Ni se sabe, el tiempo que llevaba sin salir. El caso es que me obligué a encajar algo de ocio entre tanta obligación, con la que voluntariamente me he comprometido. Hay que airearse, no es un secreto que viene bien para refrescar ideas y recuperar fuerzas.
La etapa que todo ser humano debe quemar, la de salir de fiesta hasta la extenuación y el delirio, no sé si yo la quemé o ella me quemó a mí. El caso es que, en un determinado momento, después de años y años y más años, saliendo absolutamente todos los fines de semana y algún que otro Jueves a fiestas universitarias y los Domingos, playa y/o cine, para seguir controlando el panorama; paulatinamente, fue quedando atrás.
Salir de marcha era mi religión y yo una feligresa ejemplar. Me cansé de esa carrera de fondo en la que recuerdo haberme divertido muchísimo, pero que, curiosamente, no cambio por "MI AHORA".
Pasé a disfrutar más del día. Del día cuando éste tiene más luz, cuando los gatos pardos, no pueden disimular su auténtico tinte.
En esta ocasión, había quedado para cenar con unas amigas, en un sitio que se ha puesto súper de moda: los puestos de comida del mercado del puerto. Una zona con personalidad, autenticidad, esencia, comida temática de los más lejanos países del planeta, bien elaborada, con productos frescos, bebida, cierre más tarde de lo habitual el fin de semana y gente, MUCHA GENTE.
Tenía tanta hambre, que ya empezaba a ver visiones y me encuentro con cientos de personas. Casi todas de pie o en las escasas butacas, ocupando cualquier espacio susceptible de albergar forma humana vertical. Supongo que nadie pensó en poner sillas, quizá no va con el espíritu del espacio.
No echarme las croquetas, las frankfurts o los rollos de salmón noruego por encima, fue todo un reto. Y conseguir pedirlos, ¡un auténtico milagro!
¿Cómo no me di cuenta antes?
Allí, los fines de semana, a ciertas horas, lo último a lo que va la gente es a comer. Me bastaron 10 minutos para adivinar, que estaba en el nuevo sitio para ligar de la ciudad.
Multitud de grupos de chicas por un lado, multitud de grupos de chicos por el otro, todos en edad "casadera", es decir, entre 18 y 100 años. Algunas de ellas con sus mejores galas, para ir a alguna discoteca o pub después. No me terminaban de encajar algunos looks entre los quesos, las verduras, el pescado, el olor a fritanga y el suelo rebozado de la intensa jornada del día, pero bueno... carpe diem... en mi época, también tomé muchas decisiones desafortunadas.
Es un GRAN avance salir a ligar con tanta luz y comida, pero vi
Los Mismos Problemas Coyunturales de Siempre
¿cómo destacar entre tanta estrella?
¿cómo atraer a esa persona que te interesa?
¿cómo conocerl@?
O ¿cómo conocer a alguien que l@ conozca para que te l@ presente?
Las relaciones sociales quizás no sean mi fuerte, pero es que lo veo realmente complicado. Tan complicado como siempre, cuyo último recurso sigue siendo un golpe de suerte o el destino, que de vez en cuando, tiene a bien conceder deseos.
Acercarse y presentarse es una acción relegada a un horario de madrugada, cuando los tiburones, dopados con sustancias desinhibitorias (pongamos por ejemplo, un barril de cerveza) pasan a realizar "pesca de arrastre a saco". Cuestión muy personal, si decides conformarte con migajas o seres inanimados.
En Marketing, se dice que si un negocio no funciona, es porque se ha debido hacer una mala investigación de mercado, el producto o servicio no cubre una necesidad bien identificada, que el segmento al que nos dirigimos no es el adecuado, o no está suficientemente definido; o tal vez, que el posicionamiento del producto es erróneo y por tanto, si no conseguimos los objetivos deseados, es que algo estaremos haciendo mal, SEGURO.
También nos dice, que para qué vamos a inventar algo, si ya está casi todo inventado y hallar una sola idea buena es dificilísimo, siendo la mejor opción, copiar "al más list@ de la clase". Es el denominado Benchmarketing.
Y por último, no menos importante, estudiar a la competencia, seguirla de cerca.
El amor, ligar, conocer gente nueva, cumplir algunos de nuestros objetivos, como en el marketing, requiere de investigación, estrategia y posicionamiento, porque:
El Producto es Uno Mismo.
La Necesidad está clara y va a durar toda la vida: gustar, que nos quieran, conocer a esa persona especial...
Posicionamiento: pues ahora resulta que hay que ir al Mercado del Puerto, donde se concentran multitud de Segmentos, una amplia muestra de la población, tenemos a la Competencia Directa y con algo de Promoción por nuestra parte, de repente, podemos hallar algún nicho de mercado y meternos.
Conclusión
Si hay que ir a ligar al mercado del puerto se va, con las lechugas, los boquerones, las naranjas y lo que haga falta.
Este ejercicio se puede aplicar a casi todo en la vida y por supuesto, también al amor y todo lo que le rodea.
Y tú, ¿cuál es tu estrategia de Love-Marketing?
Siempre con love, hoy con Love-Marketing en la cabeza,
Brujuleia ;-))))
Nota: Para comer-comer en los puestos de este mercado, mejor ir mas temprano. Después, ya sabemos lo que hay. A mí es que de pie, la comida no me sabe...
Imágenes: Pinterest
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