Un pensamiento negativo es un pensamiento automático e irracional con el que la persona se ataca a sí misma. Pueden ser descalificaciones, insultos, críticas… Podemos poner algunos ejemplos frecuentes entre las personas con baja autoestima como “Soy un inútil”, “Soy un desastre”, “No valgo para nada”, “Siempre me sale todo mal”, “Siempre lo estropeo todo”.
Con esta manera de hablarse a sí mismos, consiguen sentirse aún peor, reducir la confianza en sí mismos, deprimirse, quedarse paralizados por el miedo a fracasar… Entonces, si tanto daño nos hacemos a nosotros mismos con esta forma de pensar, ¿por qué la utilizamos?
Los pensamientos negativos son automáticos, es decir, llevamos tanto tiempo dirigiéndonos a nosotros mismos de esta manera que ha llegado a convertirse en lo normal. Ni siquiera nos damos cuenta de que nos estamos insultando, hiriendo y reduciendo nuestra autoestima con esa forma de pensar.
Los pensamientos negativos también son irracionales, es decir, no se corresponden con nuestra realidad. Pensémoslo un momento: Nadie es un completo desastre, las cosas no siempre salen mal, todo el mundo hace cosas bien. Si sometemos a análisis estos pensamientos negativos, nos daremos cuenta de que son exageraciones y generalizaciones que no se corresponden con la realidad, que no nos ayudan a mejorar en nuestra vida y que deben ser eliminados si queremos una autoestima fuerte y saludable.
Al ser automáticos, los pensamientos negativos la mayoría de las veces nos pasan desapercibidos o creemos que es la forma normal en la que debemos comunicarnos con nosotros mismos.
Por ello, no basta con decirnos a nosotros mismos que debemos pensar de forma positiva y decirnos cosas agradables, como sugieren muchos libros y webs de autoayuda. Cambiar esta forma de pensamiento, que en muchos casos puede llevar acompañando a la persona toda la vida, no se consigue con un consejo bienintencionado o con decirnos a nosotros mismos que lo vamos a intentar.
Cambiar esta forma de pensar requiere conocimiento, disposición y constancia.
PASOS BÁSICOS:
1. Detecta e identifica esos pensamientos en cuanto se producen.
2. Analízalos para que te des cuenta de las emociones negativas que te producen y de que son irracionales y no se corresponden con la realidad de cómo eres o cómo actúas.
3. Detenlos si llegan a aparecer.
4. Neutralízalos cambiando un pensamiento negativo por uno positivo.
BENEFICIOS PARA TU AUTOESTIMA SALUDABLE AL SUPERAR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS:
Dejarás de dirigirte a ti mismo de forma irrespetuosa y cruel
Te sentirás más seguro de ti mismo
Pensarás de una forma más positiva y optimista lo cual incidirá en tu bienestar.
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