Javier ASENSIO RUIZ
Esta formación que he recibido de manos de una gran experta como es Deborah Falla, ha sido realmente excepcional.
Desde un principio, contar con una investigadora de semejante calibre, que ha dedicado su vida a los trastornos de la columna cervical, en tu propia ciudad, no es algo que ocurra todos los días.
Lo primero que cabe destacar del curso, ha sido la buena traducción simultánea. Deborah habla en inglés y ha estado presente un traductor durante todo el curso, para hacer más fácil la comprensión del mismo.
Como era de esperar, Deborah comenzó la parte magistral mostrando innumerable evidencia científica que avala el ejercicio terapéutico como herramienta para el tratamiento del trastorno cervical. Sinceramente, este es un aspecto realmente positivo, ya que, si hoy en día cada vez se disponen de más medios para la investigación, es de exigencia necesaria que todo aquel conocimiento que se imparte tenga justificación en la ciencia. En el caso de que no hay aún evidencia científica, al menos debe existir plausibilidad biológica de que esto pueda ocurrir.
En esta ocasión como comentaba, he podido terminar el curso con la satisfacción de que todo aquello que he aprendido “funciona”.
Personalmente tengo la teoría de que nos atrae lo extraño, lo difícil, lo que solo nosotros somos capaces de concluir. Esto nos lleva tantas veces a realizar afirmaciones diagnósticas inverosímiles, y muy alejadas de la realidad, por el simple hecho de querer “pensar más que nadie”. Sin embargo, también tengo la teoría de que este tipo de diagnósticos siempre terminan en un: “a mí me funciona”.
Por este motivo, he salido del curso muy contento, ya que todo lo que nos ha enseñado Deborah no se resume en “a mí me funciona”, sino que se resume en “con la mayoría funciona”.
Valoración de la musculatura cervical
En cuanto a la parte práctica, se ha desarrollado tanto una parte diagnóstica, como una parte terapéutica.
Creo que un buen diagnóstico es la base de un buen resultado en el tratamiento. Así que es vital saber realizar un diagnóstico de fisioterapia.
En este sentido, hemos utilizado el “Stabilizer” para comprobar la activación de la musculatura flexora profunda. Además, nos ha enseñado como con esta herramienta también se puede prescribir ejercicio terapéutico para el paciente, siendo también ampliamente probada su eficacia para el reentrenamiento de esta musculatura.
También pudimos comprobar como un simple ejercicio de estabilización de escápula, mejora la sintomatología. Así es, que el dolor de cuello y la inestabilidad escapular están muy correlacionados. Por tanto, un buen uso del trabajo específico de la musculatura estabilizadora de la escápula puede ayudar mucho a los pacientes con patología cervical.
Ejercicio terapeútico
Otro aspecto realmente positivo, ha sido descubrir que el ejercicio terapéutico es totalmente necesario para rehabilitar a este tipo de pacientes. Aunque muchas veces, la gente solo busca aliviar sus síntomas, es deber de la fisioterapia educar al paciente, para que entienda su problema y pueda ser partícipe activamente en su recuperación. Los australianos llaman a esta parte de la terapia “Hands off”. Además, es curioso que hemos aprendido que la terapia manual por sí sola, fracasa como herramienta terapéutica en los pacientes que han perdido el control motor de su columna cervical. Tener conocimiento de esto es esencial para realizar un tratamiento certero.
Valoración y tratamiento del paciente con síndrome vertiginoso de origen cervical.
Finalmente, Deborah ha impartido otra parte esencial de los trastornos cervicales: valoración y manejo del vértigo cervicogénico.
En este caso, ha explicado las sinergias que existen entre la estabilidad cervical y los movimientos del cuello. También hemos practicado la valoración de la propiocepción del paciente. Muchas veces no somos conscientes de la mala propiocepción que pueden tener nuestros pacientes y, contar con herramientas validadas para ello, es una gran ayuda.
Además, no solo se trata de poder valorar al paciente, también nos ha enseñado el tratamiento que debemos realizar en cada caso.
Conclusiones
Bajo mi punto de vista, este ha sido un curso muy completo, centrado en enseñarnos a valorar el control motor de la columna cervical y la prescripción del ejercicio terapéutico. Sin duda, creo que el curso ha cumplido su objetivo.
Creo que merece la pena formarse con profesionales como Deborah, que han dedicado su vida a la investigación y a la docencia y tienen mucho que enseñar. Además, es la forma de que la profesión crezca y, poco a poco, vayan desapareciendo muchos fantasmas que prometen la curación de las patologías por obra de magia.
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