Sí, claro, tengo un guía espiritual, ¿cómo iba a progresar en el camino si no?
Mira, hoy he entrado a mi instagram y he leído un post de Joe Dispenza donde dice que el 99,9999999 % de cada átomo es energía o información y que por lo tanto todas las cosas del universo son esencialmente energía o información.
Saber eso me viene muy bien para entender que cada cosa que miro, leo, pienso, escucho, hago, o como, es información, y así tengo más claro qué mirar, leer, pensar, escuchar, hacer, o comer, puesto que yo quiero rodearme de buena información, para poder SER buena información.
Lo gracioso de esa afirmación es que hace unos tres años fui a una charla de Lama Rinchen Gyaltsen, la cabeza del budismo Tibetano Sakya en España, y dijo algo muy similar afirmando que el universo es un campo infinito de potencialidades, que en cristiano significa que a cada momento, a cada instante, se despliegan en nosotros todas las cosas posibles e imaginables. Es decir, que si supieras cómo, si dispusieras de la información correcta y de la sabiduría para aplicarla, antes de terminar este email podrías cambiar de color tu pelo, podrías dejar tus adicciones de lado, podrías tener una mente mucho más abundante e infinita, podrías…
Hace unos días, mientras venía conduciendo hacia Granada, escuchaba la increíble charla de dos horas de Jim Rohn, el que fue el mentor de Tony Robbins. En esa charla, Jim te explica cómo si quieres ser rico, tienes que estudiar riqueza, si quieres ser feliz, tienes que estudiar la felicidad, si quieres tener una buena vida, tienes que diseñar y planificar una buena vida.
Un conocimiento muy necesario para mi crecimiento espiritual, pues por ejemplo si no planifico mi año correctamente, mis ingresos correctamente, mi felicidad correctamente, ¿de dónde voy a sacar el tiempo y la energía y voluntad para ir a los centros de meditar, a los países lejanos a aprender conocimientos olvidados?
En ese mismo viaje, tras escuchar a Jim Rohn llamé a mi amigo Marcos, que me saca unos añitos y mucha experiencia en muchos campos, y le pregunté: Marcos, ¿cómo haces tú para gestionar mejor tu tiempo? ¿Cómo haces tú cuando sales con una mujer a cenar? ¿Intentas invitar siempre, a veces? A veces me siento mal y no sé que hacer, me veo inmaduro en ese campo. ¿Qué me aconsejas?
Aunque el plato fuerte de aquella conversación vino cuando hablamos sobre expresar nuestros sentimientos a las mujeres que conocemos y así darnos, y darles, la oportunidad de transformar nuestras relaciones con sinceridad y respeto: ¿Qué es lo quieres? ¿qué es lo que quieres conmigo?
Ese conocimiento viene muy bien para mi crecimiento espiritual, pues, como leí una vez, las relaciones de pareja pueden ser el camino más directo hacia la iluminación y, el día que encuentre pareja, quizás sepa algo más que antes sobre cómo hacer que aquello funcione.
Esta mañana le he mandado un vídeo de respiraciones del método WimHof a unos amigos. Si practicas ese vídeo cada mañana antes de ducharte con agua fría durante 21 días, es posible que tu salud mejore a límites insospechados, tu energía llegue a cotas que no conoces, y tu sensación de felicidad te hará dudar te todas las veces hasta ese momento que habías asegurado ser feliz.
Wim hof es uno de mis más grandes maestros espirituales, pues gracias a sus consejos y a su frase el límite no es el cielo, el límite es la mente, despierto motivado y con ganas de crecer, aumentar mi frecuencia, expandirme.
Entre esos amigos que he mandado el vídeo está Juan, al que hace unos meses, justo antes de salir conduciendo su moto por las calles de Madrid, le pregunté: ¿Cómo pelotas haces para hacer todo lo que haces? y él me respondió sin siquiera pensarlo ni quitarse el casco de la moto: Porque nunca NO termino algo que he empezado. Ese es mi único secreto, soy un cabezón.
Para mí es un gran maestro espiritual Juan, pues, sin ese conocimiento, ¿sería capaz de terminar el libro que estoy terminando? ¿sería capaz de meditar diez horas al día durante días días? ¿sería capaz de levantarme cuando todos los problemas del día a día se me vienen encima?
Hace unos días unos amigos, Edu y Sara, me invitaron a comer a su casa en mitad del campo. Me ofrecí a fregar y, al poco de empezar, Edu me dijo: ¡Así no friegues en mi casa!
¿Cómo estoy fregando? —le pregunté—.
¡Sin atención! —respondió—. No estás a lo que estás, friega bien.
Y Sara apareció y se unió a la fiesta: Antonio, cada acción que haces en el día es una expresión del amor que llevas dentro y de tu nivel de atención.
Y podría seguir hablándote. Te hablaría de Marisa Pears, de mi amiga Elisa, de mi amigo Vicente, de mi amigo monje Gyaltsen del centro de estudios budistas Paramita, de mi amigo Salva, de mi padre, de mi madre, de mis hermanos, de Buda, de Jesús, de Rumi, de Santa Teresa de Ávila, de San Francisco de Asís:
Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya oscuridad, luz;
donde haya tristeza, alegría.
¡Oh divino Maestro!
Concédeme que no busque ser consolado sino consolar;
que no busque ser comprendido sino comprender;
que no busque ser amado sino amar.
Porque dando es como recibimos;
perdonando es como somos perdonados
y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna.
Jeams Clear, mi prima Macarena Estévez, Tonny Robbins, Petra (una de las perras de mi madre), mi amigo Pepe, mi amiga Yolanta, mi amigo Gonzalo, mi amigo Mario, el minino gordo y peludo (conozco muchos monjes Zen, todos ellos gatos, dice Thich Nhat Hanh), Lao Tsé, Mooji, Paramahansa Yogananda, Nelson Mandela, Michael A. Singer, David Hopkins, todos los profesores de Vipassana (Richard.. Pedro..), Anthony de Mello..
Y seguiría… y seguiría… y seguiría…
Tantos maestros, tantas maestras, tanta información ahí esperándonos…
Lector, hace años me dice cuenta de que absolutamente toda ocasión me es buena para desarrollarme, toda persona idónea para ser preguntada y para guiarme y ser mi maestra, todo buen libro impaciente por ser leído.
No existe tal cosa como camino espiritual, siento defraudarte, pues no somos humanos que vivimos experiencias espirituales sino que somos seres espirituales que habitamos un cuerpo humano. Y esto que acabas de leer no es algo místico sino literal. Y esto es algo que ya sabes pero lo has olvidado. Todos lo hemos olvidado.
Por lo tanto, lo único que puedo sugerirte es que elijas sabiamente a qué información te quieres acercar, pues aquella a la que te acerques será aquella en la que te conviertas.
Ah, también me pediste que te recomendara un libro:
Hábitos Atómicos. Con la información contenida en esas páginas yo empecé a ser capaz de tener la disciplina suficiente para poner en práctica y para acercarme a todo lo demás con mayor rapidez.
Y si pudiera decirte cosas más concretas, quizás puedas echarle un vistazo a…
Autobiografía de un Yogui, de Paramahansa Yogananda.
Todos los libros de Anthony de Mello.
Todos los libros de Neville Goddard.
Todos los libros de krishnamurti.
Todos los libros de David Hopkins.
Conversaciones con Dios, de Neale Donald Walsch.
Todos los libros de Michael A. Singer.
Y seguiría… y seguiría… y seguiría… pero de nada, o poco, serviría leerlos todos pues como dicen todos los maestros espirituales habidos y por haber, un gramo de práctica vale más que cien toneladas de teoría.
Por eso… recuerda: cronometra cinco minutos, cierra los ojos, relaja tu frente, relaja tus párpados, relaja tu cuello, relaja tu pecho, relaja tus manos… siente tu respiración, siente tus manos, siente el volumen de tu cuerpo, siente tus latidos, siente… Pues como leí en el libro de William Hart, La Vipassana, el arte de la meditación, la meditación desarrolla nuestra sabiduría.
Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo. Aldous Huxley
Gracias por leerme, y gracias por preguntarme.
Fuente: este post proviene de Ricos y Libres, donde puedes consultar el contenido original.
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