La ansiedad por la comida y cómo controlarla

Los trastornos de alimentación, la ansiedad por la comida, cada día toman mayor importancia en este agitado ir y venir de la vida, la sociedad actual no es consciente de la importancia que tiene seguir unos correctos hábitos nutricionales y de lo mucho que influye en nuestra vida, y no solo a nivel exterior (sobrepeso, flacidez, etc.), sino en todo lo relacionado con nuestras emociones, capacidad de concentración, energía, etc..

Por lo general, estos desajustes alimenticios, son más evidentes en la adolescencia o la adultez temprana y son muchas las formas en las que se manifiestan. En este artículo te contaremos sobre la ansiedad por la comida y te indicaremos unos puntos claves para aprender a controlarla.

La ansiedad por la comida y cómo controlarla

Los trastornos alimenticios se presentan junto con episodios de ansiedad y para ambas patologías se debe buscar ayuda profesional de manera simultánea.

La ansiedad por la comida se puede manifestar de dos maneras:

una donde la persona reduce al extremo la ingesta de alimentos con el fin de bajar de peso y mantener una silueta “perfecta”,

y otra, en la cual se come en exceso motivados por un sentimiento de angustia extrema y depresión por preocupaciones para luego desembocar en un sentimiento de culpa por comer demasiado.
Cuando se tiene alguna de estas dos manifestaciones la persona puede hacer planificación nutricional, es decir, seguir unas pautas determinadas de alimentación y a la vez practicar actividad física con regularidad, de esta forma se regulan los niveles de estrés, se generan endorfinas y además de mantener nuestro peso bajo control, también nos ayudará a afrontar los episodios de ansiedad.

Consejos para controlar la ansiedad por la comida

Identifica realmente si tienes hambre real o si es un hambre más psicológica o emocional producto de la ansiedad y la angustia.

Busca comer varias veces al día. Puedes, por ejemplo, comer cada 3 o 4 horas haciendo las tres comidas principales y entre ellas comer pequeñas porciones de alimentos balanceados. Con ello los niveles de insulina en sangre se estabilizan dando energía a tu cuerpo y de paso te disminuyen la ansiedad de comer.

Incluye en estas comidas fruta, verduras, proteínas (huevos, carne magra, mejor blanca que roja, etc.) y que la cantidad de grasa sea moderada y de buena calidad (aceite de oliva, de coco, aguacate, salmón, crema de cacahuete, etc.). Toma frutos secos, huevos, cereales integrales, etc., no abuses de los carbohidratos simples, no te saciarán y serán contraproducentes ya que posiblemente te darán más hambre todavía.
Siguiendo estos consejos mantendrás bajo control esa ansiedad, pero si ves que te sobrepasa, no dudes en contactar con profesionales, te ayudarán con el proceso y sentirás que la calidad de tu vida aumenta, te encontrarás mejor y podrás afrontar cualquier situación mucho mejor.

Fuente: este post proviene de Salud y Ejercicio Físico, donde puedes consultar el contenido original.
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