Puede estar presente en algunas condiciones, como las infecciones crónicas del cuello uterino, en la gonorrea (una inflamación contagiosa de la mucosa genital), o en la sífilis (una infección contagiosa que generalmente se contrae durante la relación sexual). Otra posible causa de la leucorrea es una insuficiencia o un exceso de hormonas ováricas. En algunos casos graves, puede indicar la existencia de cáncer de útero. Cada una de estas condiciones requiere tratamiento médico.
Existen dos infecciones parasitarias comunes que a su vez, causan la leucorrea. Estas son la trichomoniasis, provocada por la bacteria Trichomonas vaginalis y la candidiasis, provocada por el organismo Candida albicans. Una infección por Trichomonas vaginalis se traduce a una forma persistente de leucorrea. La infección implica el cuello del útero y la membrana que recubre la vagina. Además de las secreciones vaginales, causa inflamación crónica, con ardor y picazón. Una infección por Candida albicans causa picazón intensa en el cuello del útero y la vagina. Produce descargas vaginales de color blanco y textura gruesa.
Tener una pequeña cantidad de flujo vaginal es normal, pero si se presenta cualquiera de las siguientes condiciones, se debe consultar a un médico:
La cantidad de flujo vaginal blanco es suficiente como para manchar la ropa interior.
Se experimenta malestar durante las relaciones sexuales.
Las secreciones vaginales vienen acompañadas por una picazón alrededor del ano.
En cualquier caso, la leucorrea requiere del examen completo y un tratamiento adecuado orientado por el médico. Una mujer no debe retrasar la consulta a su médico si las descargas vaginales que está teniendo entre períodos aparecen teñidas con sangre.