durante la noche. ¿qué otra opción le queda? Efectivamente, las reservas de grasa, esas reservas a las que se recurre en segundo lugar, después de las de glucosa.Pero si no controlamos las calorías que aportamos durante el día al alimentarnos, es igual que entrenemos de mañana o tarde. Si aportamos más de las que necesitamos, se almacenarán como reservas de grasa y no veremos avances. Si las hemos tenidos en cuenta, entrenar de mañana en ayunas nos proporcionará una mejoría extra en nuestro objetivo de tonificar nuestro cuerpo y perder algo más de peso.
Por supuesto, si te decides por adoptar esta nueva rutina prepárate la noche antes. Prepara una cena ligera para tener un sueño reparador y levantarte descansada y relajada. No olvides tampoco que las mayores ventajas del entrenamiento matinal en ayunas no se consiguen con niveles excesivos de glucosa en sangre porque si así fuese las reservas de grasa no se movilizarán. Por tanto, presta atención a la última comida del día porque será vital para afrontar el día siguiente.
Por cierto, si tu objetivo, o tus necesidades médicas indican que deberías ganar algo de masa muscular entrenar en ayunas no es la mejor opción. Esto se debe a que recién levantados nuestro sistema endocrino y hormonas “no están por la labor de mejorar la ganancia de masa muscular”. Como decíamos, recién levantadas las reservas energéticas están bajas y es más prioritario recuperar los niveles para afrontar el resto del día.
Por cierto, no olvides tu desayuno. Entrenar en ayunas no significa no comer nada hasta media mañana. Tu cuerpo necesitará recuperarse de ese esfuerzo sano y tu mente estará también más despierta.
Plan de deporte Lev
En Lev disponemos de un Plan de deporte de pensado para personas que entrenan de forma habitual y desean mejorar su composición corporal y el rendimiento físico.Se trata de un plan alimentario diseñado para conseguir un aporte de calorías suficiente y una correcta distribución de nutrientes a lo largo del día para que haya una buena recuperación del esfuerzo realizado, y también para potenciar un aumento de la masa muscular de forma saludable.
¡Infórmate en tu Centro Lev más cercano!