¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Miedo, en esta palabra que resume lo que más nos atormenta en la vida sin que, en la mayoría de casos, exista una base que lo sustente. Pero, y aquí viene la gran pregunta, ¿cuántas cosas hubieras hecho en la vida de no haber sido por el miedo?, ¿cómo podría cambiarte la vida si aprendieras a trascenderlos?

Desde que naces ves de cerca los miedos. Ya cuando por primera vez pones un pie en la tierra, percibes la energía de esos padres que te miran entre la devoción y el temor de ver cómo te pegas los primeros tropezones de tu vida.

El miedo cumple una función, y es necesario que los sintamos porque nos avisa de los peligros, el problema viene cuando le damos a éste las riendas y empieza a frenarte en tu vida sin control.

No tengo muy claro en qué momento tomas consciencia de que estás dejando de hacer muchas de las cosas que te hubiera gustado hacer por conjeturas de tu mente y por situaciones que jamás han sucedido. Lo que sí es cierto, es que cuando descubres que tu única enemiga es tu jaula mental ya no vuelves a ver las cosas como antes.

A la jaula mental hay que tenerla bien vigilada, y es importante observarla y controlarla para que no te la juegue, porque ésta es especialista en hacerte ver cosas que no existen. Puede alejarte de tus talentos, de tus pasiones, hacer que tires la toalla, disfrazarte de una persona que no eres, apagar sueños, ilusiones y un largo etcétera.

Un amigo me dijo una vez, que en los momentos antes de la muerte uno siempre piensa en aquello que ha dejado de hacer. Curioso, no nos arrepentimos tanto de lo que en nuestra vida catalogamos como errores (que realmente en ocasiones ni siquiera son tales, pues no dejan de ser aprendizaje), si no de lo que nunca llegamos a intentar.

Así, puedes pasarte la vida entera, apagando tus sueños, tus pasiones o incluso tus sentimientos y dejar que sea la inercia la guía de tu vida para no asumir ningún riesgo. Si dejas que el miedo tome las riendas, puedes condenarte a llevar la vida de un mero espectador, pero ¿estás dispuesta a pagar ese precio?

Para reflexionar sobre nuestra historia personal, para tomar las riendas de tu vida y para hacerte cargo de quién eres, el miedo es un ingrediente debe incorporarse en su justa medida.

Un abrazo, 

VaNova

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