Encuentros que inspiran

En esta oportunidad vengo a contarles acerca de los inicios de una inesperada amistad con un amigo que hoy en día me inspira mucho a seguir y trabajar por mis sueños debido a lo perseverante que ha sido y está siendo para alcanzar los suyos. Es la historia de cómo sin saberlo en las dos primeras conversaciones que tuvimos fue un apoyo para mí.

Esta entrada pensaba publicarla a mediados del año anterior, por lo que todo lo aquí escrito forma parte de mis pensamientos y algunos hechos de ese momento. Para mi,nuestra amistad inició en el trimestre septiembre - diciembre del 2016. En las siguientes líneas les contaré como fue y la manera en la que me apoyo.

La primera vez que yo hablé con Gabriel fue un día que bajamos sentados juntos en el autobús de la universidad hasta la estación del metro. Eso fue gracias a uno de mis ángeles que le dijo en broma que me cuidara cuando estábamos en la parada. Lo que más recuerdo de esa conversación es el trabajo que estaba realizando con su tío y cómo le estaba ayudando a dejar su timidez de lado y empezar a soltarse más para hablar, que era algo que le gustaba hacer. También me dio a entender que aunque a veces sus decisiones no fueran del agrado de su mamá, el no dejaría de tomarlas ya que se trataba de su vida y no quería permitir que otra persona, ni siquiera su mamá la controlara. De ahí derivó otra conversación relacionada con sus estudios y un proyecto que tenía para ese entonces del cual tenía incluso un logo elaborado.

Él se encuentra estudiando Ingeniería en sistemas en la misma universidad que yo y me comentó que el motivo que lo llevó a decidirse por esa carrera fue por lo mucho que le interesaba el mundo de los videojuegos y el saber cómo realizarlos o crearlos, más allá del poder ejercerla. Se veía creando su propia compañía tipo Microsoft o Sony en la que pudiera brindarle a las personas oportunidades para realizar sus sueños a través de la tecnología que el pudiera brindarle, o algo parecido, honestamente no recuerdo sus palabras exactas. El punto es que ya contaba con el nombre de cómo se llamaría la compañía y el logo, lo cual me hizo pensar en los motivos por los cuales yo había escogido estudiar arquitectura, de hecho me lo preguntó.

Mis motivos más allá de tenerle una profunda admiración y respeto al arte, consistieron en la posibilidad de ayudar a otros, es decir que con la realización de proyectos pudiera ayudar a comunidades a mejorar su calidad de vida, además de ayudar a personas con la facilidad económica a materializar sus sueños, diseñándolos en conjunto, empezando a volverlos tangibles luego de tener una idea inicial. En ese momento también me recordé de cuantas veces uno de mis amigos había buscado diferentes maneras de hacerme ver o que entendiera la importancia de plantearse proyectos o metas, lo que él no sabía con certeza, ya que no se lo había expresado directamente al menos no que recuerde, es que ya yo tenía una visión de lo que quería hacer con mi vida. Tenía unos proyectos en mente, solo que los había dejado de lado.

Yo no soy una persona que quiera dedicarse netamente a la arquitectura, ya que tengo una gran pasión por la labor social o todo lo que implique servirle de apoyo a otra persona y la idea de poder fusionar el mundo del arte, del diseño arquitectónico, de la creatividad (en dónde he encontrado otra pasión aunque no fuera algo que pensara de pequeña mas sin embargo si me atraía, llegando a enamorarme de lo que se puede crear con la arquitectura) me llena de entusiasmo y me hace perseverar cuando he tenido ganas de rendirme.

Esa primera conversación me hizo recordar todo eso y pensar en que tan clara estaba esta persona de lo que quería hacer, a la vez que me hizo ver el valor de escribir los sueños o plantearme realmente esos proyectos de una manera más tangible para empezar a trabajar por ellos, a través de su ejemplo pues ya tenía dibujado un posible logo, una forma de sentir más cercano ese sueño que quería alcanzar. Esto me hizo pensar de qué manera yo podría materializar esos proyectos que quisiera alcanzar, que dejaran de estar solo en mi mente, además de verlo como otra señal para realmente empezar a trabajar por ellos. Digo que otra señal por lo que ya les comenté en entradas anteriores entre mi amigo que quería que despertara y viera lo brillante que puedo llegar a ser y el desconocido que me habló de su vida y como trabajaba por sus proyectos.

La conversación que había iniciado en el autobús continuo en el metro, en dónde me comentó un poco de su relación con su mamá, me hablo de su creencia de que somos responsables de lo que hacemos en nuestra vida y que no estaba dispuesto a permitir que lo manipularan para que no hiciera algo que en verdad sentía y quería hacer. También me comentó de como en el trabajo en el que se encontraba, con su tío, lo estaba ayudando ya que él era una persona que a pesar de que le gustaba hablar se mostraba muy tímido, algo que me recordaba a mí a como era antes. Una chica que no hablaba si no se encontraba en un espacio "seguro" o con personas conocidas, que era extremadamente callada, tanto que las personas llegaban a preguntar si yo no hablaba o qué, más sin embargo una vez que me conocían casi que tenían que mandarme a callar.

El trabajo en el que Gabriel estaba lo ayudaba a dejar la pena de lado y a expresarse más fácilmente o a desenvolverse mejor ya que tenía que llamar a clientes de la empresa y hablar con ellos, llegando incluso ha agradarle a ellos la manera en la que Gabriel los trataba, ganándose de alguna manera su propia lista de clientes dentro de la empresa de su tío. Me comentó que esto lo mantenía motivado y lo animaba a seguir abriéndose con las personas, dándome a entender que era una oportunidad que tenía para trabajar su seguridad en el mismo, ya que incluso cuando bajaba con su papá de Caracas hasta su casa, empezó a contarle más como le había ido y aunque el de momento le dijera que ya no quería escucharlo, él igual no perdía el entusiasmo de hablarle sobre su vida, algo que por lo que recuerdo antes si le afectaba.

Ciertamente era un poco complejo manejar los estudios y el trabajo al mismo tiempo, ya que una vez que salía de clase no podía quedarse a estudiar sino que tenía que buscar de trasladarse de la universidad a Caracas para poder llegar a tiempo al trabajo para luego buscar de bajar a su casa con su papá. Llegando a su casa agotado por lo que no estaba rindiendo como hubiera querido en las clases, al final no resultó ser su mejor trimestre sin embargo le sirvió ese tiempo como una nueva experiencia. Y también sin saberlo me ayudo a mí, a centrarme un poco para retomar esa visión que tenía para el futuro y a buscar alguna manera de hacerlo tangible. Una forma en la que pensé luego de esa conversación fue dibujar un "
" (que de hecho es una de las primeras publicaciones de la cuenta de Instagram), sin embargo no me había tomado el tiempo para realizarlo sino hasta unos meses más tardes.

Luego durante ese mismo trimestre tuve otra oportunidad de hablar con Gabriel. Se dio igual por casualidad, ya que su área de estudio y la mía no son tan cercanas, sin embargo ese día yo andaba cerca de la parada de autobuses cuando él pasó, nos saludamos y se ofreció ha acompañarme a "Arquilandia" ya que él no había recorrido antes esa parte de la universidad. Le fui mostrando un poco que se hacía en cada lugar que pasábamos y también le conté de que trataban los proyectos de diseño, como era más o menos la metodología de trabajo y otras cosas asociadas a mi carrera, por lo que hasta ese momento yo era quién más estaba hablando, luego lo acompañé por otro camino para que se regresará a la parada, quedándonos a un poco más de la mitad del camino hablando acerca de diferentes cosas de la vida de cada uno. Uno de los temas que más relevancia tuvo para mí en ese momento, aun cuando me acuerdo del resto de la conversación, fue el de que sus amigos de la universidad con los que había empezado a pasar los días se habían ido del país. Me contó que se había sentido un poco solo por eso ya que para él las amistades son importantes tanto que Gabriel es de los que les escribía para saber cómo estaban o siempre andaba atento para estar ahí para sus amigos aun cuando no recibiera la misma atención o al menos no desde el punto de vista de su mamá que llegó a reprocharle en algún momento que por qué se preocupaba tanto por ellos. A lo que Gabriel le respondió que se trataba de sus amigos y le importaban indistintamente de que le mostrara el mismo grado de atención o no.

Tras eso me empezó a hablar de unos libros que había leído que le encantaban y que le estaban ayudando a ver la vida desde otra perspectiva, estos eran los de "Caballo de Troya" y "Conversaciones con Dios". Me relató un poco de que iba cada saga de libros, retomando luego la conversación acerca de nuestros amigos, de la importancia que le damos en nuestras vidas hasta llegar a contarme una frase que había aprendido en una película y que a su vez apoyaba uno de los temas que se trataban en los libros de conversaciones con Dios. La película era ¿Conoces a Joe Black?, y la parte a la que hizo referencia fue a una similar a lo que les relataré, en la que le preguntan a la hija mayor del protagonista que por qué ella se esforzaba tanto para realizarle una fiesta a su papá a pesar de que él siempre le había dado mayor importancia o atención a su hermana menor, que si eso no le molestaba. A lo que ella responde que no, ya que el amor que ella sentía por su papá era el mismo que él sentía por su hermana por lo que entendía sus actitudes e igual quería hacer lo posible por verlo feliz y agasajarlo.

Esta parte de la película para Gabriel, por lo que recuerdo, le ayudaba a argumentar la filosofía que tenía con sus amigos, en la que mientras para él fueran importantes no tenía por qué dejar de demostrarle su aprecio, dejando además otro mensaje de que las personas no nos pertenecen, son libres de amar a quienes quieran y de expresarlo de alguna manera aun cuando el cariño no sea correspondido en el mismo "grado". Ese mensaje para mí en ese momento fue como un regalo del cielo que me ayudo a ver desde otra perspectiva una circunstancia que estaba viviendo y además de reflexionar de como constantemente exigimos que nos demuestren el mismo cariño que nosotros damos, sin aceptar que el cariño que se da es porque nos nace hacerlo y que no puede obligarse a nadie a devolverlo o a darlo ya que entonces no sería sincero, me di cuenta de cómo cuesta aceptar la libertad que tiene otra persona de ya no sentir lo mismo que antes y de empezar a querer a alguien más.

En verdad era algo que me hacía falta escuchar para darme cierta paz al comprender que no estaba errada en mis pensamientos de querer ser comprensiva y de elegir no quedarme con sentimientos de rencor ni nada similar, algo un poco irrazonable para otras personas que conocían la historia. A la vez que también me permitió comprender como era posible que a pesar de haber tenido dos años sin ver a mis amigas, cuando me reuní nuevamente con ellas la amistad seguía ahí pues para mi seguían y siguen siendo unas personas importantes en mi vida y aunque lleguen más personas a sus vidas o la mía con las que compartamos quizás más experiencias no dejaran de ser quienes son para mí, y que en vez de ponerme triste o celosa más bien me alegra que sigan sumando personas a sus vidas. Pues ellas no me pertenecen pero el cariño que yo elijo tenerles sí.

Sin saberlo en ese momento sentí una gran gratitud hacia Gabriel y que de esa conversación reafirme mi creencia de que hay personas que llegan o aparecen en el momento exacto para dejarte un mensaje, alguna palabra de aliento o solo enseñarte algo que andabas buscando de diferentes maneras, en mi caso para ese momento era algo de paz y seguridad en mí y mis creencias. Además de decirme a mí misma que quería que ese chico fuera mi amigo, por todo lo que me había contado de su vida, de lo valioso que eran sus amigos para él, por cómo me recordaba en diferentes aspectos a mí y por tener una forma tan interesante y diferente de ver la vida. Sin embargo esto no fue algo que le dije, ni siquiera anotamos nuestros números, podría decirse que en ese momento dejamos más a la suerte el volver a encontrarnos por la universidad u otra parte, lo cual me agradó ya que no fue una conversación con alguna intención de fondo, solo dos personas hablando de sus vidas porque querían.

Gracias a Dios al siguiente trimestre nos volvimos a encontrar, si guardamos nuestros números y , hablando por mí, me di a la tarea de incluirlo poco a poco en mi vida como un amigo pues en verdad me agradaba su compañía y aunque no lo veía todo el tiempo me alegraba saber cómo le iba. Llegamos incluso a trabajar más adelante juntos en una empresa de servicio de comida que hay en la universidad llamada, Bamboo Xpress.

Ya para ese momento la visión de Gabriel de lo que quería hacer en su vida había empezado a cambiar y estaba siendo más honesto consigo mismo, enfocándose en algo que le apasiona que es la fotografía y la idea de viajar por el mundo. Además de haber empezado a buscar otros medios de ingreso con los cuales fue bastante perseverante llegando a obtener resultados que le permitieron, luego de un año y un poco más, emprender lo que sería y es el inicio al viaje de sus sueños, algo de lo cual espero escribirles más adelante a través de sus propias palabras.

Si tienen alguna duda, crítica o sugerencia pueden hacerla en los comentarios más abajo que con gusto leeré y responderé .

¡Gracias por leer!

Fuente: este post proviene de Sueños, donde puedes consultar el contenido original.
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Etiquetas: Historia de vida

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