Las cosas que hacemos por deber, costumbre, obligación o coacción no nos hacen sentirnos a gusto, mientras que las que nacen de nuestro corazón sí, tienen sentido y nos hacen sentirnos plenos y satisfechos, aunque quizás no nos guste lo que tengamos que hacer e incluso nos cause dolor y/o tristeza.
Te dejo un vídeo en el que comparto contigo un poco más detalladamente esta reflexión sobre el deber. Espero que la disfrutes.