¿Qué es el miedo y qué hacer con él?

El comportamiento emocional incluye expresiones tan universales como la ira, el miedo, la alegría o la tristeza. Cualquier individuo conoce las sensaciones que se experimentan ante estas reacciones emocionales, ya que las ha podido vivir frecuentemente a lo largo de su vida.

Todas las emociones son importantes ya que todas han ayudado a la supervivencia de la especie. Es cierto que unas son más dolorosas que otras y por ello reaccionamos de maneras distintas, pero todas tienen un propósito y nuestro objetivo es conocerlo.

¿Qué es el miedo y para qué sirve?

Paul Eckman, psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial, desarrolló una lista de 6 emociones básicas, (alegría, ira, miedo, sorpresa, tristeza y asco), cuya experiencia era universal en prácticamente todas las culturas.

El miedo es una de las emociones básicas por excelencia, además de una de las más estudiadas en animales y humanos. Es necesaria y adaptativa la mayoría de las ocasiones. Está en nuestro día a día, siendo una de las emociones que experimentamos con mayor frecuencia. ¿Qué pasaría si las emociones no hubiesen estado ahí como guía de acción? ¿Qué hubiese pasado si el miedo no hubiese existido? Probablemente la respuesta sería: “la extinción de la especie”.

El miedo puede desencadenar de forma automática una respuesta de evitación que sirva para salvar la vida. Esta emoción es muy útil para producir conductas de huida o afrontamiento, además ayuda a integrar nuevas respuestas alejando al sujeto del peligro.

Es una emoción dolorosa ya que activa un estado de malestar, pero no una emoción negativa, ya que como cualquier otra emoción ayuda a la supervivencia de animales y humanos.

¿Cómo se puede regular?

El miedo es una emoción muy importante en nuestra evolución, por eso desde “Psicólogos Málaga PsicoAbreu” se confía en la importancia de una adecuada educación emocional. El miedo nos ayuda a elegir nuestros actos para así evitar peligros innecesarios. Pero es importante contactar con dicha emoción y aprender a responder de una manera adecuada.

“Intentar centrar la atención para tomar consciencia del miedo en lugar de luchar contra él”, hace que reconozcamos la emoción sin dejarnos arrastrar por ella. “Es más fácil apagar una chispa que un gran incendio”.

“Aprender a aceptar todas las emociones”. Todas ellas son mensajes internos que nos enseñan acerca de nosotros, de nuestros gustos, valores, necesidades, etc.

“Dejar ir”. Una cosas es sentir miedo y otra muy distinta es dejarse arrastrar por él. Tomar distancia de la emoción, observándola, sin apego ni lucha. El problema no es dejar que la emoción nos visite, sino dejar que se instale.

Si existe dificultad en contactar y regular las emociones y estas se convierten en algo disfuncional, lo mejor es acudir a un profesional. Cuando el miedo se convierte en algo limitante, creando patrones de actividad desajustados es el momentos de buscar orientación. En Psicólogos Málaga PsicoAbreu trabajamos para que otra relación con las emociones sea posible, generando autoconocimiento y bienestar.

Fuente: https://www.malagaldia.es/