Si has llegado hasta aquí es porque seguramente te hayas hecho esta misma pregunta o alguna de sus variantes:
¿Cómo cambiar mi vida para mejor?
¿Cómo cambiar mi vida a los 40?
¿Cómo cambiar de vida radicalmente?
¿Cómo cambiar mi vida y ser feliz?
En este post te voy a contar el error que todo el mundo comete (y que puedes evitar) a la hora de cambiar tu vida.
¡Sigue leyendo!
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Necesito cambiar mi vida
Todos, absolutamente todos, toditos alguna vez hemos llegado a un punto de estancamiento, en el que parece que vivimos en el día de la marmota.
Nos sorprendemos cometiendo los mismos errores. Una y otra vez.
Aunque duela, aunque nos prometemos que no volveremos a cometerlos nunca más; acabamos cayendo.
Los tenemos más que identificados, hemos probado mil estrategias, pero siempre fallamos.
No te preocupes. Es totalmente normal.
De hecho a mi hermana, cuando le pasa eso, suele cantar a grito pelao una canción de Chavela Vargas:
“Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores, otra vez a brindar con extraños y a llorar por los mismos dolores”.
Grande Chavela.
Flickr Ariel Quiroz
Sin embargo, vemos a gente que avanza, que parece llevar una vida plena y satisfactoria y nosotros seguimos enredados en nuestros pensamientos.
Y eso nos jode. Nos remueve profundamente.
La vida está llena de emociones y pensamientos desagradables y nosotros solo queremos aprender a dejar de sufrir.
Quizás te interese: cómo dejar de sufrir.
Piensas…
“Si pudiera controlar mis miedos, ansiedad, inseguridad llevaría una vida feliz.”
“Si pudiera hacer desaparecer los pensamientos, emociones y sensaciones agradables podría cambiar mi vida y empezar a vivir.”
¿Es esto posible?
Sigue leyendo.
¿Se pueden hacer desaparecer los sentimientos y emociones desagradables?
Seamos claros: si yo pudiera hacer desaparecer los pensamientos y emociones desagradables de quienes me rodean, sería muchi-millonaria.
Ahora mismo, en vez de estar en Córdoba, estaría en una playa de Río de Janeiro tomándome una kiwirinha.
Y sí, hay un mundo más allá de las caipirinhas de lima.
O un coco en algún país exótico como Bali o Tailandia.
Por lo visto a mi versión muchi millonaria le flipa el rojo (emoji encojiéndose de hombros)
El caso, que ni tú. ni yo, ni NADIE pueden hacer desaparecer pensamientos y emociones desagradables.
N A D I E.
¡Ohhh! A la mierda mi sueño de ser muchi-millonaria.
Esto es lo más cerca que voy a estar de una vida ostentación y desenfreno después de una vida de trabajo
Pero antes que nos pongamos a revolcarnos como cochinos en nuestro charco de desdicha humana, tengo que darte una buena noticia.
Hay una cosa que SÍ podemos hacer. Y yo no sé tú, pero yo nunca renuncio a aquello que SÍ puedo hacer.
Por poco que sea.
Podemos trabajar para actuar de forma diferente una vez que aparezcan esas emociones y sentimientos desagradables.
“Pero Blanca, yo ya he intentado mil cosas diferentes: meditación, afirmaciones positivas, respiraciones, deporte”
Y en parte tienes razón. Desde fuera parece que has estado usando diferentes estrategias, pero en el fondo es la misma.
Sigues haciendo lo que estás (tú y toda la humanidad) acostumbrada a hacer:
Intentar controlar lo incontrolable
Puede que experimentes ansiedad y pienses que has intentado librarte de ella mediante la escritura, el yoga, la meditación, la comida
Puede que pienses que lo has intentado todo, pero en realidad no lo has hecho.
Has implementado una única estrategia de diferentes formas.
Lo único que has intentado es controlar la ansiedad.
Usando múltiples estrategias, eso sí. En el fondo solo has intentado controlar lo incontrolable.
Y aunque el charco de barro sigue siendo tentador, tengo que decirte que hay esperanza para todos nosotros.
Hay una herramienta que puedes trabajar: la flexibilidad cognitiva.
De hecho, esto es lo que diferencia a la gente avanza de la que se atasca y acaba haciendo lo mismo una y otra vez.
De esto hablo mucho en la newsletter y la trabajo en mis cursos.
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Cambiar de vida a los 50 ¿Se puede?
En este apartado también voy a contestar a todas las variantes de esta pregunta:
¿Puedo cambiar mi vida a los 40?
¿Puedo cambiar de vida a los 30?
Respuesta rápida: Si.
Lo único que necesitas para trabajar la flexibilidad cognitiva es una mente.
Hasta donde yo sé, las personas de más de 30 siguen teniendo una. Espero, por la cuenta que me trae, porque ya no soy una jovenzuela.
Lo único que mientras más tiempo lleves implementando el patrón de conducta de control de emociones, más te va a costar cambiarlo.
Pero esa es solo una variable y en un cambio de patrón de conducta influyen muchas otras variables.
¿Quién cambia antes un veinteañero alocado, con poca experiencia y difuso o una persona madura con verdaderas ganas de implementar un cambio en la vida?
¡Me apunto!
¿Es posible cambiar de vida radicalmente?
Respuesta corta: No.
Aunque hay por ahí muchos gurús que te hacen promesas del tipo:
Aprender a cambiar tu vida en 21 días
Reto: cambiar mi vida en 30 días
Adquirir flexibilidad cognitiva es algo que es mucho más fácil de decir que de implementar.
La mayoría de nosotros por la educación, el entorno, la cultura estamos acostumbrados a intentar controlar las emociones y los pensamientos.
Es un patrón muy arraigado y lleva tiempo cambiarlo.
Si hubiera un truco para cambiarlo, te lo enseñaría y en vez de estar tirada en una playa en Brasil, tendría mi propia isla.
Pero tengo dos buenas noticias.
La primera es que es posible. Lleva tiempo, eso sí, pero se puede.
Con paciencia y persistencia.
La segunda es que no tienes que esperar a cambiar 100% tu conducta para notar mejoras en todos los ámbitos de tu vida.
Con que cambies un 1% de las situaciones en la que tu mente intenta controlar una emoción desagradable, ya notarás el efecto en otros campos de tu vida.
Es como cuando tiras una piedra en un lago. Las ondas llegan muy lejos afectando a gran parte de la superficie.
Aunque sea una piedra muy pequeña, minúscula.
Obviamente no vas a trabajar con un solo ejercicio en una semana.
Requiere de trabajo continuo y recordatorios constantes.
Eso exactamente lo que hago en mi newsletter, te ofrezco recordatorios diarios sobre cómo funciona tu mente.
Para que evites caer en sus trampas, pero sobre todo, para que salgas de ella y empieces a vivir tu vida.
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