LA VIDA MISMA: ENTRE EL DRAMA Y LA COMEDIA



QUEREMOS SER A TODA COSTA... PERO, QUÉ?

Somos una expresión de la vida que se manifiesta a través de nosotros. Una consciencia infinita y eterna, omnisciente, omnipresente, inmortal, indestructible, que decide experimentar la limitación, la ignorancia de sí misma, la finitud, lo ignoto y se materializa en lo que conocemos como "mundo". Pero como venimos totalmente en blanco no recordamos lo que somos ni nuestro propósito. Y vamos boyando por la vida entre el drama y la comedia; las experiencias traumáticas y las de felicidad.

Los antiguos griegos lo representaban a través del Drama mediante personas que usaban una máscara que definía a su personaje; también conocidos como "actores", ya que la etimología de la palabra drama significa "hacer" o "actuar". Ni más, ni menos. También la palabra sánscrita karma significa acción y no deuda como se cree. Sin más, "personificaban" los principales arquetipos de personalidades y su interrelación dentro del complejo libreto de la vida. El propósito, en principio, de esta exposición de temas, era el de "reflejar" situaciones de la vida cotidiana de forma ejemplificadora a las masas, el público presente. De este modo se ejercía una doble tarea: la de servir de espejo a las características de la psique del ser humano y la de dejar una moraleja o enseñanza de la cual hacerse eco y llevarlo al plano interno.

El ser humano es único en su clase porque tiene la capacidad innata de autorreferenciar las circunstancias de lo que percibe en el afuera. Puede sacar conclusiones, interpretar los hechos bajo su punto de vista, hacer conjeturas, etc., sólo que siempre, siempre, SIEMPRE lo hará desde la perspectiva de sí mismo como protagonista de una historia; cuál historia? la suya propia; el drama que se contó y cree estar viviendo. Esto conlleva el dilema de la identificación de la persona con su personalidad o máscara, olvidando por completo que estaba desempeñando una representación. Todos tenemos múltiples máscaras que componen lo que solemos identificar como EGO y que puede ser muy útil en el diario desenvolvimiento; el problema radica en "creerse" esa máscara o personaje. Si recuerdan la película (sí, soy una cinéfila perdida y me sirve para ejemplificar ) The Mask o La máscara, interpretada brillantemente por Jim Carrey, trataba sobre un joven extremadamente tímido al que le costaba mucho poner límites a los abusos de su jefe y el mal humor de su casera, relacionarse con mujeres hermosas que lo hacían sentirse inhibido de poder hablarles sin tartamudear, lo cual no hacía más que acentuar su desprecio hacia sí mismo. El acto simbólico de encontrar una máscara "mágica" con poderes para transformar la personalidad, no era otra cosa que el sustituto del confrontar la propia sombra, aquéllo que está permanentemente con nosotros, escondido a plena vista o más bien, ocultado, ya sea consciente o inconscientemente, porque comprende aspectos de nuestra psique que no nos gustan y han sido reprimidas tiempo ha. Su personalidad no cambia con el uso de la máscara; simplemente aflora todo lo que no se permitía mostrar a rostro desnudo. No conocemos su historia previa como para analizar su infancia, pero podemos aventurar que habría sido un niño menospreciado por su figura paterna y/o sobreprotegido por una madre omnipresente. Sea como fuere, el joven "activa" su alter ego a través del uso de la máscara, sacando todo su histroinismo desaforado y caricaturezco, divertido, irónico y hasta violento por momentos, demostrando así su sombra con total desparpajo, aunque sin perder su esencia enamoradiza y justiciera. Lo enfático aquí es que al otro día, no recordaba los detalles de su comportamiento de la noche anterior, llena de descalabros y atropellos a la legalidad. Es el claro ejemplo de quien se comporta desde la sombra sin haberla integrado primero, es decir, hacerla consciente.

¿Qué es entonces la personalidad? Es un conjunto de acuerdos que hemos asimilado a lo largo de toda nuestra existencia, desde la concepción misma en el vientre materno. Una serie de creencias con las cuales estuvimos "de acuerdo" durante la infancia, ya que un niño pequeño depende totalmente de sus progenitores y sienten que deben acordar con ellos que todo lo que venga del mundo de los adultos es verdad para poder subsistir: en el hogar, en la escuela, en los templos, en los clubes, en la comunidad, en la sociedad, cualquier sitio en donde existan normas preestablecidas que debimos cumplir y asumir como verdaderas. Con la repetición diaria de estos acuerdos o creencias, se terminan convirtiendo en programas mentales que ejecutamos de forma automática, subconsciente.

Lo terrible del caso es que arrastramos por décadas y generaciones creencias basadas en falsedades, algunas meras supersticiones sociales y culturales y que nos alejan casi por completo de nuestra verdadera esencia. Nos regimos por patrones de comportamiento tan automáticos que desconocemos por completo que actuamos como actuamos, al punto de no recordar actitudes propias señaladas por gente de nuestro entorno. Hemos acordado reprimir esos rasgos de nuestra personalidad más profunda para "encajar", ser aceptados, formar parte, sin darnos cuenta de que en nuestra sombra se conservan intactos verdaderos tesoros por descubrir.

Todos nacemos originales y morimos copias.
Carl Gustav Jung

Tal vez ese bufón tierno e inquieto que éramos de pequeños y que a fuerza de "no corras por la casa", "no te soporto más", "eres un niño malo" y otros miles de adjetivos que muchos podrán recordar y seguro aportar en sus comentarios.



Te convido con un regalo especial: no se trata de un descuento, un paquete de ofertas con ebooks de regalo ni un plan de estrategia de marketing digital (por suerte existen excelentes especialistas en esas materias circulando por internet). Lo mío es hacerte saber que eres capaz de alcanzar el cielo, TU cielo propio. Cada uno tiene cualidades únicas e irrepetibles; eres un ser muy especial y tal vez no lo sepas o lo hayas olvidado a fuerza de haber reforzado esos acuerdos que nunca fueron tuyos para empezar.

Suelta lo que creías que eras.
Suelta lo que creías que los demás creían que eras.
Suelta lo que creías que debías ser.
Suelta todo y Sé



No te asustes; estoy aquí para ayudarte a dar ese "salto de fe" con charlas amenas, sin las formalidades de las terapias ortodoxas pero con la garantía de que no te será indiferente. Lograrás grandes cambios que te llevarán hacia la meta de lo que te propongas, sorteando los obstáculos en tu camino. Mi gran alegría en esta vida es colaborar en la sanación de viejas heridas, esas que no te dejan avanzar y que llamas mala suerte o destino. Ya lo dijo Carl Gustav Jung:

"Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú lo llamarás Destino."

"Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma."





Y tú, ¿en qué historia crees que vives: una tragedia o en una comedia?


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Mariel Alabarcez

Terapeuta Zen Shiatsu

Desarrollo Personal

CABA, Argentina














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