Los que me seguís en Instagram @portimecasare, pudisteis ver hace unos días que me he decidido a comprar la copa menstrual y, por eso, hoy quiero compartir mi experiencia en el blog.
Estoy segura que, en el caso hipotético de que supieseis que el día de vuestra boda tuvieseis la menstruación, pondríais remedio para adelantar o atrasar ese día, pero es posible que no podáis evitar que os acompañe en vuestra luna de miel o como invitada a una boda, bautizo, comunión u otro evento y seamos claras, en ningún caso, ni si quiera en nuestro día a día, es agradable. Para mi, literalmente un coñazo.
Antes de empezar a contaros mi experiencia, debéis saber que existen varias marcas en el mercado y que su precio oscila entre 10 y 30 euros.
La copa que he probado es la Lily Cup de Intimina. Está fabricada en silicona de grado médico ultra suave y reutilizable. Yo la compré en una farmacia y me costó poco más de 31 euros.
Antes de escoger tu copa menstrual, debes tener en cuenta que existen dos tamaños:
Tamaño A:
No he dado a luz
He dado a luz por cesáreaTamaño B:
He dado a luz de forma natural
Poseo un suelo pélvico débil
Es ultra flexible y extra fina por lo que al doblarse es tan delgada como un tampón y, por tanto, se introduce con bastante facilidad. Una vez dentro, se abre con delicadeza para crear una barrera entre las paredes vaginales y ofrece hasta 12 horas de protección sin manchas. Puedes usarla en días de flujo abundante o ligero.
Para quitarla, deberás seguir los mismos pasos que al retirar un tampón. Solo se mantiene colocada en una posición algo más baja. Para limpiarla, retira la copa, lávala con agua y jabón neutro y reintrodúcela 2 o 3 veces al día.
Si, tal y como me ocurre a mi, en el trabajo, el lavabo es independiente del wc, podéis limpiarla con una toallita intima antes de lavarla en público o también podéis llevar una botella de agua y limpiarla en privado directamente el inodoro. Yo uso la toallita, la lavo y luego vuelvo a reintroducirla.
La verdad es que después de haberla probado puedo deciros que estoy encantada y no la cambio ni por compresas ni por tampones. No es ni difícil de poner ni de quitar y, sobre la limpieza, no es tan desagradable como creemos, simplemente, es cuestión de habituarnos.
Después de haber leído las contraindicaciones que tienen compresas y tampones (sequedad vaginal, irritación, síndrome del Shock Tóxico...) me decidí a probarla y, tras mi experiencia, os la recomiendo 100% por las siguientes razones:
Ofrece una protección duradera de día y de noche. 12 horas como máximo.
Elimina el olor menstrual y la irritación.
Ideal tanto para flujos abundantes como ligeros.
Es cómoda y suave por lo que no la notarás.
Te permitirá ahorrar tiempo y dinero.
Reutilizable y ecológicaEstoy encantada desde que la uso. Es cómoda, segura e hipoalergénica y, lo más importante, no supone ninguna amenaza a mi salud.
¿Y tú? ¿La has probado?
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