En el mercado existen distintos tipos que facilitarán la depuración de nuestro hígado y la vesícula biliar, órganos que por sus funciones depurativas de la sangre están especialmente afectados por las toxinas que ingerimos por la alimentación, medicación, si fumas o bebes, etc. Yo recomiendo una buena depuración antes de empezar una dieta y al menos dos veces al año (en primavera y otoño).
Los complementos adecuados para conseguirlo, la alcachofa, el diente de León, el cardo mariano, el rábano negro.
Complementos diuréticos, le ayudaran a conseguir un efecto mayor a su dieta, ya que estimulan la función renal, eliminándose por ello más toxinas a través de la orina. Con este producto no se pierde peso sino volumen, ayudando al organismo a funcionar correctamente y a pleno rendimiento, no conviene abusar de éstos ya que pueden causar daño renal y pérdidas importantes de minerales, es importante que si los usas bebas mucha agua, al menos litro y medio.
Los diuréticos que puedes encontrar en el mercado son: cola de caballo, brezo, bardana, ortiga, bolsa de pastor, diente de león .
Muchas veces el inicio de una dieta, provoca estreñimiento, es importante que la dieta que se siga incluya bastante fibra para facilitar el funcionamiento del aparato digestivo, no te olvides de incluir frutas, verduras y cereales integrales así como alimentos que favorezcan la flora intestinal como el kéfir o yogurt. Insisto en la necesidad de beber agua y si aun así necesitas ayuda, existen laxantes como las semillas de lino, las hojas de boldo, hojas de sen, o el aloe vera.
Si pasas hambre hay complementos saciantes que por tener alto contenido en fibra habrá de tomarla antes de las comidas con abundante agua produciendo la sensación de estar más lleno. Los más efectivos son el chitosan, la garcina gambogdia, espirulina (que tiene minerales y proteínas, vitamina B12 y hierro) o el glucomanano.
Si además se necesita activar la quema de calorías, tanto de las ingeridas como de las acumuladas, para ello contamos con complementos como la garcinia cambogia, la L-carnitina, el chitosan, o el té verde.
Espero que este artículo os sirva de orientación pero no os olvidéis de que vuestro médico o vuestro terapeuta puede aconsejaros mejor conociendo vuestro caso concreto.